Wednesday, April 22, 2020

La Magia de un Retornado Debe Ser Especial - Capítulo 41 - Novela en Español



Capítulo 41 - Servicio de Cocina (3)


Mientras las papas se cocían a fuego lento en el horno, Jefran se pasó a los filetes. 

Agarró un trozo de carne de la despensa y la arrojó sobre la mesa. 

“¿Cuál es la orden?”. 

“¡Tres bien hechos, cinco medios, tres medio raros y dos raros, Chef!”. 

Reconociendo a Desir con un breve asentimiento, dirigió su atención a la carne de res. Jefran cortó la carne en porciones generosas, mostrando su maestría culinaria. 

En medio de su corte, volvió a mirar las papas. 

“Ya deberían estar cocidas. Sacarlas del horno, luego pélalas y aplastarlas”. 

“¡Si, Chef!”. 

Mientras Desir fue a preparar los platos, Jefran colocó sus filetes de solomillo en una sartén y demostró a su pupilo: 

“Cuando cocines los filetes, concéntrate primero en los filetes bien hechos y medios. De esa manera, podemos igualar el tiempo de cocción para todos los platos mientras aún están calientes”. 

A diferencia de antes, el jefe de cocina transmitía amablemente sus conocimientos de cocina en lugar de regañarlo. 

Desir escuchó atentamente, buscando cualquier pista y detalle que pudieran ayudarlo a despejar el Mundo de las Sombras. 

Tan pronto como todos los filetes estuvieron listos, Jefran dio los últimos retoques al platillo. Todo tenía que ser servido antes de que se enfriara. 

“¡Ahora, con la salsa inglesa y las cebollas!”. 

Un brillante golpeteo rítmico daba en el mostrador; era Jefran cocinando ligeramente las verduras y cortándolas en una guarnición para decorar el plato. 

Luego colocó el puré de papas y la guarnición con elegancia y tocó la campana, llamando a los camareros para que llevaran la exquisita comida a sus invitados. 

A medida que iban llegando, Jefran comenzó a explicar cada plato y les dio instrucciones precisas. 

Mientras sacaban los platos, Desir le preguntó al jefe de cocina qué hacer a continuación. 

Después del plato principal, era el momento del postre. 

“No hay necesidad de preparar el postre”, dijo Jefran rotundamente. 

Desir se quedó pasmado. “¿Perdón?”. 

"Toma bastante tiempo para hacer una tarta, así que la hice por adelantado. Ya sabes… soy un chef preparado. Todo lo que queda por hacer es cortar el pastel. Siéntate y toma un descanso. Órdenes del chef”. 

Le dio a Desir una sonrisa y volvió a su trabajo. Desir se sentó en una silla en la esquina de la habitación. 

Después de mirar alrededor y observar la habitación, comenzó a notar algunos detalles más pequeños que había pasado por alto en el apuro. 

Específicamente, una cosa llamó su atención. 

Un par de frutas verdes, de forma ovaladas y regordetas se encontraban en una cesta sobre la mesa. 

No se utilizó ni una solo en toda la comida. 

Desir se volteó para hacerle una pregunta a Jefran. 

“Chef, ¿le gustan las ciruelas?”. 

“Hm… te refieres a esos? Sí, así se llaman, ¿no? Seguro que sabes lo que haces, muchacho. Los altos mandos me las enviaron diciendo que debería intentar usarlos, pero tienen un sabor amargo. Es una lástima, con su agradable fragancia. Estaba a punto de tirarlas”. 

“Ya veo... así que eso es lo que pasó”. 

Jefran respondió sin querer a su pregunta; Desir comprobó las ciruelas para asegurarse de que todavía estaban frescas y fragantes”. 

“Esta fruta debe estar relacionada con la misión”. 

Si hubiera un objeto relacionado con el Mundo de las Sombras, las misiones aparecerían rápidamente. Desir pensó cuidadosamente en la ciruela. 

Solo era un ingrediente sobrante en la cocina, algo que quedó allí porque el chef no sabía qué hacer con ellas. 

