Monday, July 13, 2020

La Magia de un Retornado Debe Ser Especial - Capítulo 156 - Novela en Español



Capítulo 156 - El Gobernante de la Región del Norte (2)


En la planicie con el cielo azul.

La aparente ventisca interminable finalmente se detuvo en el segundo día de su viaje.

El Monte Calcarus se erguía alto y majestuoso, fuertemente envuelto en nieve.

Su magnificencia era abrumadoramente hermosa y maravillosa.

Se podían divisar cuatro huellas de pisadas, extendiéndose una considerable distancia a lo largo de la superficie nevada.

—Hombres lobo delante de nosotros.

Desir informó a su partido mientras miraba muy por delante de ellos. Como había dicho, había una manada de lobos medio humanos que se dirigían lentamente hacia ellos.

El grupo de Starling se preparó para la batalla contra estos monstruos.

Antes de que nadie más estuviera listo, Adjest lanzó un hechizo al grupo de lobos. 

[Ice Blast]

Esferas de hielo se dispararon y congelaron a la mayoría de los lobos que se estaban acercando a la party.

Adjest se acercó a los lobos congelados y los cortó en pedazos con su espada. Ninguno de los monstruos pudo ofrecer resistencia al congelarse sus cuerpos.

*Splash*

La sangre de los hombres lobo tiñó la nieve de un resplandeciente rojo carmesí.

La batalla había terminado prácticamente de un solo golpe.

Mientras el grupo bajaba la guardia para seguir viajando, Pram gritó repentinamente:

—¡Adjest!

Un gran hombre lobo, probablemente uno de los más grandes de su manada, saltó desde la parte trasera de la misma y se abalanzó sobre la espalda expuesta de Adjest. Todo sucedió en un instante. Adjest intentó defenderse, pero parecía que no lo lograría a tiempo. 

En ese momento, una sombra se lanzó por el aire, dejando una ola de nieve a su paso junto con una retumbante explosión cuando impactó en la cabeza del hombre lobo.

*Paaang*

El hombre lobo cayó al suelo con una parte de su cabeza parcialmente hundida.

El fragmento de mármol plateado que había causado todo este daño regresó rápidamente a su dueño.

Este mármol daba vueltas alrededor de Desir, saliendo esporádicamente y perforando los cuerpos de los hombres lobo que se acercaban a él.

Con el presunto líder de la manada yaciendo muerto en el suelo, fue fácil derribar al resto de la manada.

El mármol plateado aterrizó con gracia en la mano de Desir cuando la batalla terminó.

—Sabía que ese mármol era un gran artefacto.

Romantica habló en un tono casual mientras se acercaba a Desir.

—¡Bueno, te lo mereces! Tuviste que esforzarte muy duro para ello.

Desir miró el artefacto que ahora estaba suavemente apoyado en su mano.

Una suave luz irradiaba a través de unos complicados patrones y símbolos que tenía impreso sobre su superficie.

Este era el artefacto que Desir se ganó al despejar el Mundo de las Sombras de Clase 3.

Runel.

Un artefacto de Clase A que estaba hecho del metal más fuerte de todos, el “Blankšum”.

Era capaz de percibir cualquier peligro para su dueño y moverse libremente por su cuenta.

Era un estupendo escudo y también una poderosa arma en simultáneo. Atacaba a cualquier amenaza basándose en el reconocimiento de su propietario y en las órdenes de éste.

Runel era el artefacto defensivo perfecto para los magos que luchaban a medio y largo alcance, pero que aun así podían luchar en un combate cuerpo a cuerpo con los enemigos.

Era un artefacto perfecto tanto para Romantica como para Desir.

Sin embargo, ya que Romantica podía hacer algunos hechizos sin necesidad de encantamiento, todos estuvieron de acuerdo en que debían dejar el artefacto en manos de Desir.

—Hay tantos de ellos. —notó Adjest.

Romantica asintió con la cabeza.

—Sí. Bueno... Esta es una tierra salvaje inalterada. Nadie viene por aquí, así que tampoco hay quienes se encarguen de controlar a la población.

La dureza del entorno de la montaña era bien conocida.

El grupo esperaba que esta travesía fuese dura, pero en realidad, fue más allá de lo que habían imaginado.

Debido a que no había excursionistas, no había camino. Tenían que explorar y encontrar su propio camino.

Todo el tiempo se veían rodeados de monstruos, y con frecuencia tenían que enfrentarse a ellos.

Este constante estado de alerta realmente agotó su resistencia.

Además, la fuerte ventisca los consumió hasta el alma. 

