Thursday, October 29, 2020

La Magia de un Retornado Debe Ser Especial - Capítulo 250 - Novela en Español



Capítulo 250 - Reunión (7)


A pesar de que Desir había logrado infiltrarse en Divide, cayó en una profunda contemplación sobre aquello con lo que habían sido recibidos. 

«¿Por qué hay tantos soldados estacionados a lo largo de la ruta que estamos recorriendo?». 

Había esperado que la seguridad de esta ruta fuera poco estricta debido al inminente ataque a gran escala de las Fuerzas Aliadas, sin embargo, contrariamente a dicha suposición, Divide se había preparado minuciosamente como si tuvieran alguna razón para esperar su ataque. 

No solo tenían tropas a lo largo del camino de la aeronave, sino que también habían movilizado magos antiaéreos, todos buscando en los cielos una aeronave. 

Si la Valkiria no hubiera tenido un sistema de sigilo, su plan habría sido un desastre. 

«Conocen nuestros movimientos». 

Desir rápidamente calculó las posibilidades: 

Primero, un espía. 

Un espía era extraordinariamente improbable; Desir prácticamente lo descartó de inmediato. 

Todos los que formaban parte de la operación se habían mantenido en absoluto aislamiento hasta el último informe, por lo que era imposible que se hubiera filtrado alguna información antes de esto. 

Había completado una minuciosa inspección de los dispositivos de comunicación de todos durante el proceso de embarque de la Valkiria. Al hacerlo, había confirmado que ninguno de los presentes estuvo en contacto con nadie de Divide o digno de sospechar. 

No había manera de que se comunicaran con Divide, ¡a menos que...! 

«… ¿¡Esto es obra de un artefacto!?» 

Skull Mask tenía un número incalculable de artefactos con un poder más allá de toda lógica. 

Incluso si nadie usaba un artefacto para comunicarse con Divide, Desir pensó que podría haber artefactos que podrían ser usados para rastrear los movimientos del oponente. 

Esta era la presunción más probable. 

Ya sea que hubiera un artefacto o no, estaba claro que los movimientos de la Valkiria habían sido expuestos. Fue la única conclusión. 

Desir se dio la vuelta y habló con Priscilla y Donovan. 

—Ha sido una navegación tranquila hasta ahora, pero de ahora en adelante, no será tan fácil. 

Priscilla se puso nerviosa. 

—¿Quieres decir... que empezamos ahora...? 

—Es hora de pasar a la segunda fase del plan. Todo el mundo debe salir al campo, así que por favor prepárense. 

Hasta ahora, pudieron evitar todo contacto con sus enemigos gracias al sistema de sigilo, pero esa función solo permanecería operativa durante un tiempo. 

Una vez desactivada, no tendrían más remedio que entablar una batalla total tras líneas enemigas. 

Su objetivo, tras líneas enemigas, era destruir rápidamente las torres responsables de la creación de los Mundos de las Sombras, mientras que los ataques a gran escala de las Fuerzas Aliadas limitaban el movimiento de Divide. Para lograrlo, Desir pensó que lo mejor sería dividir las tropas y destruir las torres individualmente. 

Sin embargo, el número total de torres construidas en Divide era de 47. 

Como una de ellas acababa de ser destruida, todavía quedaban 46 torres. 

No tenían suficiente tiempo para destruir 46 torres una por una. Ya se encontraban en una situación desesperada, y pronto perderían la seguridad de viajar en el modo sigiloso. 

Sin embargo, Desir no parecía muy afectado. 

—Les dejaré las tres restantes a ustedes. 

—Mientras rompamos tan solo cuatro de ellas, perderán la capacidad de crear más Mundos de las Sombras. Realmente, esta operación habría sido imposible si no hubiéramos aprendido eso. 

—Sin él, no habríamos podido ejecutar esta operación. 

La party de Desir fue capaz de saber dónde se habían construido las torres en Divide gracias a la información que obtuvieron de alguien más. 

En primer lugar, las 47 torres instaladas dentro de Divide dependían de una fuente central de energía. Si esa fuente se rompía, era posible detener la creación de todos los Mundos de las Sombras artificiales sin destruir todas las torres. 

Esto significaba que podían terminar con todo tan solo destruyendo eso. 

En segundo lugar, esa fuente de energía estaba oculta dentro de un Mundo de las Sombras. 

De alguna manera, Skull Mask había ocultado la fuente de poder dentro de un Mundo de las Sombras oculto en Pittsburg. Para poder destruir la fuente de poder, ese Mundo de las Sombras tendría que ser despejado. 

En tercer lugar, cuatro de las 47 torres jugaban un papel fundamental en el mantenimiento de los Mundos de las Sombras mientras la fuente de energía estaba activa. Estas cuatro no creaban Mundos de las Sombras en el continente, sino que eran responsables de crear un Mundo de las Sombras dentro de Divide. 

Este Mundo de las Sombras era el que ocultaba la fuente de energía, haciendo que las cuatro torres sirvieran como una especie de barrera. 

«Me alegro de que una de ellas estuviera cerca». 

La Torre 2, que Desir había destruido hace unos minutos, era una de esas cuatro torres. 

Sin esta valiosa información, se habrían visto obligados a operar de forma ineficaz y habrían tenido que destruir todas las torres, una por una. 

«Ahora sólo quedan tres torres». 

Para aclarar rápidamente la situación, era necesario atacar a estas 3 torres al mismo tiempo. 

Desir eligió a Donovan, Priscilla y Zod para esta tarea. 

Cada uno destruiría una sola torre. 

Donovan Asylan y los guerreros del norte destruirían la torre del noroeste de Pittsburg, 

Priscilla Heisilgard llevaría a los Santos Paladines a la torre del sur. 

Y Zod Exarion destruiría la torre en el este, junto a los magos de la Torre de Magia. 

Mientras tanto, la unidad principal dirigida por Desir se dirigía a Pittsburg y destruía la torre que contenía la fuente de energía. 

Esta era la orden de ataque, y Desir tenía la mayor responsabilidad de acabar con todo. 

—Es hora de moverse. Yo iré primero. 

Donovan rio alegremente. 

—Desir Arman, declararé esto por adelantado. Voy a acompañar a tu forma de actuar esta vez. 

—Espero que no resulte herido en esta guerra. 

—Voy a dar lo mejor de mí. 

Siguiendo a Donovan, Priscilla se marchó deseando suerte a Desir. 

Desir, que se quedó a solas, miró fijamente su dedo con una mirada complicada. Un anillo azul resplandecía en la luz. 

Artefacto de Clase S, Memorize. 

Un artefacto supremo que almacenaba cinco hechizos y permitía al usuario lanzarlos instantáneamente como hechizos normales, pero sin un costo de maná o tiempo de lanzamiento. 

Era un artefacto que Crow Mask, Icaros Quirgo había poseído. Al menos, la poseyó después de robarla del Imperio Hebrion. 

