La Magia de un Retornado Debe Ser Especial - Capítulo 295 - Novela en Español

Capítulo 295 - Rapsodia (10)

Estudiantes y profesores arrojaban hechizos mágicos hasta el límite. 

Era un panorama tan espléndido, una multitud de hechizos mágicos que abarcaban todos los atributos fusionándose y arrasando con sus objetivos. Los hechizos más llamativos que se invocaban eran incesantes relámpagos y llamas que ardían como un infierno; la Zona Cero casi parecía el cráter de un volcán. 

Lo que quedaba del área de dormitorios había sido borrado en pocos segundos y el aire pronto apestaba a carbón y humo. 

—Huf, huf... 

Ronde se limpió el sudor que se había acumulado en su frente. 

En este corto ataque, había consumido maná más allá de su límite, causando una fuerte sensación de dolor en sus círculos de maná. 

*BOOOM* 

El bombardeo de hechizos continuaba incluso mientras él se tomaba un momento para recuperar el aliento. Aunque las fuerzas reunidas por la Academia Hebrion eran meramente estudiantes, eran los mejores y más brillantes de todo el continente, capaces de igualar al ejército imperial en potencia de fuego. 

«... ¿Se acabó?». 

No había forma de que ningún humano pudiera sobrevivir ileso a este bombardeo. Satisfecho por haber triunfado, su cara se endureció de repente cuando sus ojos se dirigieron hacia algo. 

—¡…! 

Su mirada se fijó en un grupo de sombras negras que mantenían su forma en medio del bombardeo incesante. 

Los paladines con insignias doradas, el tributo personal de Priscilla formado por los cardenales de la iglesia, protegían a su Santa con sus escudos. 

La magia no había atravesado sus defensas en absoluto; ni siquiera habían logrado abrasar el collar de Priscila. Sus defensas improvisadas rivalizaban con los arreglos preparados preventivamente que protegían a las fortalezas de alto nivel. 

Al mismo tiempo, unas alas doradas translúcidas habían brotado de sus espaldas, cubriendo intermitentemente a sus tropas. Parecía que frecuentemente se curaban y se restauraban al segundo. 

—Es tan patético. 

Priscilla murmuró para sí misma con un tono discreto. 

Ronde sintió una sensación de temor y miedo después de hacer contacto visual con ella por accidente. 

—¡Obstruyan su camino! 

Ersène-Blanc se mordió el labio inferior y gritó mientras miraba a la comitiva de Priscilla. 

Inmediatamente, muros de tierra y hielo encerraron a los miembros de la Iglesia de Artemisa, pero no fue suficiente ni siquiera para demorarlos. 

Cuando uno de los cardenales agitó su mano se produjo una explosión que derribó los muros en un instante. Comenzaron a salir del área de los dormitorios, atravesando el constante bombardeo mágico. 

Pronto dieron sus primeros pasos por el distrito comercial. 

*BAAAM* 

Varias trampas mágicas habían sido activadas, colocadas de antemano ante la remota posibilidad de que la Iglesia de Artemisa lograra escapar del Mundo de las Sombras e intentara maniobrar alrededor de la Academia. Desafortunadamente, resultaron ser inútiles: incluso cuando las trampas atravesaban sus defensas, las heridas infligidas se recuperaban rápidamente. 

Mientras mantenían la situación con excesivas medidas de seguridad, el bombardeo mágico ininterrumpido de la Academia Hebrion comenzó a debilitarse y a disminuir. Su maná se había agotado. 

Finalmente, Priscilla, que había permanecido bastante pasiva hasta entonces, hizo un movimiento. Puso su mano delante de ella. Uno de sus cardenales, Ninahart, se adelantó. Extendió su mano y la movió como si estuviera agarrando algo. 

—¿…? 

Ronde pareció cuestionar esta acción. Era de esperar, ya que esperaban algún tipo de exhibición llamativa de poder sobrenatural, pero no pasó nada. 

Entonces se dieron cuenta. 

—¡¿Qué es eso?! 

—¿Manos gigantes...? 

Hubo un estruendo desde atrás. Ronde se dio la vuelta para comprobarlo y pronto se dio cuenta de la causa de la conmoción. 

