La Magia de un Retornado Debe Ser Especial - Capítulo 297 - Novela en Español

Capítulo 297 - Rapsodia (12)

—No necesito preocuparme. 

Priscilla recordó claramente la feroz batalla de Altea. 

Él había invocado hechizos de muchos círculos diferentes durante esa batalla, pero su poder aún estaba muy lejos de la capacidad de recuperación de ella. 

Su magia draconiana era definitivamente un revés. Por otra parte, Desir seguía vivo y coleando después de usar magia draconiana dos veces seguidas. 

Ella necesitaba seguir adelante mientras consideraba la posibilidad de que él la usara de nuevo. 

Pero no iba a dar un paso atrás dócilmente y permitirle que la empleara. 

Su mayor debilidad estaba en la cantidad de tiempo que tardaba en invocar ese tipo de hechizos. Mientras ella pudiera mantenerlo ocupado, o interrumpirlo cuando intentara hacer los cálculos, no podría usarlo. 

—Ocúpense de ello. 

El Cardenal Ninahart fue el primero en moverse a la orden de Priscilla. Mientras arrugaba la frente, un mazo de decenas de metros de ancho apareció en el cielo y golpeó el suelo como si estuviera intentando cortarlo. 

—Haré que te arrepientas de haber venido hasta aquí. 

*BAAAM* 

Con la explosión, la tierra pulsó y bramó como si hubiera habido un terremoto. Mientras toda la zona explotaba en algunos lugares y se hundía en otros, grandes nubes de polvo se elevaban restringiendo toda visibilidad a cero. 

Este golpe fue tan increíblemente poderoso que destruyó todo un distrito académico por completo. 

Sin embargo, no se detuvo en un solo golpe, sino que continuó en numerosas ocasiones. El golpe apareció una y otra vez creando una serie interminable de nubes de polvo. 

La habilidad de Ninahart era crear objetos de gran tamaño en cualquier forma que deseara. Esta habilidad era de primer nivel en términos de fuerza física. 

*BAAAAAM* 

Varias explosiones que perforaban los tímpanos resonaron una tras otra. 

El gigantesco mazo siguió golpeando sin descanso y aplanó el suelo sin piedad. Parecía una exageración para lidiar con una sola persona, sin embargo, Ninahart podía sentirlo: en medio de las innumerables explosiones, el rastro de maná de Desir estaba tranquilo e inquebrantable. 

No pudo evitar parecer confundido. Desir no tenía tiempo para invocar ningún hechizo, ni podía bloquear el ataque con ningún otro tipo de magia defensiva. 

«¿Cómo es que sigue vivo?». 

«¿Está empleando el Sistema Aurora...?». 

Con las mejoras que Desir y Zod hicieron, era definitivamente plausible. Afortunadamente para Ninahart, el dispositivo mágico tenía un límite. Mientras continuara bombardeando a Desir con ataques, la situación naturalmente llegaría a su fin. 

*BOOOM* 

Si su suposición lógica estaba equivocada, entonces significaba que la capacidad de Desir estaba más allá de todo sentido común. 

—¿…? 

Después de una docena de segundos de ataques sin parar, Ninahart notó que algo estaba mal. 

En medio de las nubes de polvo yacía una nebulosa de llamas, distorsionando la atmósfera a su alrededor. Cada vez que su ataque entraba en contacto con la llama, se redirigía, dejando todo a menos de tres metros de Desir completamente intacto. 

Reconociendo el fenómeno, Ninahart tuvo que contenerse físicamente para evitar quedarse boquiabierto frente a su Santa. 

—¿Puede... controlar el espacio a su alrededor? 

Ser capaz de distorsionar directamente el espacio de esta manera solo se había hecho una vez antes, hasta donde él sabía. El revolucionario, Icaros Quirgo, había alcanzado este nivel de control sobre la magia espacial después de dedicar su vida a perfeccionar su habilidad, solo alcanzándolo poco antes de ser derrotado por la Party Starling. 

La distorsión espacial era la técnica defensiva definitiva. 

Todos los hechizos mágicos e impactos físicos podían ser completamente anulados distorsionando el espacio alrededor del usuario de tal manera que desde el principio nunca estuvieran en peligro. Los repetidos ataques débiles serían inútiles. 

Katerina Swan, el Arco de la Guardia Real, había encontrado su debilidad. Ella había consumido la fuente de su propio poder para crear un ataque tan abrumadoramente poderoso que superó completamente la distorsión y golpeó directamente a Crow Mask. 

En otras palabras, esta magia defensiva era definitiva, pero no invencible. 

Pero algo estaba terriblemente mal. 

Aunque el poder de Ninahart no rivalizaba con el acto de sacrificio de Swan, debería haber sido más que suficiente para superar la barrera de la distorsión. 

[Dream of Contradictory World] (Sueño de un Mundo Contradictorio) 

Lo que estaba haciendo era suficiente para ser llamado invencible. 

La magia definitiva creada por Icaros había sido mejorada y completada por Desir. Mientras el hechizo permaneciera funcionando, nada podría tocar a Desir, incluso si se mantenían en ello por una eternidad. 