Mirando la brillante luz azul, Desir recordó el día en que obtuvo esta información, hace unos cinco meses. 



* * * * * 


* * * * * 



El sótano de la Torre de Magia. 

En un lugar que solía ser el centro de investigación para la detención y el estudio de los homúnculos, ahora había un hombre encadenado. 

Estaba retenido en el mismo lugar donde había estado el homúnculo. 

Se habían dispuesto equipamientos alrededor de este hombre, varios cables y dispositivos unidos a él. Su propósito era absorber interminablemente el maná del objetivo. 

Icaros Quirgo. 

Una persona que una vez fue conocida como El Revolucionario, un criminal que llevó a cabo numerosos incidentes de terrorismo en todo el continente mientras lucía una máscara de cuervo como uno de los líderes de los Forasteros. 

Icaros, el segundo mago de 7º Círculo de la era actual, estaba arrodillado. Lucía completamente impotente. 

Desir lo miró, su cara se quedó en una expresión muy fría. 

—... ¿Qué quieres? 

Fue Icaros quien abrió la boca primero, con una sonrisa burlona. 

—Ejecución. 

Desir estaba demasiado tranquilo para condenarlo a una muerte fácil. 

Sin embargo, Icaros no parecía agitado, como si esto fuera algo que ya esperaba. Era muy consciente de que lo que había hecho era algo que nunca podría ser perdonado. 

—Si eso es así, entonces mátame ahora... Vamos. ¿Por qué todavía no me matas? 

—Necesito que me digas todo lo que sabes antes de morir. 

La boca de Icaros se retorció ante esta declaración. 

—¿Crees que te daré algo? 

—Si realmente crees en hacer del mundo un lugar igualitario, si realmente crees en tus convicciones, entonces sí, lo creo. 

—¿Qué? 

Frente a un Icaros confundido, Desir sacó algo de su pad de comunicación y se lo mostró. 

En el pad de comunicación, había un mapa cubierto de puntos azules. Mostraba las ubicaciones de los Mundos de las Sombras que habían aparecido por todo el continente y las ciudades que habían fracasado en su erradicación, ciudades que habían caído ante la erosión. 

Icaros, que había estado mirando el mapa durante un tiempo, dedujo la información de este mapa, aunque Desir no había dicho una palabra. 

—¿Las torres construidas por todo Divide fueron para crear Mundos de las Sombras? 

—Exactamente. 

Icaros había intentado previamente descubrir el plan de Skull Mask, pero terminó profundamente involucrado en la construcción de las torres, así que simplemente sumó dos más dos y obtuvo una respuesta. 

—Si esto sigue así, la humanidad será destruida por Skull Mask. Será imposible llevar a cabo tus ideales si no sobrevivimos. Y para hacerlo, necesito más información. 

—… 

Icaros leyó en silencio la información trazada en el pad de comunicación. El movimiento de cada país también se mostraba de cerca en el panel. 

Observó estos movimientos antes de hablar en un tono que indicaba que las cosas habían sucedido fuera de sus expectativas. 

—Todos los países del continente se han unido con un solo propósito. 

Países poderosos y países débiles. 

Gente del norte y gente del continente. 

Enemigos y aliados. 

Cuando se produjo una catástrofe que amenazó a todo el continente, la humanidad se unió como una sola, desechando temporalmente todo lo que se interponía entre ellos. 

A través de este acontecimiento, por un instante, Icaros pudo vislumbrar la realización de algunos de los ideales que había perseguido a un gran costo y con poco éxito. 

La unión de la nobleza y los plebeyos. 

Una utopía donde todos podían ser felices sin discriminación. 

«... Está claro quién tenía razón». 

Se sintió como si la oscuridad se intensificara entre los dos. 

Dos pares de ojos, tan oscuros y profundos como el abismo, se reflejaban el uno en el otro como espejos. 

El silencio se extendió hacia lo que parecía una eternidad. 

Icaros miró el mapa una vez más, antes de levantar la cabeza. 

—... Tengo información que podría ayudarte. 

Después de un tiempo, finalmente habló. 

—Cuando los forasteros se apropiaron de Divide, me ocupé de todos los asuntos internos del reino. Las torres construidas en Divide fueron hechas por mis propias manos. Cuando Skull Mask estableció estas torres, las investigué para tratar de averiguar cuál era su propósito, o cómo funcionaban. Fui capaz de descubrir una cosa. 

Mientras Icaros y Skull Mask cooperaban entre sí, seguían sospechando el uno del otro, negándose a confiar plenamente el uno en el otro. 

Al final, la relación de los Forasteros fue una construida sobre el egoísmo de personas que trabajaban por algo similar. 

—Las torres construidas en Divide no tienen sus propias fuentes de energía. En su lugar, hay una instalación dentro del Palacio de Pittsburg que da energía a todas las torres. La denominé como la “fuente de energía”. 

En ese momento, Desir recordó algo y su cara se tensó. 

Icaros, cuando lo vio, preguntó. 

—¡Ajá! Veo que estás familiarizado con ello, ¿no? 

Cuando Desir estaba pasando a través de las barreras del Palacio Real, en medio de la operación para rescatar a Katerina Swan, sintió un flujo masivo de maná bajo el palacio. 

Aunque solo pudo detectar una pequeña cantidad, la energía que el maná poseía era bastante vasta. 

Cuando Desir relató esos recuerdos, Icaros asintió con la cabeza. 

—Lo que sentiste sería la “fuente de energía”. Las otras torres dejarán de funcionar si la destruyes. Pero hacerlo es casi imposible. 

Icaros le pidió a Desir que desplegara un mapa en su pad de comunicación y señaló cuatro torres. 

—Estas cuatro torres fueron construidas de manera ligeramente diferente al resto de ellas. En ese momento no entendí el porqué, pero ahora estoy bastante seguro de su propósito. Estas cuatro son responsables de resguardar la fuente de energía bajo el Palacio de Pittsburg. 

Esa fue la información clave que Icaros le dio a Desir. Compartió todo lo que sabía, como si hubiera renunciado a hacer todo él mismo. 

Habiendo compartido todo lo que sabía, Icaros no pudo evitar preguntarle a Desir algo que le había estado molestando. 

—¿Realmente me crees? ¿Por qué no me estás probando con preguntas, tratando de averiguar si te estoy engañando? 

—¿Hmm? Oh, estoy seguro de que eso no es necesario. 

Desir sabía muy bien que Icaros era una persona que haría cualquier cosa por sus convicciones. 

En otras palabras, significaba que mientras Desir anduviera por un camino que coincidiera con sus creencias, no tenía razón para mentir. 

—Bien, entonces. 

Desir dio un paso atrás. 

La conversación había terminado. Ya no había nada que hacer aquí para él. 

—Ah, Desir Arman. 

Cuando Desir miró a la llamada de Icaros, pudo ver una media sonrisa tallada en su cara cubierta de cicatrices. 