*THUMP* 

Había unas manos gigantes hechas de un material translúcido desconocido. Las manos agarraron y rompieron la barrera que rodeaba el campus principal de la academia. 

*Agrietar* 

Una gran grieta había aparecido en la magia defensiva que la profesora Bridget había creado con su cuerpo y alma. Parecía lista para romperse en cualquier momento. 

—Mi objetivo no son ustedes, sino esta tierra. 

Extrañamente, todo el mundo pudo escuchar el susurro de Priscilla. 

—Váyanse. Si se retiran ahora no los perseguiremos. 

No era una mala oferta para los estudiantes y el personal de la Academia Hebrion. Toda su meticulosa planificación había quedado en nada y no tenían otros medios para resistirse. 

Tal vez sería mejor dar un paso atrás ahora. 

—… 

La profesora Bridget apretó el puño. 

Aparentemente, era una oferta generosa, pero la realidad era diferente. Si se retiraban, podían conservar sus vidas por un breve momento, pero las consecuencias serían probablemente peores que la muerte misma. 

Tenían que resistir hasta el final. 

«Pero, ¿cómo?». 

La mayoría de ellos estaban absolutamente aterrorizados debido al abrumador poder de Priscilla y sus cardenales. Impedirles el paso ya estaba más allá de su capacidad, enfrentarse a ellos en estas circunstancias sería un suicidio. 

Necesitaban un punto de inflexión que pudieran usar para revertir esta situación. Una artimaña muy poderosa. 

«¿Qué debería...?». 

Ella cerró los ojos con fuerza, sin poder pensar en una manera. 

*Bzzzt* 

Una única onda pasó a través de ella. 

«¿Magia de detección?». 

Pero hubo algo extraño en el hechizo. 

La forma en que el maná se comportaba era incierta; aunque definitivamente se extendía como lo haría la magia de detección; una maga del 5º Círculo como Bridget era capaz de percibir que el maná no estaba ahí para detectarlos. 

Giró la cabeza hacia la fuente y vio que una inmensa luz cegadora había aparecido al otro lado del auditorio, eliminando la oscuridad mientras dispersaba las ondas de maná. 

Había un solo mago vivo que tenía una relación tan extravagante con el maná. 

«Desir». 

Él había llegado. 

Cualquiera que viera el extraño fenómeno y las enormes ondas de maná en el cielo se daría cuenta sin más. 

Sus resoluciones que estaban en caída libre comenzaron a fortalecerse de nuevo. 

Bridget dio un paso adelante. 

—No nos rendiremos hasta el final. 

Un arreglo mágico se desplegó delante de ella, desatando una tormenta que desgarró las manos gigantes en pedazos. 

Esa fue la señal. 

*BAAAAM* 

Se produjo otra explosión. 

La Academia Hebrion, que estaba a punto de desmoronarse, continuó su ofensiva total. 

* * * * * 

* * * * * 

Un viento sureño bañaba la zona, llevando el aroma intenso de la sangre. Guiltian observaba la batalla de cerca con sus ojos severos. 

Era una guerra cruel. 

El aire se sentía pesado. El olor de la sangre y los gritos presionaban todo su cuerpo, como si se hubiera sumergido en aguas profundas. 

Habían sido capaces de bloquear a la Iglesia de Artemisa durante todo este tiempo, principalmente debido a los esfuerzos de dos personas. 

Raphael Cheringer y Jean Euremrin. 

Sin estos dos Guardias Reales, la línea defensiva ya habría sido destruida. 

Pero esto no duraría mucho tiempo. 

De hecho, tenían poderes sobrehumanos comparados con otros, pero también eran simplemente humanos con limitaciones. Era imposible para dos personas mantener a raya a todo un ejército por su cuenta. 

«Tal vez mi juicio esté equivocado». 

Guiltian miró a su alrededor. 

Había gente que escapó después de ser tomada como rehén por la Iglesia de Artemisa. Aunque su situación de guerra había empeorado significativamente, miles de vidas pudieron llegar aquí a salvo gracias a Raphael y Jean. 

Mientras los ciudadanos y soldados preocupados lo miraban, Guiltian descubrió algo. 

«No estaba equivocado». 

«Voy a proteger a todos». 

Esa fue la más grande de las causas que decidió tomar. 

