La Magia de un Retornado Debe Ser Especial - Capítulo 8 - Novela en Español

Capítulo 8 - ¡Vida escolar! (1)

«Y entonces, esa es la razón por la que los estudiantes que fuesen enviados a la Clase Beta sin incapaces de desarrollarse adecuadamente», pensó Desir.

Los estudiantes de la Clase Alfa recibían excelentes lecciones de los profesores más brillantes.

Como tal, la academia, esmeradamente y con gran pasión, nutría a la Clase Alfa y se aseguraba de que recibieran la mejor atención que los profesores podían ofrecer. Con esto, de seguro que despertarían sus talentos.

Inevitablemente se convertirían en excelentes combatientes que conquistarían los Mundos de las Sombras.

Sin embargo, la Clase Beta era todo lo contrario.

Estaba compuesta casi exclusivamente por plebeyos que carecían de cualquier tipo de apoyo.

El cuidado y la pasión no se dirigía hacia los estudiantes de la Clase Beta, ya que casi ninguna de las cátedras tenía profesores adecuados asignados a ellas.

Debido a esto, era extremadamente difícil para estos estudiantes alcanzar su máximo potencial.

Desir sonrió con amargura.

«Incluso en mi vida pasada, fui un estudiante de la Clase Beta».

Desir había nacido como un plebeyo. Así que, por supuesto, debido a su estatus social, había sido asignado a la Clase Beta.

Y sin una educación adecuada, le había sido imposible mejorar.

Entonces, la primera vez en el Laberinto de las Sombras, solo había sido un mago de 1° Círculo.

En un ambiente como este, muchas personas talentosas fueron enterradas. El sistema estaba en falta.

Si no fuera por un sistema como este, los estudiantes de la Clase Beta podrían haberse fortalecido. No habrían sido masacrados tan fácilmente, ni tan rápido”

Sin embargo, la única persona que había sobrevivido hasta el final como estudiante de clase Beta fue Desir.

Al recordar tales resultados finales, Desir se decidió por un propósito de todo corazón.

«Me aseguraré de que los estudiantes más talentosos de la Clase Beta sean promovidos a la Clase Alfa».

En el pasado, Desir no había podido despejar el Laberinto de las Sombras. Pero había muchas “gemas” ocultas en la Academia Hebrion.

Y él sabía que, si era capaz de nutrirlas adecuadamente y guiarlas hacia su mejor potencial, entonces despejar el Laberinto de las Sombras no sería imposible.

«Para hacer eso…», pensó, «Debo avanzar junto con ellos. En otras palabras, ¡crearé una party!».

Encontraría a los que tienen el mayor potencial, en base a su experiencia y conocimiento de su vida anterior.

Encontraría a estas gemas ocultas, las convencería de unirse a su party y luego se aseguraría de que asciendan a la Clase Alfa.

Y sabía quién sería la primera gema: Romantica Eru, la maga de viento que había tomado el examen de ingreso con él.

Ella era la estimada hija del Barón Eru, y era llamaba La Sabía de la Tempestad (Tempest Sage).

Su especialidad era la magia sin encantamiento.

En el pasado, también había sido una maga veterana que sobrevivió en el Laberinto de las Sombras durante 8 años.

Y Desir estaba decidida a ganársela y convertirla en su primer miembro de la party, para asegurarse de que avanzara de la Clase Beta a la Clase Alfa, aumentando así su poder para el futuro.

* * * * *

* * * * *

Una chica con el cabello limpio y brilloso cayendo en forma de cascada sobre sus hombros estaba sentada en un escritorio en un salón de clases.

Su piel blanca como la nieve contrastaba con sus rojas mejillas. Y sus ojos de color rojo carmesí, habitualmente brillantes, exudaban una oscuridad sombría.

—Pensar que terminaría en la Clase Beta, —suspiró.

El antiguo reloj en la pared chirriaba con cada movimiento que hacía el minutero.

La atmósfera húmeda del salón de clases, las sillas que crujían y que desprendían un olor a pepino podrido, y los escritorios marcados con cortes tallados en ellos, solo hacían que los hombros de la niña se hundieran aún más.

Era una escena realmente horrible. Romantica no podía creer que esto fuese un aula.

En ese momento, una sombra se cernió sobre su libro abierto.

—Hola. ¿Tú eres Romantica Eru, de la Baronía de Eru?

Romantica levantó la cabeza.

Tres personas se pararon frente a ella, vistiendo la insignia azul brillante, en el lado derecho de sus pechos, que representaban a la Clase Alfa.

La persona que había hablado era la más alta de los tres. Con cejas gruesas y labios gruesos, exudaba un aura heroica.

—Sabes mi nombre, pero aún no te has presentado, —dijo.