Su nivel de energía había tocado fondo. Si no tuvieran consigo el obsequio de Zod, tal vez no habrían sobrevivido hasta ahora.

Antes de embarcarse en su viaje al norte, Zod regaló a Desir y a los miembros de su party unos Runegears; los nuevos Runegears de tercera generación, recién salida de fábrica.

Aunque esta versión no contaba con muchas mejoras en cuanto a su potencia, sí se le habían agregado algunas funciones nuevas, entre ellas, una función de calentamiento térmico.

La party no tuvo que realizar ningún preparativo especial gracias a esta habilidad en particular.

Ahora mismo no podían imaginarse escalar la montaña sin esta versión de los Runegears.

Si la situación actual ya podía calificarse de difícil, entonces atravesar la montaña sin el calentamiento térmico podría considerarse imposible.

—Desir, ¿cuánto tiempo crees que tomará? —Pram preguntó mientras avanzaba, paso a paso.

Desir miró a su alrededor e intentó medir cuán lejos habían caminado hasta entonces.

—Creo que ya casi hemos llegado.

Alrededor del mediodía del mismo día, finalmente sintieron que su viaje se hacía más fácil, ya que la pendiente en sí misma comenzó a disminuir.

Romantica respiraba con dificultad, pero a pesar de todo se las arregló para exprimir algunas palabras.

—¿Finalmente estamos aquí?

Delante de ellos estaba el primer camino que habían visto desde que iniciaron su viaje. Todos las piedras y grandes rocas estaban apartadas formando un camino lo suficientemente ancho como para que un par de personas lo atravesaran caminando una al lado de la otra.

Comparado con la ladera de la montaña desnuda, esto era mucho más fácil de atravesar.

Los caminos indicaban que gente civilizada vivía cerca. Si la partida seguía este camino, probablemente encontrarían un asentamiento bárbaro. 

—Esto es...

Pram murmuró al observar algo a la distancia.

En la dirección en la que Pram miraba, había enormes pilares y ruinas que previamente habían soportado algo en una época muy pasada, la Edad de Oro de los Bárbaros.

Era una inusual revelación de la historia de una gran civilización, liderada por el difunto Melgerr Khan.

—¿Por qué no te muestras ahora?

Adjest habló en voz alta al mirar fijamente a uno de los pilares.

Un momento después, alguien salió de detrás de un pilar.

La mitad de su cara estaba completamente cubierta de marcas negras.

—Sabía que me descubrirían. Esconderme nunca fue lo mío realmente.

La extraña expresó sus pensamientos de una manera algo exagerada mientras bajaba la colina.

—¿Qué los ha traído aquí, nobles continentales? No puedo dejaros pasar si no tienen una buena razón.

Aunque hablaba con calma, su voz estaba llena de hostilidad.

Con cada paso que daba, su cuerpo rezumaba una energía dominante.

Su postura y posición parecían indicar que estaba lista para sacar la lanza de su espalda en cualquier momento si la situación se agravaba.

Desir la conocía.

Yuria Graves.

Una guerrera a la que se le otorgó el título de Loba Negra. En su vida anterior, se hizo de un nombre como una mercenaria increíblemente famosa.

Cuando el Laberinto de las Sombras apareció, ella encontró una buena posición para sí misma del lado de Donovan, que fue como Desir llegó a conocerla.

Desir habló cortésmente.

—Por orden del Emperador del Imperio Hebrion, Su Majestad Guiltian Zedgar F Rogfelas, estamos aquí para hablar con el estimado Donovan Asylan.

—¿Y pruebas tienen que demuestren que son unos emisarios oficiales?

Desir sacó una medalla de oro y se la entregó a Loba Negra.

Ella la observó cuidadosamente, como si estuviera validando su autenticidad. La medalla tenía un águila, el símbolo del Imperio Hebrion, grabado en ella.

Esta medalla de oro sólo era otorgada a personas en las que el Emperador realmente confiaba.

El ciudadano promedio podría no ser consciente del significado de tal objeto; obtener una medalla oficial del propio Emperador era un evento increíblemente raro y casi sagrado.

Pero Desir, que conocía muy bien la pasada carrera de Yuria como soldado en el continente, sabía que ella los reconocería rápidamente como emisarios legítimos del Imperio Hebrion.

Yuria asintió con la cabeza.

—Supongo que no estás mintiendo. Vengan por aquí.

Desir dio una rápida señal a su equipo de que todo estaba bien.

Yuria empujó las grandes piedras que estaban a un lado y condujo al grupo a los peldaños ocultos que llevaban a algún lugar bajo tierra.