Simplemente seguía el principio que alguien le enseñó hace mucho tiempo pero que, hasta este momento, había olvidado. 

Este Imperio no era una excepción. 

*Shing* 

Guiltian se angustió por ello durante un tiempo y desenvainó su espada, gritando. 

—¡Prepárense para abrir la puerta! 

Su decisión fue muy audaz. 

Estaba diciendo que su bando renunciaría a la única ventaja que tenían en esta guerra. 

—¡Únanse a la Guardia Real y apóyenlos! 

Sin embargo, esa fue la estrategia más razonable que pudo emplear en este momento. 

La fuerza más poderosa que tenían era la Guardia Real. Perder a esas dos personas probablemente significaría perder la oportunidad de ganar por completo. En otras palabras, mientras esos dos sobrevivieran, la victoria todavía era posible. 

—Estamos listos para atacar. 

Katerina Swan informó con la cabeza gacha. 

Guiltian miró suavemente lo que tenía en su mano. Era un arco. 

Sintiendo la mirada de su rey, Swan sonrió. 

—Me gustaría dar lo mejor de mí para mi último deber. 

El último. 

En cierto modo, no estaba equivocada. 

Guiltian apartó la cabeza sin decir nada, y Swan se puso a su lado después de recibir su implícita aprobación. 

Llegado el momento de la acción, la puerta de la fortaleza se abrió de par en par. 

Con sus enemigos delante y sus fieles aliados a su lado, Guiltian sintió que una pequeña sonrisa se abría paso entre sus labios. 

Levantó su espada en señal de declaración. 

—El Imperio es... 

La espada, grabada con el símbolo del león, brillaba con maná y emitía luz. 

—¡¡¡Inmortal!!! 

*Swoosh* 

Una ola de mana los escaneó a una velocidad vertiginosa. Antes de que los combatientes pudieran cuestionarlo, obtuvieron su respuesta. 

*Whoosh* 

—¿Qué...? 

De repente se hizo más brillante, la luz emanaba de una fuente cercana. 

Sus alrededores estaban muy oscuros ya que era la mitad de la noche. Hasta ahora, solo había habido destellos de luz por el brillo de un bombardeo mágico. 

El fenómeno que ocurría ahora estaba más allá de cualquier trivialidad. 

[Earth Nourishing the Sun] (Tierra Nutriendo al Sol) 

Un único punto que surgió en la oscuridad creció en tamaño y emitió calor que parecía acorde con su increíble tamaño. 

Alguien había creado una estrella. 

*BOOOM* 

La explosión resonó a lo largo y ancho. 

La enorme cruz, que no había temblado en lo más mínimo contra el constante bombardeo hasta el momento, comenzó a sacudirse salvajemente. 

Como si reflejara al sol, también comenzó a emitir una luz brillante. Tal vez esto fue lo que se aceleraba a toda velocidad. 

Las llanuras fueron barridas por el impacto causado por el choque entre la estrella y la cruz. 

En el momento en que la luz desapareció y la oscuridad estaba a punto de consumirlo todo una vez más, la Mirada del Padre se reveló. Tenía resquebrajamientos desagradables por todas partes como un cristal que corría el riesgo de romperse en cualquier momento. 

El hechizo que había sido lanzado era la misma magia draconiana usada para matar a Dadeneuf en Prilecha. 

Originalmente, esta Mirada del Padre había sido concebida para contrarrestar hechizos de la magnitud presenciada durante ese evento. 

Si se producía otro ataque de este calibre, era obvio que la Mirada del Padre se destrozaría completamente; pero debido a la naturaleza de la magia draconiana, ser capaz de resistir un solo hechizo significaba que el esfuerzo realizado para crearlo había valido la pena. 

No serían capaces de romper la cruz: la Iglesia de Artemisa había ganado. 

Pero entonces. 

Algunas personas con visión aguda se dieron cuenta de que la luz solar residual no se estaba dispersando, sino que se estaba acumulando en otro lugar. 

Algo se dirigió inmediatamente hacia ellos. 

[Arrow of Ruin] 

El cielo fue dividido y la cruz se partió por la mitad. 

Todo lo que se encontraba en el camino del rayo de luz fue incinerado. 

La Mirada del Padre y los dirigibles incluidos. 

Incluso el sonido mismo.