La Magia de un Retornado Debe Ser Especial - Capítulo 237 - Novela en Español

Capítulo 237 - Guerra Debajo de la Superficie (14)

El Rey de Prilecha fue el único rey que se movilizó inmediatamente después de escuchar las palabras de Desir. 

Pero no pasó mucho tiempo para que los otros reyes comenzaran a reunirse en la zona segura designada, uno por uno. 

La razón fue simple: los Forasteros habían comenzado a moverse. 

Los Forasteros habían optado por usar asesinos liderados por Pierrot Mask. 

Eran muy hábiles. Se movían con precisión, desteza, y quizás lo más preocupante, con gran audacia. 

Los guardias encargados de proteger a las personalidades importantes de la Unión del Reino Occidental fueron fácilmente incapacitados ante ellos. Todos se derrumbaron con demasiada facilidad. 

Si Desir no hubiera respaldado a sus tropas, tal vez todos los reyes de las naciones occidentales habrían sido eliminados. 

Afortunadamente, Desir se dio cuenta de las intenciones de Pierrot Mask y utilizó todas las fuerzas a su disposición. 

Los paladines de la Iglesia de Artemisa eran firmes en su resolución mientras que los magos de la Torre de Magia eran increíblemente poderosos, por lo que los intentos de asesinato de Pierrot Máscara fueron frustrados. 

Hasta este punto, todo sucedió como Desir lo había planeado. 

A medida que las acciones de los Forasteros se hacían visibles, no había otras opciones válidas para los reyes de los reinos occidentales. Todo lo que podían hacer era seguir a Desir lo más rápido posible. No tenían a nadie más a quien seguir. 

Solo Desir había presentado pruebas de que los Forasteros trabajaban en estrecha colaboración con Divide, e incluso sugirió una forma de sobrevivir a la amenaza inminente de asesinato. 

Era natural que los humanos dejaran de lado todos los preconceptos ante la amenaza de muerte. 

Con la amenaza aparente ante ellos, no hubo nadie que no lo siguiera. Sin embargo, Desir sintió que solamente había evitado el peor de los casos. Definitivamente no podía decir que era para mejor. 

Muchos reyes menores y varias figuras claves podrían haber sido protegidos, pero todos ellos murieron. 

Fue una sensación lamentable. 

Pero Desir no pudo hacer nada al respecto. 

Los Forasteros se movieron al unísono, preparados para este momento, sin embargo, Desir solo tenía fuerzas limitadas a su disposición. 

No tuvo más remedio que hacer lo mejor posible con lo que tenía. Pero pudo deshacerse de la sensación de fracaso. 

Algunos reyes dudaron en unirse a Desir, desperdiciando tiempo y recursos que Desir podría haber aplicado mejor en otro lugar. Este fue el caso de Anous, el Presidente de Arunbeth, el país más próximo al Imperio. 

[—De ninguna manera, Divide no puede ser tan agresivo. Me gustaría hablar con el Rey de Divide ahora mismo] 

—¿Aunque ha confirmado ahora mismo que Divide no está a salvo y que probablemente tenga conexiones con los Forasteros? 

Después de la dura batalla, Desir no podía moverse con facilidad, así que habló con Anous a través del canal de comunicación. 

[—Muchas gracias por salvarnos de los asesinos, pero ¿no hay posibilidad de que esto sea simplemente un malentendido? El Reino de Divide ya es poderoso. No pueden haber caído tan bajo como para investigar quimeras. Incluso si lo hicieran, este tipo de respuesta solo conduciría a un conflicto diplomático. 

—Si así lo cree, no lo detendré. 

[—¿Qué?] 

Desir se sintió un poco patético al oír el vergonzoso Anous. Pero no lo demostró. 

—Tal vez tenga razón, diplomáticamente hablando. Haga lo que le parezca. He proporcionado pruebas de que Divide y los Forasteros están trabajando juntos, y es la elección del Presidente si es o no algo por lo que valga la pena actuar. 

Desir habló como si respetara su elección, sin importar lo que hiciera. 

—Pero si toma esa decisión, no podremos protegerlo más. 

[—Quiero decir, hay una posibilidad de que...] 

—Estamos lejos de la posibilidad, Presidente. Hablo de la realidad de la situación. 

En una situación tan tensa, los nervios de todos estaban al límite, por lo que no se podía evitar que el tono de Desir fuese educado pero acérrimo. Pero Anous no se dio el lujo de señalar eso. 

Lo que Desir decía era simplemente la verdad. 

—No lo hice por obligación, fue simplemente una oferta de buena voluntad. Si no le agrada, no tiene que aceptarla y puede elegir quedarse aquí en Divide. Respeto su juicio. 

Mientras afirmaba que las cosas ya estaban mal, insinuaba que las cosas se pondrían mucho peor si no aceptaba la propuesta de Desir. 

