La Magia de un Retornado Debe Ser Especial - Capítulo 287 - Novela en Español

Capítulo 287 - Rapsodia (2)

La mirada de Desir se fijó en el Lirio Araña Rojo por un tiempo. 

Al poner su mano sobre ella, la energía rojiza parecía fluir, y hubo una voz que pensó que no volvería a oír. 

[—Siento mucho haber llegado a ti de esta manera, Desir] 

Desir cerró suavemente sus ojos, escuchando la voz. 

La imagen de un hombre apareció lentamente, como si lo estuvieran retratando en el mundo. 

Los ojos azules que miraban fijamente a Desir eran tan profundos como el mar abierto. Su cabello ondulado parecía como si fuera la cristalización de toda la sabiduría que este mundo tenía para ofrecer. Aunque su presencia era abrumadora, había algo desconcertante en su postura. Sus labios medio volteados mostraban su personalidad traviesa, como un pillo sorprendido con las manos en la masa. 

Zod Exarion. 

Era el compañero de Desir, su mejor amigo y su mentor. Se mantuvieron unidos hasta el final del Laberinto de las Sombras, siempre animándose mutuamente a dar lo mejor de sí mismos. 

—... Lo siento, Zod. 

Aunque Desir se esforzó por soltar palabras, no hubo respuesta. 

Le dolía el corazón, queriendo tener una última conversación genuina. 

[—Es una pena. Había muchas cosas que quería charlar y hacer contigo, muchas cosas que quería enseñarte.] 

Los ojos de Desir empezaron a teñirse de rojo. 

Abrió la boca, aunque sabía que no habría respuesta. 

—Me estás tratando como a un niño. 

[—¿Crees que te trato como a un niño?] 

—... Por supuesto. Ya soy un hombre adulto. 

El hilo de la conversación coincidió extrañamente. Los dos se entendían mejor de lo que se entendían a sí mismos. 

Desir pudo recordar vívidamente qué clase de mirada tenía Zod en su cara con tan solo el tono de su voz. 

El Zod en su imaginación sonrió tiernamente. 

[—Pero no se puede evitar. Si hubiese tenido un hijo, siempre esperé que fuese como tú.] 

—¡…! 

Su aliento se desbordó entre sus labios fuertemente sellados. 

Desir no pudo decir nada esta vez. 

Si abría la boca, aunque fuera un poco, a Desir le preocupaba que el amargo peso que llevaba en el corazón se le saliera a borbotones. 

«Yo también...». 

En el fondo era de la misma mentalidad que él. 

Zod era su compañero, mentor, y algo más que eso al mismo tiempo. 

En el momento en que estaba a punto de responder, Zod continuó. 

[—Así que no quiero que te sobrecargues demasiado] 

*Goteo* 

El último maná que le quedaba a Zod, que había sido imbuido en el Lirio Araña Rojo, comenzó a aglutinarse alrededor de Desir. Se arremolinó sobre su cabello, como si tratara de acariciar su cabeza. 

[—Eso es lo que pido por última vez. Es todo lo que espero.] 

*Goteo* 

Algo siguió cayendo de la mandíbula de Desir. 

«Te preocupas por los demás hasta el final, realmente eres...». 

Zod aclaró su garganta como si intentara cambiar el estado de ánimo, y habló con un tono jovial. 

[—Bueno, no va a ser fácil. Siempre te pasas de la raya a menos que alguien te detenga.] 

—Daré lo mejor de mí para solucionar eso. 

Desir sonrió amargamente, recordando cuando persiguió a Priscilla sin pensarlo dos veces. 

[—Supongo que debería ir al grano. A estas alturas, probablemente ya has descubierto lo que pasó.] 

Desde este punto, el mensaje iría a la verdadera razón detrás de por qué Zod llegaría tan lejos para llegar a Desir de esta manera. 

[—La capacidad de curación de Priscilla es mucho más poderosa de lo que conocíamos. No hay magia de este tiempo capaz de igualarla. Me preocupa que incluso tu magia draconiana pueda ser superada.] 