Desir sintió instintivamente que esa era la sonrisa que Icaros le haría a un viejo amigo. 

—Espero que tengas éxito. 

Esta se había convertido en la última voluntad de El Revolucionario. 




Wednesday, October 28, 2020

La Magia de un Retornado Debe Ser Especial - Capítulo 249 - Novela en Español



Capítulo 249 - Reunión (6)


Decenas de miles de volantes caían sobre Pittsburg, la Ciudad de los Dragones. 

Brepon, el líder de los Janissaries, y ahora oficialmente jefe de la División de Dragones Voladores, se sentó en la sala de mando y observó los volantes que revoloteaban. 

“El arma secreta creada bajo la dirección de Su Majestad, Clora Ars F. Baldershu, ha allanado el camino a la victoria de Divide. Esta guerra terminará pronto, y el resultado ya es evidente”. 

«Un arma secreta». 

Brepon sonrió con un toque de autoburla. 

La frase de propaganda en sí misma no estaba equivocada. 

Si se ignoraba el hecho de que las armas secretas eran quimeras y homúnculos, un tema tabú y el arma definitiva de los Forasteros, respectivamente, el pueblo se regocijaba al saber lo poderoso que se había vuelto su reino. 

También estaba el hecho de que Divide era responsable de que los Mundos de las Sombras asolaran el continente a un nivel más allá de lo que se había visto antes. 

Divide había desatado la peor catástrofe de la humanidad. 

Cuando Brepon miró al cielo, notó que caían volantes diferentes a los anteriores. 

Durante el último medio año, los medios de comunicación locales de Divide se habían centrado en discutir la falsedad de las otras naciones de la Unión del Reino Occidental, y en rechinar los dientes ante la maldad del Imperio Hebrion. Hablaban de cómo habían repelido a las malvadas Fuerzas Aliadas que habían permitido gustosamente la persecución de otros países, impulsados únicamente por su codicia. 

«Hay algo que está mal en esto». 

La Familia Real de Divide limitaba el flujo de información a su gente. 

No fue una sorpresa que los ciudadanos de Divide aceptaran estas falsas narraciones. No tenían nada más con qué compararlo. 

Esto no era diferente de quitarles su capacidad de razonar, en lugar de unirlos en su odio contra un enemigo ficticio. 

«Algo ha estado mal desde el momento en que el Capitán Aaron fue ejecutado». 

Mientras Brepon estaba en profunda contemplación, un soldado entró y le informó de que el Rey de Divide, Clora Ars F. Baldershu, estaba llegando. 

Brepon y los demás oficiales se pusieron en guardia. 

Poco después, Pierrot Mask, asumiendo la apariencia del Rey Clora, ingresó a la sala de mando. Mientras entraba, miró a Brepon antes de hablar. 

—He venido a ver la situación por mí mismo. 

—Su Majestad, usted es el líder del ejército. Siempre es bienvenido aquí. 

—Gracias. 

Dejándolo así, Pierrot Mask caminó hacia un enorme espejo que colgaba en medio de la sala de mando. 

Era el Espejo que Alberga Sombras 

Fue gracias a este artefacto de Clase S que los Forasteros lograron desaparecer, pero aun así seguían operando en secreto desde las sombras. 

El artefacto era capaz de reunir información sobre cualquier evento que ocurriera en el continente. Ningún artefacto podía acercarse al rango, detalle y velocidad con la que el Espejo que Alberga Sombras podía reunir información. 

«Gracias a este artefacto, fuimos capaces de descubrir que las Fuerzas Aliadas se están reuniendo en un solo lugar». 

Brepon, que no era consciente de que se trataba de un artefacto de los Forasteros, solo tenía un pequeño grado de preocupación por la repentina aparición de una herramienta tan poderosa. Después de todo, nunca había oído hablar de un artefacto como este en la Familia Real. 

Por supuesto, ese fue todo el pensamiento que le dio al asunto. En este momento, este artefacto era invaluable para su operación, y estaba mucho más agradecido que curioso. Sin él, podrían haber sido repelidos por este repentino ataque de las Fuerzas Aliadas. 

Divide estaba en la afortunada posición de conocer el movimiento de las Fuerzas Aliadas a través de este artefacto, y se apresuró a reacomodar sus propias fuerzas para igualarlas. 

Serían capaces de derrotar a las Fuerzas Aliadas de una vez por todas si los refuerzos se unían a esta primera línea. 

Esta no era la única información que habían encontrado en el Espejo de las Sombras. 

—¿Ya han aparecido? 

Brepon se dio cuenta rápidamente de lo que Pierrot Mask pretendía y respondió. 

—Estaremos al acecho, Su Majestad. 

—Ya casi es hora de que vengan aquí. 



* * * * * 

Conferencia en la República de Arunbeth. 

Las élites de todos los países invaden desde la costa oeste de Divide usando un barco volador... 

* * * 



Divide ya había descubierto el plan de Desir. 

Ellos responderían en consecuencia. 

Mientras reforzaban su defensa para evitar que las Fuerzas Aliadas atravesaran la frontera oriental, se desplegaron magos para interceptar a la nave voladora en los lugares desde donde era más probable que entrara. 

Podría decirse que fue un error de Desir no darse cuenta de la existencia de un artefacto como el Espejo de las Sombras. 

—Me estaba preguntando qué tipo de cara pondrá cuando su último intento de aproximación se frustre. 

Los labios de Pierrot Mask se enroscaron en una ligera sonrisa. 

La victoria de Divide era tan clara como el día. 

Todos los planes de su oponente habían sido revelados y contrarrestados. 

Si los ataques de las Fuerzas Aliadas fallaban e incluso su ataque sorpresa por medio de una nave voladora fallaba, la guerra terminaría con la victoria completa de Divide. 

Todos los oficiales de la sala de mando coincidieron. 

La atmósfera dentro de la sala comenzó a animarse cuando los oficiales comenzaron a entusiasmarse, la posibilidad de ganar una guerra contra el resto del mundo estaba a su alcance. 

—¡C- Comandante! 

Un oficial de comunicaciones interrumpió la atmósfera y abrió la puerta de la sala de mando a toda prisa. Su cara estaba pálida. 

—¿Qué sucede? 

Brepon sintió que la inquietud le carcomía las tripas. 

Con los ojos de todos en la sala de mando concentrados en él, el oficial de comunicaciones abrió la boca. 

—Una de las torres que generaba los Mundos de las Sombras se ha derrumbado. 

—¿¡QUÉ!? 

A Brepon se le quitó el buen humor. 

La atmósfera en la sala de mando se congeló instantáneamente. 

—El equipo de observación mágica detectó una onda de maná muy poderosa. El lugar de ocurrencia fue la Torre 2. Alguien debe haber destrozado la torre con una magia poderosa. 

—¡Deben ser las Fuerzas Aliadas! 