Desir levantó su báculo en silencio. Algo de luz pareció fluir desde el bastón y numerosos hechizos ocuparon el cielo fuera del espacio distorsionado. 

Ninahart no pudo evitar sentirse sorprendido de nuevo después de ver esto. Había estudiado y se había enfrentado a todo tipo de hechizos, todo para poder enfrentarse a grandes magos como Zod y Desir. Dominando muchos de estos sistemas mágicos, era capaz de lidiar con cualquier magia si veía siquiera una parte de la técnica. 

Sin embargo, no pudo entender la técnica que se desarrollaba ante él, por mucho que lo intentara. 

No podía entenderla, pero sabía una cosa con seguridad. 

«Esto es peligroso». 

Ninahart y los otros cardenales comenzaron a prepararse, juntando sus Bendiciones de Luz capaces de anular la ley natural. Habiendo sincronizado sus poderes, una extraordinaria energía comenzó a emitirse desde arriba de la Academia. 

—¡¡¡- - - - - - - - - - - -!!! 

Un sonido desgarrador emanó del cielo antes de que un enorme abismo irrumpiera sobre ellos. 

El aire mismo comenzó a quebrarse en agonía. 

*Crrrrck* 

*Crrck* 

La grieta comenzó a sobresalir cuando algo oscuro presionó en él desde el otro lado. Empujando, desgarrando, antes de finalmente salir a borbotones del hueco como una cascada. 

Enormes esferas negras salieron del cielo, retorciéndose como si estuvieran vivas, moviéndose para consumir todo lo que tocaban. 

Con cada consumo se dividían en dos y se multiplicaban sin fin. 

En pocos momentos, varias miles de grandes bolas negras ocuparon el espacio alrededor de la Academia, bloqueando el cielo como el árbol que Desir destruyó anteriormente. 

La vista ante ellos era extraña y poco convencional. Era un castigo divino tomado directamente del texto sagrado de la iglesia, un evento bíblico reproducido en el mundo real. Esta era la última carta de triunfo de la Iglesia de Artemisa que podían usar contra Desir. 

Aunque estaba destinada a ser emparejada con La Mirada del Padre, tendrían que arreglárselas. 

En realidad, la Iglesia no podía controlar completamente el fenómeno. Se necesitaba reunir todos sus poderes más fuertes para convocar el ataque, y lo mejor que pudieron hacer fue ajustar la dirección en la que se dirigía. Cualquiera que tuviera la desgracia de estar en su trayectoria sería tratado como un enemigo. 

Sin embargo, contra un solo enemigo, Desir Arman, esto era más que suficiente. Las ahora innumerables perlas negras se arremolinaban hacia el mago, borrando su existencia de este planeta. 

*Craaack* 

Bajo el estruendo de las bolas, la distorsión espacial de Desir actuó incansablemente. Cada esfera que entraba en contacto con ella era arrojada a un lado o destruida, los restos se esparcían en cualquier olvido del que fuera convocada. 

Desafortunadamente, su velocidad de propagación superaba las capacidades destructivas de Desir, y el incremento de la cantidad comenzó a surgir en una singular esfera gigante, expandiéndose a una velocidad desenfrenada. 

A este ritmo, se tragaría fácilmente no solo a la Academia Hebrion sino también a toda la ciudad de Dresde. Y cuando llegara ese momento, Desir no sería capaz de proteger a ninguno de los dos. 

Esto era simplemente sentido común. 

[Supernova] 

Un rayo de luz se filtró a través de la oscuridad causada por las bolas negras. 

La luz roja comenzó a perder su tono rojizo y la temperatura del aire alrededor de la Academia comenzó a elevarse. 

—¡Argh...! 

Aunque los cardenales trataron de resistir el calor con su Aura, no pudieron ni siquiera respirar cuando el color de la luz cambió hacia un blanco cegador. El aire abrasador derretía las vías respiratorias de los que respiraban. 

*Chispas* 

Esas esferas negras que rodeaban a Desir empezaron a burbujear y rezumar. La oscuridad coagulada comenzó a rezumar en el aire, como si no fuera más que nieve que se derretía. 

La Iglesia de Artemisa se habría derretido hace mucho tiempo si no fuese por la habilidad de Priscilla. Las alas doradas translúcidas que habían brotado de ella antes comenzaron a brillar aún más, como si trataran de igualar el calor y el resplandor de la Supernova que estaba delante de ella. 

—¡Dejen su vida por Priscilla! 

—¡Todo por la Santa...! 

—¡Arghhh! 

Los cardenales liberaron su último puñado de Aura, y Ninahart no fue diferente. Hizo todo lo posible para proteger a Priscilla con barreras inmateriales. 

—¿Está... tratando de morir con nosotros? 

Si realizaba un hechizo tan poderoso a tan corta distancia, supondría una destrucción mutua. 

Los cardenales querían proteger a Priscilla sin importar qué. Mientras ella sobreviviese, ellos tenían una oportunidad. 

Ese era el único pensamiento que pasaba por sus cabezas. 

Una pequeña esfera azul apareció detrás de Desir, el punto de origen del hechizo, balanceándose libremente en el aire. Una sonrisa trastornada se apoderó naturalmente del rostro de Ninahart. 