Anous miró a su alrededor, solo que ahora la realidad lo había alcanzado. 

Sus ojos estaban teñidos de miedo. A su alrededor, los cadáveres de sus caballeros estaban esparcidos por el suelo. Era un revoltijo de miembros amputados y cabezas decapitadas. 

Si no hubiera sido por la ayuda de Desir, habría estado embarcado en el mismo destino que ellos. 

[—... Bien. ¿Dónde deberíamos reunirnos?] 

—Quiero que sigas las instrucciones que di a los soldados que envié. 

Paladines vestidos con armadura blanca habían aparecido para salvar al Presidente de Arunbeth, y a lo que quedaba de su guardia personal. Sus responsabilidades eran garantizar la seguridad de sus objetivos, y escoltarlos al refugio, si así lo deseaban. 

Así fue como todos los restantes reyes de la Unión del Reino Occidental, excluyendo al Rey de Divide, se habían reunido. 

Con todos ellos finalmente reunidos, Desir comenzó una reunión improvisada. 

El Rey de Divide bien podría estar muerto. 

Esta era una situación en la que los Forasteros controlaban a todo Divide. Aunque los reyes no necesitaban creer en Desir, era seguro que Divide ya no estaba a salvo. 

Desir compartió un poco más de la evidencia que había obtenido. No llegó a ninguna conclusión, ni siquiera ofreció ningún análisis o comentario; simplemente enumeró los hechos. 

Las cosas que había visto. 

Las cosas por las que pasó antes de entrar en el Reino de Divide. 

Él permitió que cada uno sacara sus propias conclusiones después de que se le presentaran todas las pruebas. 

—Entonces, ¿qué dices? 

Lo que Desir estaba fomentando era lo mismo que antes. Divide ya había sido tomado por los Forasteros, y quedarse en Pittsburg ya no era seguro. 

Los reyes tenían que irse. 

—Hmm... ...Comprendo. 

Era una tarea extraordinariamente difícil cambiar la mente de alguien en el lapso de unos pocos minutos. 

Para empeorar las cosas, a Desir se le había encomendado la tarea de persuadir a los líderes de varias naciones, personas que por la naturaleza de su título y lo que representaban, tenían un notorio orgullo y era poco probable que tomaran decisiones precipitadas. 

Pero uno a uno, los otros reyes votaron en concordancia con la propuesta de Desir de marcharse. 

El punto final que Desir había planteado era la herramienta más decisiva, la pieza de argumentación que innegablemente ataba al Reino de Divide a los Forasteros. 

Mientras que todos los líderes de la Unión del Reino Occidental eran perseguidos y asesinados, los soldados de Divide no se veían por ninguna parte. Los asesinos de los Forasteros estaban desbocados, causando serios daños tanto a la ciudad como al personal de seguridad de los líderes de la Unión del Reino Occidental. 

Esto era extraño, no importaba cómo se mirase. Era muy extraño que no tomaran medidas a pesar de que los criminales estaban en libertad en su propio país y de que importantes figuras de todo el continente temían por sus vidas. 

Finalmente, todos los reyes estuvieron de acuerdo con Desir. 

—Creo que es mejor que nos vayamos de aquí por ahora. Tendremos que posponer el pedirle a Divide que asuma la responsabilidad de esto. 

Con todos los opositores silenciados, Zod presentó una imagen que mostraba dónde se habían reunido las tropas de Divide. 

Transmitiendo en vivo a través de un dispositivo de observación a larga distancia, los soldados de Divide se reunieron alrededor del portal de teletransportación, la forma más rápida de salir de Pittsburg. 

Había un gran número de tropas presentes, como para evitar que alguien se acercara. 

Atravesarlas terminaría inevitablemente en un conflicto. 

Desir reunió a las fuerzas personales combinadas de la Unión del Reino Occidental, los Santos Paladines de la Iglesia de Artemisa y los magos de la Torre de Magia. 

Con todas estas poderosas fuerzas unidas, el número de tropas poderosas bajo el mando de Desir aumentó espontáneamente. 

Cada uno de los individuos que le precedieron eran enormemente poderosos, tanto que se les encomendó el noble propósito de custodiar al rey de su país. Eran las tropas de élite de una religión que abarcaba la mitad del continente, y eran algunos de los magos mejor entrenados que el líder mundial de la tecnología mágica tenía para ofrecer. 

[—Todas las fuerzas de Divide estacionadas en la capital se han reunido cerca del portal de teletransportación] 

Aunque el número de tropas a las que se enfrentaban era grande, solo eran las tropas presentes en la capital de Divide, Pittsburg. 

Incluso con todo el poder reunido bajo esta nueva alianza, su fuerza no era comparable a la de la totalidad del Reino de Divide. 