Desir prestó atención al mensaje inclinando la cabeza ya que había observado la habilidad de Priscilla. 

[—En mis últimos momentos, Desir, sacrifiqué mis círculos de maná para superar temporalmente el 7º Círculo. En ese momento, encontré algo que podría permitirte superarla. Desvié parte de mi maná para codificar este mensaje y teletransportar mi báculo a ti.] 

Había una emoción en su voz que no podía ocultar. 

[—Lo que encontré es... la esencia de la magia.] 

* * * * * 

* * * * * 

Había un aguacero torrencial. Tronaba sin parar en el negro cielo. 

La situación de guerra era tan frustrante como el mal tiempo. 

La ciudad de Dresde estaba completamente rodeada por el asedio de la Iglesia de Artemisa, y el Imperio Hebrion se encontraba en la peor crisis de su historia. 

A través de la ciudad, los oficiales de alto rango corrían, haciendo lo mejor que podían para responder, y la Academia Hebrion no era diferente. Los profesores, los Single-Rankers, y los líderes de partys importantes se habían congregado en una reunión de emergencia. 

«La atmósfera se siente pesada». 

Ronde Fizzlebang estaba allí, representando a la Party Starling. Echó una mirada alrededor del salón con los ojos hundidos. Todos los demás reunidos llevaban la ansiedad en sus manos. 

Era comprensible. 

Era la primera vez que experimentaban una crisis como esta después de haber tenido batallas más favorables que desfavorables. 

Ronde, que se consideraba bastante audaz después de haber estado en varios campos de batalla de vida o muerte, tampoco pudo evitar estar un poco nervioso. 

El ejército dirigido por la Iglesia de Artemisa era poderoso. La fuerza militar era impensable para un mero cuerpo religioso. Derribaron a los caballeros de los que el Imperio se enorgullecía, y siguieron avanzando hacia Dresde. 

Lo que más asustaba a la gente del Imperio era su crueldad. Abatir a los que se rendían estaba lejos de los ideales que la Iglesia de Artemisa difundía, a saber, las virtudes de la misericordia y la generosidad. 

«¿Es su estrategia para causar miedo...?». 

Si esta era su táctica, tuvo un éxito perfecto. Habían logrado hacer temblar de alarma a los ciudadanos del Imperio. 

—¿Cómo es la situación actual, profesor Platwick? 

—La evacuación se está llevando a cabo sin problemas, siguiendo el liderazgo de la party Red Dragon. Gracias a que Su Majestad el Emperador abrió el palacio secundario, creo que acogeremos a todos sin problemas. 

Aunque por dentro todos estaban ansiosos, se mantenían en calma. Ahora que ayudaron al pueblo a refugiarse en el Imperio, el ejército imperial podía centrarse únicamente en su defensa. 

—¿Cómo va la preparación del escudo en la Academia? 

—Estamos preparados para activar todas las estructuras defensivas instaladas en la academia. 

—Estamos construyendo trampas en las vías de invasión y reforzando los sellos de defensa. 

Mientras la Academia Hebrion ayudaba a la gente a refugiarse, también se preparaba para defender el edificio mismo de la academia. Los estudiantes que no podían pelear fueron evacuados y se reunieron las partys que tenían suficiente fuerza militar. 

La razón por la que se preparaban para proteger a la Academia Hebrion en lugar de unirse al Ejército Imperial era debido a un único mensaje. 

Ronde agarró con fuerza su pad de comunicación, pensando en el mensaje. 

«Hermano...». 

El mensaje era de Desir Arman. 

Su mensaje estaba lleno de información increíble. Había muchas cosas de las que hablaba, pero para decirlo simplemente, la Iglesia de Artemisa apuntaba a la Academia. 

La gente que lo recibió estaba nerviosa, pero rápidamente comenzaron a moverse como si fuese un hecho. Era difícil de creer, pero confiaban en ese hombre, Desir. 

Actuaron según la estrategia escrita por Desir en el mensaje. 