La Torre 2 se encontraba en la ruta que se predijo que tomaría la nave voladora. Era evidente que su unidad de fuerzas especiales se había movido como se esperaba. 

—Pero no hubo ningún informe de la unidad que monitorea esa ruta... 

Magos habían sido emplazados a lo largo de toda esa ruta. Se les ordenó interceptar la nave voladora y reportar la vista del enemigo para comandar de inmediato. 

Sin embargo, el hecho de que todavía no hubiera ningún informe significaba que no habían encontrado nada. 

Brepon trató de entender la situación. 

—¡Es una aeronave gigante! ¡¿Cómo no se han dado cuenta?! 

Aunque la nave era probablemente rápida, su motor debía tener un reactor mágico para usar piedras de maná como combustible, lo cual era extremadamente escandaloso. 

No podían entender cómo las Fuerzas Aliadas habían pasado por allí, aunque conocían su ruta de antemano y la observaban cuidadosamente. 

«¿Utilizaron otro método en lugar de una nave voladora?». 

Cuanto más reflexionaban sobre esto, más sospechaban que la información del artefacto era falsa. Si era correcta, entonces acababa de ocurrir algo que desafiaba todo el sentido común. 

—¿Han averiguado dónde se encuentra el enemigo ahora? 

Brepon decidió resolver la situación de inmediato en lugar de preocuparse por lo que no podía entender. 

Pero una respuesta desesperada llegó a su pregunta. 

—... Dijeron que todavía no pueden averiguar dónde está el enemigo. 

—Maldición... —Brepon apenas reprimió otras blasfemias más vulgares. 

Estaba claro que existía un enemigo, pero no podían descubrirlo. ¿Qué clase de fantasmas eran? 

«¿Cómo entraron y dónde desaparecieron?». 

Brepon no era el único que tenía una mirada extremadamente preocupada y confusa. Clora Baldershu, más bien, Pierrot Mask, también fue engañado. 

—¿Por qué fueron a la Torre 2, de entre todas las torres... 

Pierrot Mask comprobó una y otra vez el número de la torre que había sido destruida. Sin embargo, por mucho que intentara negar la realidad, nada cambiaba. 

Murmuró con una mirada bastante ansiosa. 

—¿Fue una simple coincidencia... o acaso...? 

La voz de Pierrot Mask se ahogó en el caos que sembraron los oficiales militares. 



* * * * * 


* * * * * 



—Tu magia ha alcanzado un nivel asombroso. 

Una aeronave. 

Alguien se acercó a Desir, que estaba ocupado mirando por la ventana. El cuerpo que se le acercaba era lo suficientemente grande como para proyectar una sombra que cubría a Desir por completo. 

Desir reconoció el enorme cuerpo e inclinó la cabeza. 

—Gracias por el cumplido. Señor del Norte. 

—No es solo un halago. Un mago de tu nivel sería difícil de encontrar en cualquier parte del continente. 

Donovan alabó a Desir después de presenciar el hechizo que acababa de destruir la torre de un solo golpe. 

Las torres a las que estaban apuntando en todo Divide estaban hechas de Blankšum, así que destruirlas era una hazaña casi imposible. Sin embargo, Desir se las había arreglado para lograrlo. 

—Un hechizo como ese es mucho más fuerte que cualquier cosa que haya visto antes. 

Donovan habló mientras recordaba al Desir que había encontrado en su tierra en lo que se sentía como apenas el otro día. 

—Pero hoy no puedo sino felicitar a esta nave. 

Donovan miró por la ventana, cautivado por lo que estaba presenciando. 

—Una nave tan enorme, capaz de volar... Nunca pensé que vería el día. 

La nave en la que viajaban era demasiado grande para ser llamada aeronave. Era mejor llamarlo portaaviones volador. 

—Es realmente una tecnología maravillosa. 

Una voz se inmiscuyó en su conversación. 

Se trataba de la Santa Priscilla. 

—¿Quién podría haber pensado que una máquina voladora se movería un día más rápido que los trenes, manteniendo su sigilo? 

El buque insignia celestial, Valkiria, era un vehículo volador hecho con la tecnología más avanzada disponible en la Torre de Magia, su velocidad máxima era de 190 nudos (350 km/h). 

Además, gracias a la tecnología de sigilo que se había creado a partir del artefacto Blue Rose que Desir dio a Romantica, era imposible de observar con el ojo y el oído humano. También era capaz de evadir la magia de detección, aunque por breves períodos. 

Mirando al suelo que pasaba velozmente por delante de ellos, vieron pasar a los soldados de Divide, que marchaban sin darse cuenta de que una enorme nave voladora pasaba por encima de ellos. 

No habría mejor demostración de lo excelente que era la capacidad de sigilo de la Valkiria. 

—Realmente te has superado a ti mismo con esto, Desir.

—Yo solo ayudé indirectamente. Independientemente de si es el pasado o el futuro, solo el Maestro de la Torre de Magia es capaz de hacer algo como esto.

Desir sonrió, pensando en lo que había pasado en el último medio año. 

El buque insignia celestial, Valkiria, había sido el máximo objetivo que Zod Exarion había querido alcanzar como ingeniero. 

En la vida pasada de Desir, Zod a menudo se lamentaba del hecho de que no podía disfrutar de su vida satisfactoriamente como ingeniero. 

Cuando surgió el Laberinto de las Sombras, se vio obligado a descartar su posición de Maestro de la Torre y a cargar con su título como el solitario mago de 7º Círculo. 

Desir recordaba estas escenas de frustración tan claramente como si hubieran ocurrido ayer. La mayoría de las veces, Zod despotricaba mientras jugaban al ajedrez. 

Armado únicamente con la idea general del diseño, Desir transmitió a Zod lo que recordaba, y este lo utilizó para diseñar y construir la Valkiria durante el último medio año. 

La construcción de la Valkiria era algo que el Zod del pasado había descartado, considerándolo como imposible, algo que nunca sería capaz de completar en su vida. 

Ahora, Zod había cumplido, sin saberlo, con la ambición de su vida pasada, completando sin problemas un navío único en su clase. 

Gracias a la dedicación del Zod que Desir conoció en el Laberinto de las Sombras, pudieron infiltrarse en la Divide de hoy sin interrupción, haciendo una especie de burla ante sus esfuerzos por detenerlos. 




La Magia de un Retornado Debe Ser Especial - Capítulo 248 - Novela en Español



Capítulo 248 - Reunión (5)


El interior de la ciudadela era caótico. 

Esto no era ninguna sorpresa, ya que tanta gente estaba agrupada en un solo lugar. 

Desir se detuvo por un momento, contemplando este enjambre de actividad. 

Lo primero que le vino a la mente fue el sabor agridulce de estar rodeado una vez más por los colegas con los que había pasado tanto tiempo en el Laberinto de las Sombras en su vida anterior. 

El Gran Sabio, Zod Exarion. 

La Santa de Artemisa, Priscilla Heisilgard. 