“Incluso me dio una pista”. 

Jefran comentó acerca de que tenía una agradable fragancia, pero un sabor amargo, lo que significa que la sugerencia era utilizar su fragancia. 

Comentarios casuales como estos se convertirían en pistas que llevaban a despejar el Mundo de las Sombras. 

“Ahora que la humanidad puede despejar los Mundos de las Sombras constantemente, ofrece una oportunidad para superar las expectativas y terminar las misiones secundarias”. 

Tan pronto como terminó de pensar, se escuchó un anuncio: 

[Búsqueda oculta: ‘Servicio de cena- EX’ encontrado] 

[El Jefe de Cocina Jefran no sabe nada de ciruelas ya que no crecen localmente. Debes guiarlo con tu experiencia culinaria. Encuentra una forma de usar las ciruelas] 

[Si al Conde le gusta tu cocina, se ofrecerán recompensas adicionales] 

[Si al Conde le disgusta tu cocina, puede haber consecuencias] 

“Chef, ¿tienes algún plan para servir el té con el postre?”. 

Jefran miró a Desir y dejó de cortar el pastel. 

“Necesito prepararlo. Desafortunadamente, a los invitados no parece gustarles mi elección de té, por lo tanto, tengo que pensar en qué hacer con ese tema”. 

“¿Por qué no usamos esto?”, Desir hizo un gesto hacia las ciruelas. 

“Las ciruelas? ¿Sabes cómo darles un uso? Hmm...”. 

El Jefe de Cocina parecía preocupado. 

[La impresión que Jefran tiene de ti es actualmente ‘favorable’. Debido a esto, Jefran tomará una decisión positiva] 

Jefran inspiró profundamente… 

“¡Bien! Te dejo eso a ti. Dime qué otros ingredientes necesitas para preparar el té”. 

“¡Si, chef! ¡Gracias chef!”. 

Desir recordó los ingredientes necesarios para el té de ciruela usando la receta que Pram le había dado. 

“Después de que despejemos el Mundo de las Sombras, recompensaré a Pram algo delicioso”. 



* * * * * 



[Has servido con éxito el servicio de vajilla, además de mostrar un plato personal] 

[Misión EX desbloqueada] 

[El Conde sabe tu nombre. Las siguientes sub-misiones serán omitidas] 

[Misión de cocina] 

[Misión de limpieza 1] 

[Misión de limpieza 2] 

[Misión de lavado de platos] 

Más tarde esa noche, Desir se quedó en la cocina para lavar los platos. 

El asistente del Chef se encargaba de limpiar, y el ruido de los platos emanaba de la cocina completamente silenciosa. 

Jefran también estaba allí confirmando la disponibilidad de los ingredientes que se utilizarían para la cena de mañana. 

De repente, preguntó a Desir si el té era una receta original. 

“No. La aprendí de un amigo”. 

“Como sea, ¿puedes hacer ese té otra vez, siempre y cuando tengas los ingredientes?”. 

“Sí, chef, pero ¿por qué me pregunta sobre esto? ¿El Conde se enamoró de mi té, incapaz de separarse de él?”, preguntó Desir con voz burlona. 

“Deja de abrir la boca”. 

Jefran golpeó a Desir en la cabeza. 

Al ver a su pupilo frotarse la cabeza por el dolor, Jefran se rio y le dijo a Desir que se sentara. 

“Tienes razón. Al Conde le gustó tu té y pidió más”. 

[¡Éxito! Por despejar la misión EX, se te ha concedido la posición de ‘Asistente’. Como ‘Asistente’, recibirás consejos para futuras misiones] 

“¿Podré seguir trabajando aquí si le sirvo a tiempo completo?”. 

“Probablemente no tendrías el tiempo. Tendré que encontrar a alguien más”. 

“Eso es un alivio. No quiero que me vuelvan a golpear”. 

Con su gran palma, Jefran golpeó la espalda de Desir y soltó una carcajada. 