—Si queremos seguir el plan de Desir, tendremos que reforzar el distrito comercial del norte. 

—Yo me encargaré de ello. Conozco bien esa zona, así que creo que soy la persona adecuada. 

—Estaré a cargo de la torre de control. 

—Gracias por ofrecerse como voluntario. Usted sería la persona perfecta para eso, Profesor Ersène-Blanc. 

Ronde sintió que su corazón se expandía mientras veía a todos trabajar incansablemente para seguir las instrucciones de Desir. 

Sin embargo, no todo iba perfectamente. 

—Creo que el profesor Pelstar debería tomar el liderazgo de la parte principal de este plan. 

—Me temo que yo no podría... 

—¿Qué quieres decir? 

El profesor Pelstar se ajustó las gafas. Tenía una sonrisa terriblemente amarga. 

—Para que esto funcione, necesitaríamos personal profesional y equipo de alta calidad. Eso es prácticamente imposible con lo que podemos hacer aquí. Lo que intentamos hacer aquí es mucho más difícil que simplemente salir de un Mundo de las Sombras artificial. Esto está... está mucho más allá de lo que puedo hacer yo solo. 

Pelstar habló, su ira se filtró. 

No había otra opción cuando la principal autoridad en estudios de Mundos de las Sombras lo dijo. 

—Es una lástima. Entonces, tendremos que acomodarnos a ello reforzando el este... 

—Profesor Pelstar, ¿sería posible si yo ayudara? 

Esa voz vino de alguien totalmente inesperado. 

El profesor Pugman, que no había dicho nada hasta ahora, comenzó a hablar. 

—¿Usted sabe mucho acerca de los Mundos de las Sombras artificiales? 

—No directamente, pero puedo ser de suficiente ayuda cuando se trata de gemas mágicas. 

—Tienes razón, pero ... 

Pugman continuó con un resoplido, como si pudiera leer la aprehensión en la voz de Pelstar. 

—Una vez casi pierdo mi propia carne y sangre. 

—… 

Por supuesto, todo el mundo aquí era consciente de ello. Ninguno de los presentes olvidaría la masacre provocada por los Forasteros. 

—En ese momento, estaba frustrado conmigo mismo, que fui tan impotente. Me di cuenta de lo poco que sabía. 

Mientras Pugman hablaba de ello, todo el auditorio se quedó en silencio, dirigiendo su atención hacia él. 

—Por lo tanto, estudié y estudié sin parar. Para poder enfrentarme a la misma situación en caso de que ocurriera de nuevo. 

Pugman habló ante los aplausos de la gente reunida. 

—En la actualidad, debería ser capaz de manejar un Mundo de las Sombras de Clase 3 por mi cuenta. ¿Cree que eso será suficiente? 

Los ojos de Pelstar se agrandaron ante esta declaración. La autoproclamada habilidad de Pugman no estaba muy lejos de la de Pelstar. 

—Con eso... creo que podemos intentarlo. 

—Es bueno saberlo. 

Pugman se sentó de nuevo con una sonrisa en su cara, habiendo dejado a Pelstar en estado de shock. 

En ese momento, Ronde sintió que se encontró con los ojos de Pugman. 

«¿Siempre ha sido así...?». 

Cuando Ronde ingresó a la academia, Pugman Nifleka era un profesor infame. Aunque su notoriedad se había desvanecido, todavía persistía en rumores silenciosos. La persona ante él era completamente diferente de lo que había escuchado. 

Incluso se tranquilizó por alguna razón. 

«Yo... no puedo sentarme y esperar». 

*Apretar* 

Ronde apretó su puño y afirmó su determinación. 

Fue justo entonces. 

—Eso será todo sobre los anuncios básicos. 

La reunión terminó con Justin, el Decano, golpeando su martillo tres veces. 

—Volveré a entregar los detalles a través de los pads de comunicación. Así que todo el mundo, ¡vuelvan a sus posiciones! 

Así fue como la Academia Hebrion se puso manos a la obra.