El Gobernante de la Región del Norte, Donovan Asylan. 

El Gran Maestro de la Espada, Raphael Cheringer. 

Y la Espadachina Mágica del Amanecer, Adjest Kingscrown. 

Estos cinco en particular ocupaban un lugar especial en su corazón. Algunas emociones que ni siquiera había experimentado en su vida anterior, comenzaron a surgir. 

Estas fueron las cinco personas con las que unió sus fuerzas para eliminar a Boromir Napolitan, el Dragón de la Destrucción, las cinco personas a las que había asistido en la batalla una y otra vez, y las cinco personas con las que casi consiguió despejar el Laberinto de las Sombras. 

Sin embargo, no eran las únicas personas presentes. 

Desir había tomado nota de la verdadera élite entre los grupos a los que había ayudado durante el último medio año. Incluso reunió a estudiantes de la Academia Hebrion que tenían el potencial y la fuerza de voluntad para someterse a su notorio régimen de entrenamiento. 

«Esta es la unión más fuerte de la humanidad». 

De acuerdo con la línea de tiempo original, fue solo hacia el final del Laberinto de las Sombras que lograron este tipo de unión de poder. La humanidad fue incapaz de unir sus fuerzas a pesar de enfrentarse al peor desastre de la historia. 

El Imperio Hebrion y la Unión del Reino Occidental seguían antagonizándose hasta el amargo final, y los bárbaros del norte no estaban dispuestos a interactuar con otros países. 

Fue una unión por necesidad que se constituyó únicamente tras darse cuenta de lo mucho que todos podían perder. Sin embargo, en última instancia, esta acción no tenía sentido; se habían reunido demasiado tarde. 

Pero ahora, la situación era diferente. 

El día en que se unieron y se congregaron no era demasiado tarde. Todavía tenían tiempo suficiente para frustrar el plan de Skull Mask. 

Desir comenzó a hablar mientras sentía que algo crecía en su mente. 

—No es exagerado decir que los miles de años de historia de la humanidad son sinónimo de sangre y guerra. 

La plática en la habitación se desvaneció lentamente, y pronto se quedó lo suficientemente silenciosa como para que se escuchara la caída de un alfiler. 

—Las nacionalidades de las personas aquí presente varían mucho. No hace mucho, su país podría haber estado en guerra con el país de quien está sentado a su lado. 

Había suficiente silencio para que la gente reunida pudiera oírse respirar. 

—Pero en este momento de la historia, nos hemos reunido aquí dejando atrás nuestro odio, aunque sea solo por un momento. 

Desir miró a su alrededor, asegurándose de hacer contacto con los ojos de todas y cada una de las personas. 

—Es realmente un honor para mí estar en esta posición. Comenzaré con la sesión informativa final. 

Desir sacó una vara de su bolsillo dimensional y la golpeó en la mesa. En ese momento, una pequeña ola fluyó de la punta de la vara, y un mapa tridimensional del continente apareció, permitiendo a todos los sentados en la gran mesa redonda tener la posibilidad de verlo. 

Se marcaron puntos azules en el mapa. Estas eran las líneas de batalla contiguas al Reino de Divide. 

—Nuestra posición actual en la guerra con Divide está lejos de ser favorable. Las fuerzas de Divide, gracias al uso de quimeras y homúnculos, son extremadamente poderosas. Apenas estamos aguantando tal como estamos. 

Esta situación no supuso un shock para ninguno de los reunidos. Esto era algo de lo que todos eran muy conscientes. 

—La razón de esto, como todo el mundo sabe, es debido a la utilización de los Mundos de las Sombras como armas por parte de Divide. Antes de lanzar su invasión, el Reino de Divide utilizó una tecnología desconocida para convocar a una amplia variedad de Mundos de las Sombras de alto nivel en todo el continente, obligando a todas las naciones a dividir su ejército entre el despeje y la lucha contra la invasión. Cada vez que entramos en batalla, nuestros ejércitos se ven forzados a situaciones desfavorables y en consecuencia sufrimos enormes pérdidas. 

El mapa parpadeó, cambiando de un nivel continental a un mapa enfocado en el Reino de Divide. Cabe destacar que había cuarenta y siete torres marcadas a lo largo del territorio. 

—Para romper este ciclo, debemos evitar que Divide cree más Mundos de las Sombras. Para ello, necesitamos conquistar estas torres construidas dentro de Divide, que son la causa de estos Mundos de las Sombras. 

Posteriormente, los puntos rojos del mapa comenzaron a parpadear por todas partes. Estos eran los lugares donde los Mundos de las Sombras serían creados por Skull Mask en un par de días. 

—Pero nuestra tecnología ha avanzado. Podemos predecir la aparición de los Mundos de las Sombras artificiales de Divide, lo que significa que ahora podemos responder a los Mundos de las Sombras con una distribución óptima de fuerzas. Algo que no podíamos hacer antes. 

A diferencia de los Mundos de las Sombras creados naturalmente, los Mundos de las Sombras artificiales creados por Skull Mask aparecerían en lugares y momentos casi imprevisibles. 

Debido a esto, cada país se veía obligado a retener una considerable parte de su fuerza de combate en caso de que apareciera un Mundo de las Sombras de alta complejidad. 

Por consiguiente, las fuerzas aliadas se encontraban en una situación en la que una parte sustancial de todo su ejército estaba atado en vano. No obstante, esta situación había sido resuelta gracias a un producto que Zod había desarrollado. 

—Un mínimo de 150.000 soldados serán liberados gracias a esto para unirse a las líneas frontales. Con estos refuerzos, podremos lanzar contraataques, en lugar de sentarnos a esperar a que Divide nos haga pedazos. 

—Los 150.000 soldados no son ciertamente insignificantes. Pero... 

Una voz muy gruesa y digna sonó. 

Un hombre corpulento, vestido con una gruesa armadura con hombreras de piel, expresó sus pensamientos, con la mirada pegada al mapa que tenía delante. 

—Pero la diferencia de poder entre Divide y nuestras fuerzas es enorme. No creo que podamos revertir la situación sólo con esos refuerzos. Al final, lo que tenemos que hacer es derribar esas torres, pero aun así no tendremos suficiente poder para avanzar tanto en Divide. Cada nación necesitaría drenar sus fuerzas de los Mundos de las Sombras al mínimo solamente para que tengamos una oportunidad, y ¿qué bien haría eso si su país se pierde de todos modos? 

El argumento de Donovan fue suficiente para ganar el acuerdo de muchos. 

Desir asintió. Después de todo, era un punto razonable. 

—Así es. Incluso si se movilizan 150.000 soldados, su poder es un poco inferior al de Divide. Mientras existan reservas suficientes para despejar los Mundos de las Sombras, podremos exprimir un poco más a las fuerza de combate. Sin embargo, si queremos salir adelante, entonces nuestras fuerzas aliadas necesitarán... 

Desir sonrió y movió su dedo. 

