Wednesday, April 22, 2020

La Magia de un Retornado Debe Ser Especial - Capítulo 42 - Novela en Español





Capítulo 42 - Dos Problemas (1)




El carruaje se sacudía a medida que avanzaba en su camino.

Inclinándose hacia la ventana, Desir admiró el paisaje.

Las grandes extensiones de tierra establecidas para la agricultura le llamaron la atención.

“Con tantas tierras de cultivo abundantes y fértiles, no es de extrañar que sean capaz de producir tanta comida. El Conde no tomó esta decisión por simple capricho”.

Al llegar a los límites de la ciudad, el carruaje se detuvo en las afueras de una posada en malas condiciones.

La madera estaba desgastada y la puerta crujía, pero resistía el paso del tiempo y no olía a moho. Eso era suficiente.

“Quédate aquí y espérame”. Jefran entró en la posada y procedió a asegurar alojamiento para los dos.

Desir sintió y le dio un guiño antes de notar lo dolorido que estaba por el viaje en carruaje hasta aquí.

Una vez que Desir salió del carruaje, comenzó a estirarse. Se sintió mucho mejor después de salir del reducido carruaje.

De repente, sintió que algo lo empujaba. Se dio la vuelta, pero no pudo ver a nadie.

Cuando empezaba a creer que no había nadie, miró hacia abajo y encontró a una niña desnutrida con los labios agrietados.

La niña vagabunda puso sus manos frente a Desir y suplicó: “Señor, ¿podría darme alguna moneda? ¡Por favor!”.

La mirada en sus ojos era desesperada, y no podía disimular su cansancio, ya sea por fatiga o hambre, o ambas cosas.

Desir buscó algo en sus bolsillos, cualquier cosa para darle a la niña, pero no tenía ni una sola moneda que darle.

“Lo siento. Tampoco tengo dinero”.

Los ojos de la niña decayeron; parecía un árbol a punto de caerse.

"Uf... no hay nada que se pueda hacer entonces", suspiró.

Se dio la vuelta y se alejó cansadamente de Desir.

Cuando comenzó a irse, Desir la llamó y le ofreció cuatro ciruelas secas con su mano extendida.

“Si lo que quieres es comida, tengo esto”.

Su rostro se iluminó y sus ojos miraron a Desir, como pidiendo permiso.

Él le devolvió la sonrisa y asintió con la cabeza en aprobación a la niña antes de entregarle una de las ciruelas secas.

Ella la devoró vorazmente, antes de mirar a las otras ciruelas secas con avaricia.

“¿Quieres más?”.

La niña asintió con furia en respuesta.

“Hay muchas cosas de aquí que no sé. ¿Estarías de acuerdo si te hiciera algunas preguntas a cambio de estas ciruelas?”.

No hubo ninguna duda En volver a asentir.

“¿Vives allí?”. Desir señaló el barrio donde vivían los indigentes.

La niña asintió. “Sí. Vivo con mi mamá y mi hermanito. Solo los tres”.

“¿Dónde está tu papá?”.

“No lo sé. Mamá no me lo quiere decir”.

Desir le dio a la niña otra ciruela. Se la comió tan rápido como a la primera.

“Escuché que te dan comida gratis aquí. ¿No es eso cierto?”.

“Sí. Todas las mañanas vienen de allí”, señaló la plaza.

“Si esperas en la fila, te dan comida”.

“Si es así, entonces ¿por qué…?”.

Las palabras de Desir se interrumpieron cuando vio a la niña buscar algo en sus bolsillos.

Lo sacó como si estuviera manejando un tesoro precioso: era un pedazo de pan.

“Nos dan un pedazo de pan para comer todos los días, pero no es suficiente. Por eso Lílica siempre tiene hambre”.

“¿Quién es Lílica?”, preguntó Desir.

La niña se señaló a sí misma y su estómago gruñó de hambre.

En respuesta, Desir le dio otra ciruela seca. Como todas las demás veces, desapareció en cuestión de segundos.

“Señor, ¿y tu nombre?”

“Puedes llamarme Desir”.

“Está bien, Desiiiir. Como eres tan amable, te daré esto”.