[A Jefran le gustó tu broma. La relación con Jefran aumentó a ‘Digno de confianza’] 

“Te digo esto para que no te hagas una idea equivocada. No estás siendo contratado porque el té era increíble. Era bastante estándar, pero al conde le gustó lo novedoso. Nunca antes había probado algo así. Si ese es el caso, ¿qué deberías estar haciendo?”. 

“¡Haré mi mejor esfuerzo para servir el mejor té, chef!”. 

“Así es. Siempre recuerda eso”. 

“Si, chef”. 

Jefran se puso de pie. 

“Bien. No te preocupes por los platos y ve a la cama. Tendrás que levantarte temprano mañana. El comerciante que abastece de ciruelas se marcha mañana por la mañana. Es algo natural seleccionar personalmente los ingredientes para tu plato”. 

[Debido a la buena opinión del ‘jefe de cocina’ Jefran, él te recomendó al Conde, destacando tu honestidad y talento para el puesto de ‘Asistente’. Tu profesión ha cambiado a ‘Asistente’. La calidad de la comida que se te proporcionará va a mejorar. Puedes moverte libremente por el castillo] 

A la mañana siguiente, los dos cocineros salieron del castillo en el carruaje, siguiendo el sinuoso camino. 

El otoño se acercaba a su fin y las heladas comenzaban a aparecer en los extremos de la vegetación. 

Inclinándose hacia la ventana, Desir miró hacia afuera. 

Desde una chimenea, un humo blanco salía techo. 

Las calles estaban bien conservadas y, después de pasar el puente levadizo, una ciudad apareció a la vista. 

Bajo el sistema de gobierno actual, la ciudad estaba floreciendo y había un animado bullicio por todas partes a donde iban. 

Si bien Desir y el Conde nunca se habían conocido, Desir estaba convencido de que el Conde debía ser un gobernante espléndido. 

A medida que viajaban, Desir comenzó a notar algo extraño... las sonrisas en las caras de las personas se desvanecían a medida que se alejaban del centro de la ciudad. 

Después de pasar por el distrito residencial, pasaron por las llanuras con pequeñas chozas de madera. 

El bienestar de la ciudad se desvaneció en un instante. 

La gente aquí parecía agotada, con sus caras llenas de suciedad y mugre. 

“Señor Jefran, ¿qué es este lugar?”. 

Jefran chasqueó la lengua. 

“Un pueblo para vagabundos. Recientemente, hemos estado acogiendo a vagabundos que no tienen un lugar para quedarse". 

“Eso es peculiar. Nunca he visto a un conde aceptar tantos vagabundo”. 

Eran personas de todos las clases sociales; algunos tenían circunstancias que les hicieron perder sus hogares, otros habían sido exiliados… 

Lo único que los unía era lo siguiente: no tener ningún lugar dónde quedarse. 

Por lo general, nadie en su sano juicio aceptaría a tantos nómadas; había casi tantos como residentes del interior de la ciudad. 

“Nuestro conde es generoso. Al principio, solo había unos pocos y su Señoría les ofreció refugio. Poco después, los rumores se extendieron por toda la tierra y así estamos ahora. A pesas de las advertencias de sus consejeros, él insiste en apoyarlos hasta el final del invierno. Como seguramente sabes, el invierno es brutal. Si los echamos ahora, no es diferente de enviarlos a sus tumbas”. 

Jefran se estremeció y se frotó las palmas de las manos. 

Lanzó una mirada de despedida a los hombres y mujeres que se acurrucaban juntos para calentarse al aire libre. 

“Lo entiendo. Nadie quiere sangre en sus manos. Pero a mí no me gusta. Ya estamos lo suficientemente cortos de comida, y estos tipos no hacen nada más que robarnos la comida. Eh... ya sabes a lo que me refiero. Hay mucha gente por aquí que siente lo mismo”. Jefran cortó un poco de saliva. 

“Ya veo...”. Desir dejó escapar un profundo suspiro… 

“Es igual que la Academia: los civiles y los nómadas son como los estudiantes Alfa y Beta”.



No comments:

Post a Comment