Las piezas de ajedrez sobre la mesa, que simbolizan la posición actual de sus ejércitos, comenzaron a moverse. 

El silencio se apoderó de la sala de reuniones mientras todos se concentraban en su movimiento. Todos entendieron lo que Desir tenía en mente. 

—... renunciar a nuestro asedio. 

Las Fuerzas Aliadas estaban en estos momentos rodeando a Divide. 

Un cerco de este tamaño implicaba rodear a tu oponente y obligarlo a enfrentarse a ti en múltiples frentes a la vez. 

Era una forma efectiva de contener al enemigo, forzándolo a extender su poder sobre un área más amplia. Si un sector era demasiado débil, instantáneamente se pinzaba y se derrumbaba. 

En este escenario, también tenía el beneficio adicional de asegurar que las Fuerzas Aliadas serían capaces de mantener la comunicación en un área más amplia. Mientras el asedio nunca se rompiera, su tecnología de comunicación estaría a salvo, protegida detrás de su línea defensiva. 

Esta fue la estrategia más razonable para las Fuerzas Aliadas, dado que todo el continente tenía que defenderse de un solo reino. 

Renunciar a esta estrategia significaba una cosa: 

En lugar de intentar ralentizar a Divide en todos los demás campos de batalla, invertirían toda su fuerza en una confrontación final. El mapa se iluminó para tener una vista de todo el campo de batalla. 

—Manteniendo los frentes norte y sur con un mínimo de tropas, podemos concentrar toda nuestra fuerza en la línea de batalla del este. Entre las tropas que movamos de allí y los 150.000 refuerzos, deberíamos ser capaces de atravesar la línea de batalla del este. 

Desir había colocado todas las piezas de ajedrez, independientemente de su clase y tamaño, en un lugar: un punto estratégico clave, un estrecho paso que se encontraba en el punto fronterizo entre Divide, Hebrion y Lemton. 

Donovan habló, su voz claramente traicionaba lo nervioso que estaba. 

—Esta es una gran apuesta. No es una buena idea apostar cuando estás en una mala situación. 

—Definitivamente tiene razón, Donovan. Estamos con la espalda en la pared. Pero... 

Desir habló con confianza, mirándolo fijamente a los ojos. 

—…Debido a que estamos siendo presionados, esta es la única manera en que tendremos una oportunidad de ganar. A pesar de tener una ligera ventaja, si es que alguna vez la tuvimos, separamos nuestras fuerzas y presionamos a Divide por igual desde todos los flancos. Eso fue todo lo que hicimos. 
Al principio de la guerra, con la información que teníamos, fue un movimiento inteligente. Sin embargo, rápidamente se hizo evidente que ninguna de nuestras líneas de batalla es capaz de igualar el poder de Divide, no con sus quimeras y homúnculos. Hemos repartido nuestras tropas, y no hemos obtenido ni una sola victoria desde entonces. Esta estrategia nunca tuvo oportunidad contra fuerzas superiores. 

Esta era una situación de éxito o fracaso. 

Si lograban atravesar la línea de batalla de esta manera, probablemente podrían derribar una o dos torres. 

El simple hecho de derribar una sola torre les daría a las fuerzas aliadas un muy necesario respiro; ralentizar o impedir la creación de los Mundos de las Sombras liberaría más fuerzas de reserva, lo que a su vez les ayudaría a presionar y derribar más torres. 

—Skull Mask es muy astuto. Se dará cuenta de que nuestro plan es este. 

Este fue el punto de inflexión. 

Desir miró el mapa. 

Parecía un pescador mirando la superficie del agua con una caña de pescar. 

—Skull Mask mirará hacia el este. Se dará cuenta de nuestro objetivo, y nos detendrá utilizando cualquier medio que pueda movilizar. Estallará en una guerra total. El Rey de Divide liderará a todas las tropas de su país y se dirigirá a la línea de batalla del este para contrarrestar. 

Los ojos de Desir se dirigieron hacia la Santa. 

Priscilla Heisilgard. 

Ella poseía una habilidad, Milagro de Dios, que le permitiría curar rápidamente cualquier herida. Había demostrado ser esencial en el Laberinto de las Sombras, y lo haría de nuevo aquí. 

—La línea de batalla del este donde las principales fuerzas de Divide serán desplegadas. Así que en vez de eso, desde aquí... 

Desir Arman apuntó su vara al mapa una vez más, moviéndola hacia la parte inferior izquierda del mapa. 

Al oeste de Divide. 

El mapa estaba pintado de azul. 

El mar. 

—…Contraatacaremos. Todos ustedes reunidos aquí atacarán el oeste desprevenido de Divide y destruirán todas las torres. 

Este era el último plan de Desir. 

—Este plan nos permitirá tener el máximo efecto con el menor número de tropas. Todos ustedes formarán el núcleo de este plan. Ustedes son lo más grande que la humanidad tiene para ofrecer. Eso los convierte en la más grande punta de lanza de esta misión. 

Desir habló en un tono firme y confiado. 

—La clave de esta operación es la rapidez y el sigilo. El Maestro de la Torre de Magia y yo nos hemos preparado mucho para esto. Hemos construido una aeronave modernizada, construida específicamente para esta operación, para permitirnos infiltrarnos sigilosamente en Divide. 

En el holograma, apareció la forma de una enorme nave voladora. Bastantes personas en la sala soltaron expresiones de asombro, una o dos incluso aplaudieron. 

Zod Exarion se encogió ligeramente de hombros como si no fuese nada. 

Era fácil de olvidar, no sólo era el mejor practicante de magia, sino también el mejor inventor. Había una razón por la que se ganó el puesto de Maestro de la Torre de Magia. 

—Los Paladines de Artemisa y la propia Santa nos ayudarán durante nuestras operaciones. Sus poderes de curación asegurarán nuestra supervivencia. 

Los ojos de Desir Arman se dirigieron a la Santa. 

La Santa sonrió cuando sus ojos se encontraron con los de él. 

—Al mismo tiempo, los grandes guerreros del norte tomarán la delantera. Estos grandes cazadores del norte eliminarán el juego conocido como Divide. 

Los ojos de Desir se fijaron en el gran hombre de la habitación. 

Era el rey de los grandes cazadores del norte, el Gobernante del Norte. 

Donovan asintió, después de escuchar el plan de Desir. 

—El escudo del Imperio los protegerá a todos ustedes. Ningún ataque podrá dañarlos. 

El hombre de cabello rubio sonrió tímidamente. 

Por supuesto, se trataba de Raphael Cheringer, el capitán de la Guardia Real, así como el que se había ganado el título de Gran Maestro de la Espada. 

No había ningún espadachín más fuerte en este continente. 

—Hemos reunido aquí a muchas personas con talento, de todo el continente. Sé que todos ustedes lucharán con valentía. 

Adjest Kingscrown. 