—Perdóname.

Se sentó frente a ella.

—Mi nombre es Doneta Hadun. Soy un estudiante nuevo como tú... y actualmente estoy buscando un nuevo miembro para mi party.

Habló muy cortésmente, el tono dulce de su voz fluía entre ellos, tan diferente a la atmósfera de la habitación.

—Espero que encuentres un buen miembro para tu party que se adapte a ti, —dijo Romantica.

—Yo también. Es por eso vine aquí, —dijo Doneta.

—¿Tienes algún asunto conmigo?

—Quería conocerte, pero era difícil hacerlo. Como saben, las aulas de la Clase Alfa y de la Clase Beta están bastante distanciadas. En más de un sentido.

—Bueno, sí.

—Escuché que eres una maga de viento excepcional. Además, escuché que tu familia tiene el título de Barón. Para que una maga excepcional, con estatus de nobleza, termine como estudiante de la Clase Beta, la academia debe haber cometido un error.

Una rígida sonrisa se extendió por el rostro de Romantica.

El momento incómodo se extendió ante ella, mientras trataba de mantener su “cara de póquer”, ocultando sus sentimientos.

—Bueno, incluso los profesores de esta academia son personas, también. Están propensos a cometer errores.

—Correcto. Sin embargo, sigue siendo inaceptable que la academia te asigne a este grupo de plebeyos basura. Deberían disculparse contigo. ¿Cómo se atreven a asignar a una noble como nosotros a este salón maloliente...?

Con una mirada de desprecio, Doneta examinó el frío y húmedo salón.

Había algunas pocas personas que miraron a Doneta por insultar a los plebeyos; sin embargo, al contacto visual, rápidamente apartaron la mirada.

La familia Hadun era muy conocida. Casi no había plebeyos dispuestos a enfrentarse contra una familia noble tan grande.

—Estos insectos.

La voz escalofriante de Doneta dio a los otros estudiantes la piel de gallina.

La actitud sincera y respetuosa que había tenido hacia Romantica no se veía por ninguna parte, como si hubiera sido simplemente un sueño o una brisa pasajera.

Continuó mirando a los de la Clase Beta, arrugando su cara de puro disgusto.

—Entonces, ¿de qué quieres hablar?

La sonrisa de Romantica temblaba ligeramente.

Doneta se dio vuelta para mirar a Romantica. Sin notarla, dijo:

—Iré al grano. Acabo de unirme uní a la party Blue Moon, donde Sir Elheim es el líder. Y decidí que tú, que tiene una habilidad excepcional, deberías unirse a nuestra party.

La voz de Doneta era firme.

—¿La party Blue Moon?, trató de recordar Romantica.

Ella tenía un presentimiento.

—Es la mejor party de la academia, dijo Doneta.

Romantica ahora se dio cuenta de que acababa de recibir una oferta para unirse a una de los grupos más grandes de la Clase Alfa.

No era una oportunidad fácil de obtener y rara vez alguien vería este tipo de regalo caer en sus brazos de esta manera.

Romantica abrió su boca para decir algo, pero Doneta la tomó de la mano.

—Por recomendarte en esta party, espero que podamos comenzar a salir.

Después de un breve momento de silencio, Romantica miró a Doneta con incredulidad.

—… ¿¡Qué!?

—Dije que me desearía que pudiéramos empezar a salir.

Entonces, ella no lo había escuchado mal.

—¿Nos conocimos antes?, preguntó Romantica.

—En el salón de banquetes del examen de admisión. Fue amor a primera vista, Romantica.

Ella forzó a Doneta a soltar su mano.

—No hay razones para que te niegues, Romantica.

—Solo necesito algo de tiempo para pensarlo.

La cara de Doneta mostraba una expresión de estupor.

—¿Por qué?

—Necesito tiempo para pensar.

—Por supuesto, pero... esto es...

Los ojos verdes de Romantica, que parecían el viento mismo, resplandecían dulcemente sobre Doneta.

—Deberías darle a esta dama algo de tiempo para pensar. Si realmente eres un caballero educado.

Un caballero educado.

Al oír esas palabras, Doneta se inclinó hacia atrás.

—Ah, por supuesto. También...

Doneta se levantó de su asiento.

Cuando Romantica estuvo a punto de levantarse también, Doneta sacó algo del bolsillo y extendió la palma de su mano hacia Romantica.

Era una daga de madera.

—...Espero que aceptes esto de mí.

Un diseño finamente detallado y colorido estaba grabado en la daga.

Para ser una daga, era demasiado gruesa. Se veía casi como una caja con forma de una daga.

Romantica pensó que podía abrir la tapa y sus pensamientos fueron acertados.

