La Magia de un Retornado Debe Ser Especial - Capítulo 164 - Novela en Español

Capítulo 164 - Entrando en Guerra (4)

*Estruendo*

*Estruendo*

El suelo temblaba con el sonido de los cascos de los caballos.

Los Caballeros de Kashuka se dieron la vuelta después de haber barrido a toda la infantería del Ejército Imperial.

—¡Aaagh!

—¡Ayúdenme!

Cualquier soldado del Ejército Imperial que se interponía en su camino era barrido a un lado por el poderío de su carga.

Esta era la táctica que había empleado con gran efectividad.

—¡Deténganlos! ¡Entren en formación en tortuga para detener a la caballería!

Siguiendo las órdenes del comandante, el Ejército Imperial se movilizó al unísono.

Un momento después, sus escudos y lanzas se unieron para formar un sólido muro alrededor de ellos.

Pero tal formación era inútil puesto que sus oponentes estaban fuertemente armados con armas mágicas. Su formación hubiera sido efectiva contra una caballería regular, pero esa era todo menos eso.

—¡¡¡AAAAGH!!!

Una vez más, se abrieron paso a la fuerza.

Ante una carga tan temeraria, el Ejército Imperial se derrumbó.

Las lanzas del Ejército Imperial no pudieron atravesar las armaduras del enemigo, y los escudos que portaban se rompieron fácilmente.

El muro de escudos se desmoronó con facilidad y muchos soldados fueron pisoteados por los cascos de los caballos enemigos.

Los Caballeros de Kashuka pronto atravesaron el centro y comenzaron a dirigirse hacia la artillería.

A este ritmo, las tropas de artillería iban a quedar expuestas e indefensas contra el ataque enemigo.

Debido a sus esfuerzos por mantener la magia de los bombardeos sobre los Forasteros, se les estaba empezando a agotar el maná. No tendrían suficiente energía para hacer frente a la poderosa caballería que se acercaba.

A pesar de estar sumidos en una crisis, Desir no entró en pánico y examinó con detenimiento al enemigo. Su mirada estaba en busca de la ruta planeada por los Caballeros de Kashuka.

«Para la caballería no puede haber giros bruscos… En el momento en el que se descubra su recorrido planeado, están muertos».

Habiendo terminado de organizar sus pensamientos, Desir dio una orden a Romantica.

—Romantica, apunta a un tercio desde el frente.

El enemigo al que Desir apuntaba estaba equipado con armas particularmente buenas, en comparación con el resto de la caballería.

Romantica también había notado la superioridad de dicho equipamiento, a través de la diferencia en el flujo de maná, y pronto se posicionó en modo francotirador.

Y en el momento en el que el objetivo ingresó en su línea de visión…

*BANG*

La bala atravesó directamente la cabeza del líder de los Caballeros de Kashuka, haciéndolo caer de su caballo como un muñeco de trapo.

Haciendo uso de su rifle de francotirador, para concentrar una cantidad significativa de poder en una sola bala, el disparo de Romantica superaba con creces el límite su maná, en términos de fuerza.

—¡No se detengan!

—¡Continúen llevando a cabo las órdenes del líder!

La poderosa caballería ignoró la muerte de su líder y continuaron con atacando.

Las órdenes de Desir también continuaron.

—Adjest, congela los movimientos del enemigo.

Tan pronto como terminó de hablar, los cálculos de Adjest aparecieron en forma de multitud de arreglos mágicos frente a ella.

[Bosque de Cuervos Blancos Graznadores]

Magia de atributo hielo de 4° Círculo.

Cientos de pilares de hielo surgieron a lo largo de la trayectoria que seguían los Caballeros de Kashuka.

—¡… … …!

Sus movimientos inmediatamente se ralentizaron. El muro que había aparecido frente a ellos de la nada los obligó a cambiar de ruta rápidamente.

Pero sin un líder que diera las órdenes, no hubo forma de que tomaran una decisión rápida y unificada.

Desir levanto la mano, apuntando hacia los ahora vacilantes Caballero de Kashuka.

[Flame Storm]

Un hechizo, que normalmente se clasificaría como de 3° Círculo, surgió hacia la caballería de Kashuka con la fuerza de uno perteneciente al 6° Círculo.

Y mientras las armaduras plateadas se teñían de rojo…

*BOOOOOM*

Una enorme tormenta estalló con un rugido ensordecedor.

—No… No puede ser… …

Independientemente del bando en el que se encontraban, todos los que estaban observando la escena tuvieron el mismo pensamiento.

No habría nadie que pudiera sobrevivir en tales llamas que seguían ardiendo con fiereza.

Los Caballeros de Kashuka que habían estado en el centro de la explosión, como así también las demás tropas del enemigo que los asistían, fueron completamente aniquilados.

—¡No nos advirtieron nada de esto! ¡Como puede un mago de este nivel entremezclarse con la infantería!

Habiendo sido testigos del abrumador poder mágico, los Forasteros cayeron en el pánico y la desesperación.

El Ejército Imperial no desaprovechó la oportunidad.

—¡¡¡Haaarrgh!!!

Se escucharon numerosos de gritos de batalla.

La momentánea ventaja que los forasteros habían reclamado regresó rápidamente al Ejército Imperial.

—Creo que ya hemos hecho suficiente.

Fue como dijo Pram.

La party Starling había neutralizado lo ataques enemigos y aniquilado completamente a sus tropas principales.

Ellos habían creado la situación actual.