La más grande Espadachín Mágico de toda la humanidad. Una mujer que un día alcanzaría la cima de la esgrima y la magia. 

—Y yo haré todo lo posible para apoyarlos. 

Y finalmente, Desir Arman, el Antimago por excelencia de la humanidad. 

—Debemos atacar las torres esparcidas por todas partes en el menor tiempo posible. Por lo tanto, debemos movilizarnos de la siguiente manera. En primer lugar ... 

Desir no pudo evitar verse envuelto en sus propios pensamientos, mientras repartía orden tras orden. 

«Frente a un enemigo común, la humanidad se ha unido más decididamente que nunca». 

No había naciones separadas, solo un ejército. 

«Nuestra tecnología ha avanzado hasta donde debe estar, y tenemos una estrategia completa». 

Desir inclinó la cabeza. 

—…Bueno, todavía no podemos permitirnos bajar la guardia. 




La Magia de un Retornado Debe Ser Especial - Capítulo 247 - Novela en Español



Capítulo 247 - Reunión (4)



Guiltian miró a Adjest con una mueca. 

—Eso fue increíblemente grosero. 

Frente a Guiltian, Adjest sintió una presión abrumadora de su Aura. Aunque su compostura exterior no lo reveló, internamente comenzó a desmoronarse poco a poco. 

«No debería retroceder aquí. No, no puedo renunciar aquí». 

Adjest se mantuvo firme. Se mordió los labios y miró a Guiltian sin evitar su mirada. 

—Lo siento, Su Majestad. Sin embargo... 

Una extraña sensación comenzó a aparecer en los ojos normalmente impasibles de Adjest. 

Miró a Guiltian con una mirada llena de llamas de pasión. 

—Por el bien de nuestro Imperio, el plan de Desir debe ser llevado a cabo. Y para que ese plan se haga realidad, se requiere de la Lanza de Longinus y de mi sangre real. 

Después de rebelarse abiertamente contra el Emperador, no sería sorprendente para nadie más ser decapitado inmediatamente. Ni siquiera una Primera Princesa podría escapar de las graves consecuencias de tal acción. 

A pesar de saber esto, Adjest se negó a renunciar. 

—¿Estás diciendo que ignorarás mi orden y te irás de todos modos? 

—...Al final, si no me lo permite, haré lo que deba hacer. 

Era una atmósfera inestable como la que se ve al caminar sobre hielo delgado. El más mínimo paso en falso podía hacerla añicos. 

—¡Ja, ja, ja, ja! 

Guiltian, que había estado mirando fijamente a Adjest, estalló en una risa sincera. 

Algo estaba mal; la risa rompió completamente la atmósfera tensa. 

—Ese muchacho es algo más. Tú también debes creer en él. 

Adjest no podía entender lo que había sucedido. Su cara reveló su deseo de preguntar qué había pasado. 

—Si te unes, el plan de Desir seguramente tendrá éxito. 

Guiltian se levantó del trono y comenzó a caminar por el salón real. 

—No tienes que preocuparte. Desde el principio, tuve la intención de aceptar la petición de Desir. 

—¿Qué es lo que...? 

—Fue bajo mi orden que Raphael te dijo eso. 

Los ojos de Adjest se abrieron de par en par. 

—Antes de aceptar, quería saber lo que realmente pensabas. Viendo que viniste aquí en el mismo día, y lo mucho que luchaste en este momento, puedo decir que definitivamente quieres unirte a él. 

Paso a paso, Guiltian finalmente se paró frente a Adjest. 

—Sé que tus habilidades son excelentes. Pero después de lo que le ocurrió a Katerina Swan, me di cuenta de que había tomado esta situación demasiado a la ligera. Así que te convoqué al Palacio Imperial para asegurarme de que estuvieras a salvo. 

De repente, Guiltian se arrodilló y alcanzó el nivel de los ojos de Adjest. 

—Pero tú no entiendes el corazón de este padre, y sigues esforzándote. El cielo te ha otorgado talentos tan grandes que no tienes otra opción que ir al campo de batalla. 

Adjest tenía un talento prodigioso tanto en magia como en espada, así como un talento significativo como comandante, teniendo un extraño don para la estrategia militar. 

No era una exageración decir que tenía el mejor potencial de toda la humanidad. 

Además, este talento había sido refinado por Desir. En un futuro cercano no había dudas de que sería la humana más fuerte, tanto del pasado como del presente. 

Guiltian conocía su talento mejor que nadie. 

Sin embargo, ¿quién podría ver a su propia hija precipitarse a situaciones de vida o muerte sin hacer un escándalo? 

Guiltian no podía tolerar la idea de que Adjest pusiera su vida en riesgo en peligrosos campos de batalla. Por lo tanto, la trajo de regreso al Palacio Imperial. 

—Pero ahora que lo pienso... me alegro de que hayas crecido así. Me siento muy agradecido a Desir por haberte cambiado de esta manera. 

Guiltian definitivamente sabía la importancia del plan de Desir. Una persona como él no podía ser ignorante de tal hecho. 

Sin embargo, él planificó esta situación para que la decisión fuese tomada por la propia Adjest, en lugar de ser forzada por él. 

Ella tenía que elegir su propio destino. 

Habiendo llegado a tal conclusión, la despidió. 

—Puedes retirarte, Adjest. Ve y demuestra que tu elección fue la correcta. 

Adjest notó la calidez que Guiltian mostró a través de sus acciones, incluso si era demasiado orgulloso para expresarlas directamente. 

Se inclinó en agradecimiento. 

—Aceptaré esta orden imperial. 



* * * * * 



—Casi hemos llegado, Su Alteza. 

Cuando Adjest miró por la ventana del carruaje ante el anuncio de Raphael, una ciudadela había empezado a aparecer a lo lejos. 

Solo había dos ocupantes del carro que traqueteaba a lo largo del camino, Adjest y Raphael. 

Aunque Adjest no fue consciente de ello, la petición de Desir incluía no dos, sino tres cosas: ella misma, la Lanza de Longinus, y a Raphael Cheringer. 

El Escudo de la Guardia Real entró en escena. 

Como su deber era proteger al Emperador, él no se aventuraba a salir del Palacio Leonhardt a menudo. Finalmente, sus ojos se posaron en la ciudadela. 

—Todo el mundo está ya reunido. Somos los últimos en llegar. 

—Ya veo. 

A pesar de estar todavía a varios kilómetros de la ciudadela, Raphael podía sentir claramente quién estaba dentro. Sin embargo, la demostración de esta asombrosa técnica no era nada nuevo para Adjest. 

En vez de sorprenderse, ella comenzó a pensar. 

«Todos están aquí». 

Adjest recordó lentamente sus palabras de despedida. En ese momento, su corazón se estremeció. 

«Finalmente te veré». 

Para ella, el último medio año había sido una eternidad. 

Tan pronto como se dio cuenta de que estaba a punto de encontrarse con ellos pronto, su corazón se dilató con anticipación. 