—Ja... 

Si se pensaba en ello, era extraño. 

Gracias a Priscilla, estaban resistiendo, pero todo lo demás fuera de su dominio ya debería haber sido demolido. 

El calor en la zona debería haber sido suficiente para derretir todo el Imperio, o al menos toda Dresde, pero eso no estaba sucediendo. Por alguna razón, el calor solo afectaba a los varios cientos de metros alrededor de Priscilla. 

Más allá de esa distancia a su alrededor, todos los edificios permanecían intactos. 

Esto se debió a que Desir estaba bloqueando el calor que escapaba del perímetro al rodear el área con magia espacial, mientras que también controlaba el calor con el que debería haberse derretido él mismo. 

Siguiendo el cambio de color del punto de origen, todas las llamas blancas a su alrededor comenzaron a calentarse cada vez más, evolucionando hasta convertirse en un brillante azul celeste. 

Por un breve momento, justo cuando parecía imposible aguantar más tiempo, el intenso calor disminuyó. 

La mirada de Ninahart se desplazó desde el suelo hacia Desir, antes de elevarse aún más para ver miles de meteoros azules lloviendo sobre ellos. 

«¡Espera, esto es ridículo! No, en serio, ¿qué demonios...?». 

Ninahart no pudo pensar con claridad. 

La habilidad de Priscilla no podría soportar las llamas azules por más tiempo. Su poder comenzó a disminuir. En el calor abrasador, un grito emanó de alguien cuya mente se había desvanecido. 

Balas de pura llama azul lloviendo desde el cielo, golpeándolos por el pecado de oponerse a Desir Arman. 

Ese fue su último recuerdo. 

* * * * * 

Priscilla abrió los ojos. 

Mientras miraba los alrededores, comprobó las horribles secuelas de la batalla. El suelo se había convertido en magma. Escuchaba burbujas estallando bajo sus pies. 

Y no quedaba nadie en pie. Los cardenales que deberían haberla protegido hasta el final se habían ido sin dejar rastro. 

—Sus sacrificios... 

*Cough* *Cough* 

Priscilla no pudo seguir hablando y tosió intensamente varios bocados de sangre. La tensión en su cuerpo por ejercer su habilidad tan a fondo no tenía equivalente a nada de lo que Priscilla había pasado. 

Se veía tan horrenda como el área circundante. Su cara estaba tan pálida como un cadáver y las quemaduras que cubrían todo su cuerpo eran más grotescas que las de Crow Mask. 

Y le faltaba su brazo izquierdo. 

—Ahh... 

Todo este daño a su cuerpo había sido causado por una sola de las interminables balas azules que lograron atravesar las defensas que sus subordinados crearon a expensas de sus propias vidas. 

Apenas consiguió levantarse antes de colocar su mano derecha ilesa sobre sus graves heridas. 

Una luz cubrió sus heridas, pero no pasó nada. 

Lo intentó varias veces, pero su sagrado resplandor solamente parpadeó y flaqueó. 

*Clomp* 

Al oír que alguien se acercaba, Priscilla renunció a su habilidad y miró fríamente al muchacho que se le acercaba. 

—... ¿Así que descubriste cómo manipular el lenguaje de la tribu draconiana? 

—No, eso sería imposible a menos que me convirtiese en un dragón. 

Hablaron en un tono tranquilo. 

Si se ignoraban los alrededores ardientes, los cadáveres en llamas, los miembros perdidos, la carne carbonizada, las heridas mortales, las miradas hostiles y el serio trasfondo de la conversación, parecían dos personas normales conversando. 

—Entonces debes haber alcanzado el mismo nivel que Zod. 

—No puedo llegar a ese nivel como un mago de cuarta categoría. 

—Entonces... 

Priscilla frunció el ceño. 

—Entonces… ¡¿qué demonios pasa con ese poder?! 

Su grito estalló, llenando los alrededores vacíos. 

Fue un grito contra un poder que estaba cerca del reino de la pura irracionalidad, una injusticia que destruyó su plan al estar tan cerca del éxito. 

—Simple. 

*Drop* 

Desir se paró frente a Priscilla. 

—... Abandoné por completo la magia draconiana. 

Delante de él había un conjunto de hechizos. 

Como él dijo, claramente no era de naturaleza draconiana; se veía similar a la matriz mágica moderna, pero había algo diferente en ella. 

Priscilla forzó su borrosa visión, haciendo lo mejor para determinar qué la llevó exactamente a su muerte. 

—No puede ser... 

La frustración de su cara desapareció en ese momento. En su lugar, fue reemplazada subconscientemente por el asombro. 

Finalmente, comprendió por qué había perdido. 

Lo que pendía en el aire ante sus ojos era un hechizo creado con un nuevo sistema mágico totalmente diferente a todo lo que había visto antes. 

Lo que Desir había hecho era totalmente diferente de aplicar los principios mágicos modernos a la magia draconiana, o de organizar sus cálculos para optimizar un hechizo. 

Significaba que Desir Arman había diseñado realmente su propio sistema mágico. 

—La magia de un retornado debe ser especial.