Los Forasteros resistían desesperadamente.

La situación ya se había vuelto en contra de ellos, aunque seguían siendo persistentes.

Desir se dirigió a los miembros de su party, mientras respiraba con un poco de dificultad.

—Cómo lo dijo Pram, ya hemos hecho suficiente… así que dejemos el resto… a la infantería…

Ante sus palabras, Romantica lo interrogó:

—¿No vamos a continuar hasta el final?

—Esto es suficiente por ahora… De todos modos, esta no será la última batalla.

El manejo de su maná, por parte de un mago, era más importante que el de un caballero por mantener su forma física. Un mago sin maná no era diferente de una persona común sin entrenamiento.

Pero esa no era la única razón por la que Desir ordenó un cese al fuego y retirada.

«Algo no está bien».

A pesar de la abrumadora victoria, él no parecía muy feliz.

Yendo a la retaguardia, donde se encontraba el Centro de Mando, la party Starling pudo unirse a Radoria y Kelt, que habían estado activos entre las tropas de artillería.

También se habían retirado hacia el Centro de Mando después de que las partys Blue Moon y Red Dragon terminaran de asistir en la unidad de artillería, y sus reservas de maná personal se habían agotado.

Al visualizar a la party Starling, Radoria se acercó a ellos.

—Lo están haciendo muy bien. Gracias a ustedes la batalla de artillería fue muy fácil. Detrás hay una tienda de campaña, debería descansar un poco.

Romantica, Pram y Adjest se apresuraron a ir a la tienda a la que Radoria estaba señalando.

Sin embargo, Desir era diferente. Continuaba examinando el campo de batalla con una expresión rígida.

—¿Qué sucede, Desir? —preguntó Radoria, al notar que no se había unido a los miembros de su party para descansar.

—Las cosas parecen ir demasiado fáciles, más de lo que me esperaba. Ya que las fueras principales de Hebrion fueron enviadas al frete central para dar apoyo, esperaba que la situación fuese más difícil… …

Radoria contestó como si no entendiera.

—Bueno, eso es obviamente porque ustedes han hecho un excelente trabajo.

—No, no es eso lo que quiero decir.

Las preguntas que se hacía Desir no eran sobre la situación actual. Mas bien eran sobre la situación fundamental en sí misma.

Los Forasteros, creados por grupos criminales de todo el continente, poseían actualmente suficiente poder como para ser considerados de los más fuertes en el campo de batalla.

Era suficiente poder como para enfrentarse a las fuerzas proporcionadas por la Unión del Reino Occidental.

Y la fuerza actual del Ejército Imperial de Hebrion que fue movilizada para esta guerra solo era una quinta parte del poder de las Fuerzas Aliadas.

Sintiendo la atmósfera tensa que fluía entre Desir y Radoria, Kelt se acercó a ellos.

—Es muy extraño. Aunque las tropas que fueron enviadas a los frentes occidental y central eran considerablemente grandes, al pensar en cuán poderosa es la fuerza que los Forasteros poseen, el número de tropas que enviaron aquí es muy pequeño.

Kelt también parecía haberse dado cuenta de que algo estaba mal.

—… Ciertamente ese es el caso…

—¿Es porque no quieren correr el riesgo? Si van con todo y pierden, entonces es el fin para ellos.

Al juicio de Radoria, Desir negó con la cabeza.

Las tropas que habían movilizado esta vez eran demasiado grandes para prepararse para una próxima vez.

Si los Forasteros perdían esta batalla, tenían al Homúnculo como un comodín, pero sería casi imposible para ellos revertir la situación.

«Los Forasteros no están en posición de reservar su poder…».

Solamente podía suponer que tenían alguna otra cosa a la que espiraban.

«¿Cuál podría ser su objetivo…?».

Rápidamente, Desir llegó a una conclusión.

—… Las líneas de suministros.

—¿Qué?

—Si el Homúnculo en el frente central debía contener a las fuerzas principales de las Fuerzas Aliadas, mientras que las rutas de suministros en los frentes orientales y occidentales fuesen su principal objetivo…

Kelt y Radoria se pusieron pálidos.

Las Fuerzas Aliadas que estaban compuestas por las naciones más grandes del continente eran realmente enormes. Si las rutas de suministros fuesen tomadas por el enemigo, se volvería una tarea imposible mantener a todas esas tropas.

Perderían sin siquiera tener la oportunidad de luchar adecuadamente contra el enemigo.

Radoria respondió rápidamente a Desir.

—Será mejor que enviemos un grupo de exploración. Se lo diré al Mando Central inmediatamente.

—No tenemos tiempo para eso, ¡Romantica!

Sor prendida por la llamada de Desir, Romantica saltó.

—¿Qué está pasando?

—Romantica, necesito que invoques magia de detección hacia la ruta de suministro del puerto.

Aturdida, Radoria habló.

—Desir, aunque se trate de Romantica, usar magia de detección a tal distancia…

—No te preocupes, siempre hemos entrenado dentro de ese rango. —Romantica interrumpió las palabras de Radoria y comenzó a invocar su magia de detección.

Mientras el viento buscaba cada rincón del campo de batalla, Romantica frunció el ceño.

—Esto es…

Desir se apresuró a preguntar:

—¿Recibes alguna respuesta?

—¡Alrededor de dos mil personas con armaduras se dirigen hacia la ruta de abastecimiento!

—Todo este asalto fue una artimaña… —murmuró Kelt.

La una vez cálida atmósfera se volvió fría en un instante.