—Es una tradición que se sigue en el ejército de mi reino, donde regalamos este "Kemubin" a la persona que amamos.

Empujando la ranura del mango con sus dedos, el cuchillo y el mango se separaron con un clic. Al mismo tiempo, un suave collar de cadenas doradas se deslizó desde el interior de la daga.

Doneta le dio el collar a Romantica.

Pero, ella negó con sus manos para declinar amablemente.

—Esto es demasiado.

—No tienes que sentirte presionada.

Luego de despedirse tranquilamente, Doneta se dirigió a la salida.

Tan pronto como Romantica lo vio irse, ella se dejó caer. Se sentía como si hubiera pasado una tempestad.

Pero sin siquiera un momento de respiro, otra persona se le acercó por detrás y se detuvo a su lado.

—Seguramente eres popular, Romantica.

—¡Kya! —gritó ella.

Con un impacto, la silla de Romantica se cayó.

Estaba perdida en sus pensamientos, por lo que no notó la presencia de la otra persona detrás de ella.

Era su mal hábito gritar cuando era tomada por sorpresa.

Como si no hubiera sido tocado por esta escena, Desir Arman se sentó cómodamente a su lado.

—Te saludé cinco veces, pero no respondías. Por lo tanto, decidí venir personalmente a ti.

Avergonzada, Romantica rápidamente puso su silla a su lugar original y se acomodó de nuevo en su asiento.

—Nos conocimos en el examen de ingreso. Entonces, supongo que han pasado dos días desde que nos conocimos, —dijo Desir.

—¿Qué quieres de mí?

Romantica se aclaró la garganta, su rostro se contrajo con molestia.

Naturalmente, Desir no se inmutó por ello.

—Vine aquí para invitarte a mi party.

Invitación a una party.

Ella respondió, desinteresada:

—No tengo nada que hablar contigo sobre ninguna party.

—¿Estás rechazando mi invitación porque no quieres salir conmigo? No te preocupes, no voy a pedirte que salgas conmigo.

Romantica se burló:

—Basta ya de bromas tontas. No estoy de humor.

—Si te pido una razón, ¿me responderías?, —preguntó Desir.

Romantica suspiró.

Abriendo su palma, le mostró la cadena de oro.

—¿La ves?

Por primera vez, Desir perdió su habitual calma cuando uno de sus ojos se abrió ligeramente.

Las luces de la tenue y mágica luz parpadeaban, tiñendo el cabello de Romantica con un rojo brillante.

Ella dejó escapar un suspiro.

—Si tú fueras yo, ¿qué grupo elegirías? ¿Una de las partys más grandes de la Clase Alfa, donde tengo garantizado el éxito, o una party sin nombre de la Clase Beta?

Desir sabía lo encantadora que era la oferta de Doneta para ella.

La party Blue Moon era uno de los pocos gremios poderosos en la academia.

Las actividades de la party eran el foco principal de la Academia Hebrion, haciendo que la oferta sea aún más tentadora.

Ella no podría rechazarla. No había razón para declinar.

Pero Desir sabía algo más: elegir a la party Blue Moon sería la peor decisión que ella podría tomar en su vida.

—Pero aún no te has decidido, Romantica.

La voz de Desir era segura.

—Eso es porque... necesitaba algo de tiempo para pensar. Pero pensándolo bien ahora, tomé una mala decisión. Doneta tenía razón. Desde el principio, mi respuesta ya estaba determinada. No puedo pensar en una sola razón para rechazar su oferta.

—¿Incluso si tienes que salir con él?

—En realidad, para mí es más beneficioso salir con el hijo de la familia Hadun como condición para unirme a la mejor party de Hebrion.

—Eso es bastante frío y calculador, —dijo Desir.

A pesar del sarcasmo de Desir, la decisión de Romantica no cambió.

En lugar de ser afectada, parecía que su convicción se hacía más fuerte.

—Ya que hemos terminado de hablar, ¿puedes irte?

—Supongo que no se puede evitar.

Desir metió la mano en su bolsillo, sintiendo como si sacara un cuchillo, pero su mano solo sostenía un pedazo de papel.

Una carta.

Con calma, Desir le pasó la carta a Romantica.

Sin embargo, Romantica intentó deshacerse de la carta sin leerla.

Pero entonces Desir habló:

—Es mejor deshacerse de eso rápidamente. Sin embargo, debes ser más cuidadosa con ella, ya que contiene todos tus secretos.

Sorprendida por la repentina declaración, Romantica miró de un lado a otro entre la carta y Desir, ahora insegura de qué hacer.

Su anterior actitud arrogante se había desvanecido, y Romantica se quedó paralizada en su lugar.

Levantando las cejas, Desir simplemente la instó a continuar.