Era un pañuelo bordado con motivos florales; podía notarse que se tardaba años en lograr este tipo de bordado magistral.

“Mi mamá lo hizo; ella es súper buena cosiendo. ¡Incluso hizo mi ropa!”. Lílica se giró y mostró su vestido.

Desir se sorprendió de que ella le diera esto.

“Esto es hermoso. ¿Estás segura de que no quieres venderlo en el mercado? Con la mano de obra de tu madre, debería tener un buen precio”.

“La gente nos dijo que no pasáramos por el mercado. Dijeron que matarían a golpes a mi madre si venía”.

Ella frunció el ceño al recordar esas palabras.

“Dijeron que somos ladrones que lo roban todo. Además de Joffrey, dijeron que las otras personas que vivían con nosotros les robaron cosas. Aunque no robamos nada, nos siguen llamando ladrones. Mi mamá me dijo que lo guardara. Dijo que, como no somos de aquí, es natural que actúen de esta manera”.

“Ey, Desir! ¡Ven aquí! ¡Ahora!”.

La voz de Jefran resonó cuando llamó a su asistente. Era hora de irse.

Desir necesitaba volver rápidamente, así que le dio a la niña la última ciruela seca.

"Lílica, ¿ves ese sol? Cuando esté a mitad de camino, ven a la puerta trasera del castillo y te daré más comida, ¿de acuerdo?”.

“¡Guau! ¿en serio? ¡Está bien!”.

“Asegúrate de que nadie te vea”.

Después de asegurarse de que ella entendiera, Desir se fue corriendo hacia Jefran. Poco después, una notificación sonó.

[Has encontrado el problema Nº 2: [Vagabundos], uno de los dos problemas dentro del dominio de Evernatten]



* * * * *



Castillo del Lord Evernatten, 11:00 h.

Después de que el vapor se elevara de la tetera y su aroma circulara por la oficina, Desir vertió el té en una taza de plata y luego lo colocó en una bandeja de plata.

Abriendo las puertas de la cámara, puso suavemente la bandeja de plata frente a su Señoría, que estaba revisando una pila de papeles.

Era un hombre mayor y brusco, con una cara plagada de cicatrices de batalla que fueron talladas por las innumerables ocasiones en las que ha sobrevivido.

Trabajando en silencio, un aire de intensidad lo rodeaba.

[Has encontrado al Héroe Único [Wilhelm Evernatten]. Esta es una figura clave en el escenario principal]

[Acércate a él. Una vez que la impresión que el Conde tenga de ti llegue a ser [Digna de confianza], comenzará la misión principal. Actualmente, su impresión de ti es [Favorable]].

“Si esta persona es una figura clave en este Mundo de las Sombras, la misión principal debe ser ayudarlo a resolver los problemas en los Dominios de la Nación de Evernatten”.

Desir colocó suavemente la taza de té sobre el escritorio del Conde.

Al terminar la misión [Servicio de Comida-EX], Desir fue recompensado con la posición de asistente del conde.

La pluma del conde se movía sin descanso, mientras sus ojos permanecían fijos en el papeleo frente a él.

Tomó algunos sorbos casuales del té, pero por lo demás se mantuvo taciturno.

“Para poder activar la misión principal lo antes posible, tengo que convencer al Conde de que puede confiar en mí; Tengo que resolver el problema de los vagabundos lo antes posible”.

Desir observó con tacto al Conde.

Aparte de los silenciosos arañazos en el pergamino y los sorbos de té, no había ningún sonido presente.

“Ejem”. Desir se aclaró la garganta.

Quería comenzar una conversación casual con el Conde. Era la mejor manera de hacerse amigo de él en poco tiempo.

“Hoy hace mucho frío”.

“Ya veo”, respondió el conde sin levantar la vista.

“¿Debo cerrar la ventana por usted?”.

“Déjala así”.

El conde miró a Desir. Un fracaso espectacular.

Esta vez, Desir intentó cambiar el tema en lugar de hacer una pequeña charla.

Mirando el papeleo apilado sobre el escritorio del Conde, concluyó que había tantos papeles que no podían ser terminados por una sola persona.

