Wednesday, April 22, 2020

La Magia de un Retornado Debe Ser Especial - Capítulo 32 - Novela en Español





Capítulo 32 - La Torre de Magia, Tiempo, Ajedrez (4)




Fue una oferta increíble.

Con los 28 meses para la graduación de Desir, la cantidad total de dinero que recibiría sería...

“3.360 monedas de oro, según mis cálculos, eso debería ser suficiente para demostrar que sus esfuerzos no han sido en vano. Al ganar una partida de ajedrez, has aumentado tu recompensa 28 vece. Con eso, yo no estaría yendo en contra de mi palabra, y más o menos tendrías un patrocinio”. Zod miró fijamente a Desir, a la espera de su aprobación.

“Esos son términos muy favorables. Casi quiero aceptar de inmediato ", dijo Desir, sacudiendo la cabeza.

“Pero eso no cambiará mi petición. Quiero hacer un trato”.

Zod expresó su desdén por la elección del joven.

“Esperaba que eligieras más sabiamente. Has rechazado mi oferta y no puedo aceptar tu trato. Con eso, las negociaciones han terminado”.

El hombre se levantó para levantarse de su asiento.

“No, Maestro de la Torre. Aclaremos esto primero, por favor. No es que usted no pueda aceptar el acuerdo… es que no puede aceptar el acuerdo con una pérdida”.

A primera vista, evidentemente este era el caso.

“Sin embargo, esto significa que usted aceptaría el trato si fuera un intercambio equivalente”.

“Entonces, crees que es un trato equivalente”.

El Maestro de la Torre estaba audiblemente molesto por las palabras de Desir.

Desir vio los defectos. No había forma de que alguien desde el exterior vea esto como justo. Era absurdo.

Inmediatamente fue a calmar a su viejo colega.

“Entiendo completamente su punto, señor Exarion. Una mera idea de un estudiante contra el patrocinio de la Torre de Magia. Hablando lógicamente, no hay forma de que alguien vea esto como justo”.

Desir se levantó de su asiento y jugó con la pieza del buque de guerra del tablero de ajedrez.

“Pero usted, de entre todas las personas, debes saber mejor que nadie que hay muchas cosas fuera del campo de la lógica. Por ejemplo, un hombre de 20 años que se convirtió en el Maestro de la Torre después de desarrollar la técnica del Encanto. O tal vez menos probable aún, un estudiante de primer año de la Academia Hebrion derrotando al Maestro de la Torre en un juego de ajedrez”.

“¿Qué estás tratando de decir, entonces?”.

Zod no estaba impresionado, y esperó a que Desir llegara rápidamente al punto.

“A pesar de lo ilógico que pueda parecer, este acuerdo es bastante justo. Si debo hacerlo, puedo probarlo ahora mismo. ¿Le gustaría quedarse un momento y escuchar?”.

Desir colocó la nave de guerra directamente frente a Zod mientras esperaba una respuesta.

“...Demuéstralo”.

Zod cruzó sus brazos por detras y le dio una oportunidad para explicarse.

Desir observó a sus alrededores.




Estantes de libros alineaban las paredes de toda la habitación. El tablero de ajedrez con el que jugaban yacía sobre el escritorio, iluminado por una lámpara, así como varios cristales mágicos esparcidos.

Caminó hacia el escritorio y tomó uno de los cristales mágicos.

Ninguno de los cristales estaba encantado, lo que los dejaba inutilizables.

Desir rodeó el cristal mágico en un manto de su maná, y este comenzó a palpitar.

Un sonido brotó desde el cristal, como un acorde musical.

Desir comenzó a vibrar sus partículas de maná una por una, y mostró su control único sobre el maná.

“Lentamente, fije la frecuencia”.

Segundo a segundo, Desir elevó lentamente la frecuencia de la mana poco a poco hasta que el zumbido del cristal mágico comenzó a vibrar con más fuerza que antes, y resonó de un lado a otro.

Una mirada de shock apareció en la cara de Zod.

“¿Influyó en el maná interno del cristal sin usar el método de Encantar?”.

Basado en su teoría, esto era imposible. Si él no viera esta hazaña con sus propios ojos, él mismo no lo creería.

Desir no le prestó atención. 