«Pero...». 

Un problema permanecía con Adjest. Era un problema que no podía ser resuelto, por mucho que ella se angustiara por ello. 

—Estás nerviosa. 

Raphael expresó la cuestión de hecho. 

—¿Tienes miedo de no poder ser de utilidad para Desir? 

Adjest, cuyos sentimientos se identificaron fácilmente, se volvió hacia Raphael sorprendida. 

En el momento en que sus ojos se encontraron, Raphael inclinó su cabeza ligeramente. 

—Por favor, perdóneme por mi grosería. 

—Está bien, Sir Raphael. Lo que ha dicho es realmente correcto. 

Adjest siguió tocando nerviosamente la Center of Ice que llevaba en la cintura. 

—No estoy segura de si puedo serle útil. Tengo miedo de acabar reteniéndolo. 

—Eso nunca sucederá. 

Raphael negó con firmeza con la cabeza. 

—Ten confianza en ti misma. Eres una maga poderosa, y has practicado esgrima con la tutela de un miembro de la Guardia Real. 

Jean Euremrin. 

El mejor espadachín del Imperio, alguien reconocido por el propio Emperador y dada la posición de la Espada entre la Guardia Real. 

Mientras que Raphael tenía el título de Gran Maestro de la Espada, un título que solo se daba al mejor espadachín de su generación, Guiltian había reconocido a Jean como el mejor espadachín del Imperio. 

En términos de espadachines puros, Jean sobrepasaba a Raphael. 

Había un concepto erróneo común de que Jean era demasiado viejo para llevar el título de Gran Maestro de la Espada, y que por esa suerte Raphael lo había conseguido. Sin embargo, eso estaba lejos de ser así; Raphael merecía ciertamente su título. 

—Solo puedo decir que mi espada es inmadura frente a él. Tú has estudiado con el mejor espadachín del continente. 

Adjest asintió. 

Durante su medio año en el Palacio Imperial, pudo entrenarse en la técnica de la espada bajo la dirección de Jean Euremrin en su tiempo libre. 

Fue una oportunidad que solamente consiguió porque él había regresado para lidiar con la repentina aparición de los Mundos de las Sombras en el Imperio Hebrion. 

*Traqueteo* 

El carruaje se tambaleó una vez. 

—Nadie más ha logrado entrenar con él. Sus habilidades con la espada son enigmáticas, algo que solo un genio entre los genios podría concebir. Pero lo has conseguido. Habrá pocas personas en este continente que sean capaces de superar a tu actual yo. 

Adjest sabía que sus palabras no eran exageradas o hechas en un intento de halagarla. Raphael Cheringer era un hombre que no decía mentiras. 

—Gracias, Sir Raphael. 

—Por nada. —Raphael sonrió a Adjest—. Ah. Supongo que alguien ha salido a recibir a Su Alteza. 

Al mismo tiempo que terminaba de hablar, el carruaje llegó a la puerta principal de la ciudadela. 

El jinete que estaba delante del carruaje golpeó la ventana dos veces. 

Fue la señal de que habían llegado. 

La puerta del carro se abrió y Adjest salió. 

Buscando al que Raphael había mencionado, su mirada se detuvo en una figura. 

—Ha pasado un tiempo, Adjest. 

Había localizado a Desir. 

La cabeza de Adjest se vació. Su corazón se detuvo. 

Obviamente, había pensado todo este tiempo en qué decir al encontrarlo, pero no se le ocurrió nada. 

Continuó vacilando entre la duda y algo indiferente. 

—Te he extrañado. 

Desir habló con una amable sonrisa. 

En ese momento, Adjest se dio cuenta de que sus preocupaciones no tenían sentido. 

No había necesidad de preocuparse. 

Acababa de escuchar lo que había anhelado, lo que había sentido como una eternidad. 

—Yo también te he hechado de menos. 

Adjest respondió con una sonrisa hacia Desir. 

En ese momento, escuchó la quejumbrosa voz de Romantica mientras se acercaba. 

—De verdad, ¿por qué llegas tan tarde? 

Adjest se alegró de ver que no había cambiado en absoluto desde la última vez que la vio hace medio año. 

—¡Ha pasado mucho tiempo, señorita Adjest! 

—¡Ha pasado mucho tiempo, hermana! 

Pram y Fizzlebang siguieron a Romantica. 

Posteriormente, los miembros de la Party Starling se reunieron uno tras otro. 

Adjest sonrió. 

—Encantada de volver a verlos, a todos. 

Era la tan esperada reunión después de seis meses de separación. 

Hablaron de cómo les había ido y pasaron un tiempo poniéndose al día. 

Sin embargo, el tiempo no era un lujo que pudieran permitirse desperdiciar. 

Cuando Raphael finalmente salió del vagón, después de esperar un rato, los miembros de la Party Starling que vieron su cara se sorprendieron. 

Raphael, el Gran Maestro de la Espada de esta generación, el caballero más fuerte del continente. 

Por no hablar del Imperio Hebreo, casi todos los ciudadanos de todas las naciones desarrolladas conocían su nombre. Era especialmente popular entre los estudiantes en formación de la Academia Hebrion, como resultado de su proximidad a la capital. 

Era imposible encontrar a alguien que no hubiera oído hablar de él. 

—¿El Emperador permitió que Raphael se movilizara también? 

—Sí, Desir lo convocó. 

Desde que Pram se convirtió en líder de la Guardia Lateral, tuvo muchas oportunidades de hablar con Raphael. En lugar de sorprenderse de verlo, como todo el mundo, se sorprendió de que a Raphael se le permitiera dejar el lado de Su Majestad. 

Raphael, que acababa de salir del carruaje, se acercó a Desir. 

—Ha pasado mucho tiempo, Sir Desir. Han pasado dos meses desde la última vez que despejamos ese Mundo de las Sombras en Dresde. 

Se dieron la mano. 

—Ha pasado mucho tiempo, Sir Raphael. Una vez más, espero que pueda mostrar su capacidad para satisfacer su corazón. 

—Hagamos lo mejor que podamos. Quiero que me cuente su plan con mayor detalle. 

—Buen momento, entonces. Ya que todos estamos reunidos, planeaba repasar la operación. Entremos, ¿sí? 

Desir tomó la delantera y se dirigió a la ciudadela mientras guiaba a Adjest y Raphael. 

«Todos los actores están reunidos ahora». 

En la ciudadela estaban las personas seleccionadas personalmente por Desir. 

Este grupo estaba ahora completo con la llegada de Adjest y Raphael. 

Desir sonreía mientras contemplaba a todas las personas reunidas. Había muy pocas personas en las que él confiaba que no estuviesen presentes. 

Estas eran las personas más fuertes del continente, tal vez no ahora, pero definitivamente las más fuertes dentro de varios años en el Laberinto de las Sombras. 

Eran sus camaradas de armas, sus amigos... aunque ellos no lo supieran todavía.