“Mi señor, parece que hay una cantidad sustancial de trabajo por hacer. Si lo deseas, estaré encantado de ayudarte con tu trabajo”.

Wilhelm dejó su té y dirigió su atención a Desir. “¿Sabes leer?”.

“Si, mi señor”.

Earl Evernatten dejó su pluma.

"Entonces haré que hagas una cosa por mí".

Desir se inclinó más cerca para asegurarse de que captaba cada palabra.

“No me hables mientras estoy ocupado trabajando. Es una distracción”.

[La impresión de Earl Wilhelm sobre ti ha disminuido de [Favorable] a [Neutral]]

“No puedo acercarme a él usando medios normales. Necesito mirar esto desde un enfoque diferente”.

Desir llegó a esta conclusión después de unos días en su nuevo puesto como asistente del Conde.

Después de un primer encuentro decepcionante, Desir hizo todo lo posible por ofrecer una buena impresión al conde: ofreciendo postres, trayendo varios tés exóticos y limpiando la habitación del Conde antes de tiempo.

Desafortunadamente, nada de esto tuvo efecto alguno en el temperamento del Conde.

Cuatro días después de la misión, mientras Desir estaba pensando en cómo ganarse la confianza del Conde, el escenario comenzó a dividirse en un nuevo desarrollo.

La Cocina del castillo.

Para ayudar a Jefran mientras buscaba un nuevo asistente, Desir estaba preparando las cebollas en la cocina él mismo.

Con la puerta ligeramente entreabierta, apareció un lindo y travieso ojo para asegurarse de que no hubiera moros en la costa.

Cuando vio a Desir, sus pupilas se dilataron antes de que saliera por la puerta y se abriera de par en par.

La veloz sombra se abalanzó contra Desir y saltó, con los brazos extendidos listos para envolverlo.

“¡Señor Desir, adivine quién es!”.

Desir se sorprendió y se dio la vuelta para ver a su ágil miembro de la party en carne y hueso.

“¿Pram? ¿Cómo has llegado hasta aquí? ¡Ay! ¡Aguarda!”.

“¡Lo siento! No pude evitarlo después de encontrarte”. Pram soltó su fuerte abrazo y retrocedió un paso.

Al ver la apariencia de Pram, notó que el miembro de su party llevaba puesto el uniforme de los guardias de Evernatten.

“Así que empezaste como un guardia, ¿eh?”.

“¡Sí señor! Como guardia, pude deambular por el castillo. Por eso pude encontrarte. Además de eso, ¿¡sabes cuánto tiempo te he estado buscando!?”.

El rostro angustiada de Pram estaba extremadamente cerca de la cara de Desir.

Desir dio un paso atrás y se disculpó.

“Lo siento, han pasado muchas cosas”.

Le informó a Pram sobre lo que había ocurrido hasta ahora en la región de Orrane.

Mencionó a los vagabundos que viven fuera de la ciudad, y el trato dispar que recibían de la gente del pueblo.

Desir también mencionó a Lílica, la niña que conoció fuera de las paredes.

Después de ponerse al día con Desir, Pram lo perdonó y los dos se juntaron para discutir sobre el Mundo de las Sombras.

“Entonces... ¿parece que este Mundo de las Sombras está basado en el Imperio Sagrado?”.

En respuesta a la pregunta de Pram, Desir asintió.

“Lo he confirmado. Hace unos días, me tomé un momento para abandonar el castillo. Descubrí que la arquitectura de la ciudad se parece a la del Imperio Sagrado”.

"Pero Desir, ¿no fue acaso el Imperio Sagrado…?"

“Correcto. Todo el territorio fue tragado por el Mundo de las Sombras, a excepción de la región de Orrane donde residimos actualmente”.

“Pero es extraño: se siente fuera de lugar estar en un país que ya ha llegado a su fin. Es completamente diferente de donde somos nosotros”.

“Bueno, es tu primera vez en un Mundo de las Sombras”, Desir sonrió a Pram, recordando su primera vez.

“¿No es acaso lo mismo para ti también?”.

Atrapado con la guardia baja, Desir se levantó de su asiento.

“...Solo espera aquí por un momento. Te traeré algo para comer”.



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