El maná interno continuó girando violentamente, creciendo exponencialmente más fuerte. Giró vigorosamente, formando un círculo perfecto.

Tan pronto como Desir sintió que alcanzaba su punto máximo, dijo dos palabras simples.

“Se acabó”.

El Maestro de la Torre todavía estaba boquiabierto.

“¿Se acabó?”.

“Sí. Eso es todo”. Desir le lanzó el cristal mágico a Zod.

Zod atrapó el cristal mágico, aun teniendo dificultades para asimilar lo que acababa de suceder.

El cristal mágico se veía exactamente igual, excepto por el maná interno que se vomía constantemente. 

Desconcertado, miró a Desir y le preguntó: "¿Qué acabas de hacer?".

La respuesta que buscaba no vino de Desir, sino desde el cristal mágico.

- “¿Señor? ¿Hay algún problema?”.

Zod casi deja caer el cristal al escuchar la voz de su secretaria.

- “Más importante aún, queda menos de un minuto para su reunión”.

La voz continuó hablando.

“También puede ser utilizado como un transmisor”, explicó Desir con indiferencia.

Zod se quedó aturdido ante la noticia.

El mago de 7° Circulo eligió sus siguientes palabras con mucho cuidado.

Su voz temblaba cuando dijo: “Te devolveré la llamada en un momento”.

Colocando suavemente el cristal mágico sobre la mesa, se dirigió a Desir.

“Voy a necesitar una explicación”.

“Como puede ver, he puesto un hechizo de comunicación en el cristal mágico. Cuando atendió su llamada antes, confirmé el número de su secretaria”.

“Puedo decir eso. Pregunto cómo colocaste el hechizo en el cristal sin encantarlo”.

Los ojos de Zod estaban atentos, buscando cualquier pista que pudiera encontrar de este estudiante que acababa de arruinar su teoría por completo.

“Todas y cada una de las partículas de maná tienen algo llamado frecuencia única. Si puedes sintonizar estas frecuencias con la de otras partículas de maná, puedes hacer que se armonicen entre sí, creando una resonancia de maná”.

Y era ese fenómeno único que aún no se había descubierto en esta era.

“Esta resonancia de maná se puede aplicar a una gran variedad de objetos: un cristal mágico no es una excepción. Si haces vibrar su entorno a la misma frecuencia que el maná, la vibración te permite viajar a través de la capa exterior de maná, creando este tipo de resonancia de maná”.

Desir tomó el cristal de Zod y una vez más mostró cómo funcionaba.

“Si giras el maná circundante, el maná almacenado gira con él. Una vez que las rotaciones alcanzan un punto crítico, el maná interior se asienta en una forma circular. Esta forma a menudo se denomina 'Círculos', y con esto…”

"Puedes activar tantos hechizos como quieras, incluso sin el proceso de encantar".

“Exactamente”. Desir apretó el cristal mágico activado en su mano.

“Las aplicaciones son infinitas. Mientras el maná lo permita, puedes activar docenas de hechizos a la vez. Esto significa que no tenemos que agotar inútilmente nuestros cristales mágicos, y elimina el defecto más grande del método Encantar.

Con esta tecnología, los Forasteros no habrían tenido ninguna oportunidad de atravesar sus puertas delanteras. El método Encantar te deja con la vulnerabilidad de tener que elegir entre una barrera física y una mágica, pero esto abre un abanico de posibilidades.

Incluso si tu círculo es bajo, este método te permite acceder a toda la magia siempre y cuando que tengas un cristal mágico lo suficientemente poderoso”.

Esto fue solo el principio. Usando este método, se podrían desarrollar innumerables técnicas.

Zod habló, su voz temblaba.

“¿Descubriste esto?”.

“Lo conozco”.

Desir no dio una respuesta directa; en realidad, fue Zod quien creó esta técnica en el futuro, no él.

Luego de 3 años en el Laberinto de las Sombras, Zod Exarion descubrió la resonancia de maná y eso cambió su entendimiento fundamental de la ingeniería mágica.

A partir de ahí, continuó expandiendo su teoría, permitiendo eventualmente que alguien usara un cristal mágico sin el método de Encantar.

Este descubrimiento llevó a la humanidad a adquirir técnicas para sobrevivir en el Laberinto de las Sombras.

Arrinconada, la humanidad no tuvo más remedio que innovar y sacar a la luz estos descubrimientos.