«Pronto...»

Pronto conocerían a Donovan Asylan.



* * * * *



Cuando la party finalmente regresó al exterior, sus ojos picaban al reajustarse a la luz natural. Después de algunos segundos, pudieron volver a ver con normalidad y reconocieron lo que los rodeaba.

—¡Wooowh!

Pram exclamó con alegría.

Finalmente habían llegado a Harrowind.

La ciudad estaba llena, tanto de naturaleza como de estructuras hechas por el hombre que se unían de manera armoniosa, creando una vista de pura belleza... La armonía generaba un extraño encanto impoluto, delicado y, sobre todo, auténtico.

Los motivos poco familiares tallados en las edificaciones aumentaban su atractivo, así como los patrones y esquemas de colores que formaban la base de su diseño eran completamente diferentes a los de los vibrantes edificios del continente.

Mientras Yuria los guiaba a un determinado lugar, abrió la boca y enérgicamente instruyó a la partida de Desir.

—Aguarden aquí.

Los había llevado a un lugar que tenía una cúpula abierta en su techo. Los rayos de luz brillaban a través de ella, haciendo de este lugar uno aún más misterioso.

Dentro, un par de personas se habían sentado alrededor de una enorme hoguera. Cada uno de ellos tenía un gran físico, y todos ellos parecían excepcionalmente fuertes.

Entre ellos, había un trono hecho de piedras.

Yuria se arrodilló ante este trono y mostró su lealtad a la persona que estaba sentada en el trono.

La party siguió su ejemplo.

—Levanten sus cabezas.

Desir levantó la cabeza y miró a la persona que habló.

Al igual que los otros que habían visto, el cuerpo de esta persona en el trono era tan fuerte como una roca sólida y sus labios estaban bien cerrados, haciéndolo parecer aún más firme.

Llevaba un distintivo pendiente de oro, adornado con un rubí.

Sólo existía una persona que podía llevar este tipo de accesorio dentro de las tribus bárbaras.

El rubí rojo representaba al Gobernante de la Región del Norte.





—Gente del Imperio... ¿Qué los ha hecho venir aquí para verme?

Desir fue ligeramente superado por el sentimentalismo al encontrarse con un viejo amigo que no había visto en mucho tiempo.

Sin embargo, pronto se liberó de esa sensación de nostalgia.

Tenía una misión que cumplir.

—Su Majestad, estamos aquí con el fin de proponer una alianza bajo el mando del Emperador de Hebrion, Guiltian Zedgar F Rogfelas.

—Están aquí para involucrarnos en la batalla.

Donovan captó inmediatamente lo que Desir quiso decir.

Quienes estaban sentados a su alrededor no mostraron ninguna reacción ante esta conversación.

Desir sabía que ya lo esperaban. Lo esperaban incluso antes de que él llegara.

El campo de batalla donde los Forasteros y las Fuerzas Aliadas se enfrentaban ahora mismo no estaba muy lejos del sur de Harrowind. Era imposible que no se dieran cuenta de esto. 

Si la otra persona ya había descubierto tus verdaderas intenciones, ya no tenías necesidad de ocultarlo por más tiempo.

—Tiene razón, Su Majestad. El Emperador espera que pueda apoyarnos en esta batalla.

—Estamos al tanto de con qué está lidiando el continente ahora... Si los Forasteros ganan la guerra, por supuesto, el continente caerá en caos...

—Así es, y los Forasteros están dispuestos a hacer cualquier cosa para lograr sus objetivos. Si no podemos detenerlos esta vez, seguramente también vendrán por ustedes.

Desir estaba en lo cierto.

Los Forasteros serían como un apocalipsis para los bárbaros y toda otra vida en el continente.

Donovan también lo sabía y esto era razón suficiente para apoyar a las fuerzas aliadas.

—Estoy de acuerdo contigo... Deberíamos involucrarnos y luchar contra ellos.

*Trac*

*Crack*

Las llamas en hoguera resurgieron y se fortalecieron.

—Sin embargo... no aceptaré esa petición.




4 comments:

  1. Recuerden (capítulo 1) que a Donovan le costaba un poco hablar en el idioma de la gente del imperio. ^_^

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    1. Donovan 💗 por fin lo conocemos, que nostalgia y qué dificil para Desir ver a viejos amigos y que lo traten como extraño 😭
      Ya sólo falta uno
      Como siempre gracias por la impecable traducción🌹

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    2. estaban hablando del lenguaje de los bárbaros, ¿no?

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