Esto era algo que solo podían hacer si se enfrentaban solamente a las tropas presentes en Pittsburg... 

[—Las tropas se dirigen hacia aquí, Pittsburgh, desde todas las ciudades del país.] 

No había tiempo para más retrasos. 

Un pequeño ejército ya estaba listo frente al portal de teletransportación. 

Los soldados de Divide se habían reunido aquí para detenerlos, como habían visto a través del dispositivo de observación. 

Pero ocurrió una cosa inesperada. 

—Ustedes, nobles, han venido hasta aquí en persona. 

Un hombre se acercó a ellos mientras hablaba en un tono educado. 

Su rostro estaba oculto por el casco negro que llevaba, sin embargo, la energía que emanaba de su armadura negra era extraordinaria. 

Definitivamente era de Rango Rey. 

Solo había unos pocos espadachines de Rango Rey en el continente, y mucho menos en un solo país. Incluso si no hubiera revelado su identidad, no le habría llevado mucho tiempo a Desir reducir la lista. 

—Soy Brepon, líder temporal del Ejército de Wyvern, actuando en nombre de Siegfried, y lider de los Janissaries. Estamos desplegados aquí para prevenir el terrorismo. 

Los Janissaries. 

Eran un grupo armado que actuaba en nombre de la Familia Real de Divide. Eran considerados el grupo armado más fuerte de Divide. 

También era el grupo del que Aaron había sido el líder. 

«¿Él le sucedió a Aaron y tomó su lugar?». 

La agudeza de la fuerza que emanaba de Brepon no fluía en un frenesí, sino que estaba prolijamente enrarecida. 

Desir señaló con un guiño a los soldados que estaban detrás de él. 

—¿No deberías estar protegiendo a tu propio rey de estos terroristas? Seguramente no deberías estar parado aquí.

Priscilla tomó la delantera, indignada de ser detenida por alguien que claramente debería saber más. 

Brepon abrió la boca después de inclinarse hacia ella. 

—Porque nuestro rey ya está en un lugar seguro. Ahora, le hago la misma pregunta. ¿Por qué está aquí y no en un lugar seguro? 

—Eso es asunto nuestro, ¿no es así? Si por favor se apartara del camino, se lo agradecería mucho. 

—Usted es más elocuente de lo que pensaba, Santa de Artemisa. Pero no puedo. Existe la posibilidad de que los terroristas ataquen el portal de teletransportación o huyan a través de el mismo.

Inspeccionó a las tropas de los reinos occidentales con una mirada feroz. Parecía estar tratando de capturar a todos y cada uno de ellos con su mirada. 

—¿Estás diciendo que tenemos un terrorista entre nosotros? 

—Es una posibilidad que no podemos ignorar. No tenemos pruebas, pero tenemos que estar preparados para lo peor. 

Sus ojos, que se movían de una persona a otra, pronto se posaron en una persona en particular. 

Desir Arman. 

—Dije que era solamente una posibilidad, pero, ¿tal vez el verdadero terrorista está aquí? 

Brepon miró a Desir con una mirada curiosa. Desir no fue el único que notó el significado de la mirada. 

Zod dio un paso adelante. 

El Gran Sabio deliberadamente hizo sentir su presencia haciendo circular su maná con fuerza. El maná que lo rodeaba hizo un estruendo como respuesta. 

—No queremos chocar con las fuerzas de Divide. El asesinato no es una solución muy buena. Por favor, háganse a un lado. Esta es su última oportunidad de salvar sus vidas. 

La ceja de Brepon que estaba frente a él se arrugó ligeramente. 

No importaba cuán fuerte fuese el Rango Rey, la amenaza que el Gran Sabio representaba no podía ser ignorada. 

—Yo tampoco deseo entrar en combate con los reyes de la Unión del Reino Occidental en peligro, pero no puedo echarme atrás. Incluso para alguien como usted, lidiar con toda la fuerza de Divide no resulta una tarea fácil. 

La conversación terminó abruptamente. Ninguno de los dos bandos tuvo la intención de echarse atrás. 

Fue Brepon quien encendió la mecha primero. 

—Como líder de los Janissaries, recomiendo que se retire. Si no lo hace en diez segundos, no nos dejará otra opción que la batalla. 

Los soldados que estaban de pie detrás de ellos no pudieron soportar esta grosería abierta y se pusieron bulliciosos. 

—¡Qué grosero! Estos son los reyes de la Unión del Reino Occidental. ¿¡Cómo se atreven!? 

Desir pudo sentir el débil sonido de los wyverns clamando desde el cielo. 

Tal vez había un ejército completo de ellos esperando sobre el cielo. 

—Diez...

Brepon comenzó su cuenta regresiva en un tono parejo. 

Ninguno de los soldados dio un paso atrás.