Después de regresar al pasado, Desir pensó en traer las técnicas del futuro a esta era.

Si todo el conocimiento adquirido en su desesperada lucha pudiera volver al pasado, tal vez aumentaría las posibilidades de despejar el Laberinto de las Sombras.

“Con la habilidad de la Torre de Magia, podrían dar vida a estas técnicas”.

Eso fue todo.

Desir no estaba aquí para recibir apoyo; estaba aquí para apoyarlos.

Cuando el Maestro de la Torre comparó el trato con cambiar una barra de oro por un maní, estaba en lo cierto.

Sin embargo, no se dio cuenta que la persona que estaba ofreciendo el cacahuate era él.

“Esto es extremadamente sorprendente, reescribirá la historia de la ingeniería mágica tal como la conocemos”.

La mente de Zod estaba a cientos de kilómetros de distancia, pensando en todas las posibilidades que esto podría producir.

“Me alegra oírlo, Maestro de la Torre. Pero quiero que sepa, esto es solo una pequeña parte de las ideas que tengo. Estoy dispuesto a ofrecerle todas las técnicas que conozco, y la Torre de Magia puede usarlas en sus productos. Todo lo que pido a cambio es que patrocine mi party con artículos hechos con estas técnicas. Esta es mi oferta”.

Zod volvió a concentrarse cuando escuchó las palabras de Desir.

“Una pequeña porción...”. Zod se volvió a su Pad sin la más mínima vacilación. “Secretaria, cancele la reunión”.

- “¿¡Señor!? Pero...”.

La secretaria se sorprendió.

“No, no la reunión. Cancela todo hasta que te diga lo contrario”.

- “¡Señor! ¿De qué esta hablando? ¡Tienes más de veinte citas que atender!”.

“Dile a Hephatus que se ocupe de ello. Voy a colgar ahora. Es probable que no pueda contactarme en las próximas dos horas”.

*Bip*

“Ahora que el agotador límite de tiempo se ha ido, tenemos la oportunidad de discutirlo en detalle”. Zod parecía animado y voraz por obtener más información.

“Supongo que está aceptando el trato”, exclamó Desir.

“Eso espero, A no ser que me haya vuelto loco”. El Maestro de la Torre se rió burlonamente de sí mismo y le dió la mano extendida a Desir.



* * * * *



* * * * *



Luego de que terminaron de hablar, Desir se puso en contacto con Pram.

Desir se unió a ellos en la mesa y miró a su alrededor. Esto era algo raro incluso en la capital.

“Así que consiguieron encontrar un lugar como este. Una heladería, eh”.

"Hm. Campesino bullicioso”, dijo Romantica con una expresión altiva. “¡Baskin-Rise 79 es una visita obligada si alguna vez visitas Altaea!. ¡No puedes irte de la ciudad sin probar el ‘Very Berry Strawberry and Cotton Candy’! ¡Son para morirse!”.

Desir se rio un poco por las palabras de Romantica.

“Así que me estás diciendo que ordene eso, ¿verdad?”.

Saludó al camarero e hizo su pedido mientras Pram le preguntara sobre su reunión.

“¿Te fue bien, señor Desir?”.

“Por supuesto, todo está solucionado”.

Desir se rio entre dientes y pensó para sí mismo lo tierno que era Pram.

“¡Uf! Es un alivio.”

“Un alivio ciertamente, pero ...”, Romantica tomó una gran respiración. “¿Podrías explicar?”.

“¿Qué quieres que te explique?”.

“La razón por la que rechazaste la recompensa de 120 monedas de oro. Con toda honestidad, no puedo imaginar por qué renunciaste a ese oro para jugar al ajedrez”.

“Ah, eso. El objetivo principal no era jugar al ajedrez con el Maestro de la Torre, sino una excusa para encontrarme con él. Mi verdadero objetivo era pedir apoyo, y como dije antes, todo está resuelto. Por ahora, tenemos apoyo a nivel de patrocinio”.

"¡¡¡Wow!!!".

Pram saltó en el aire para celebrarlo.

“¡Pensar que el elevado Maestro de la Torre les había dado su apoyo!”.

Romantica miró a Desir, con sospecha.

No había manera de que él hiciera esto legalmente.

“¿Descubriste su debilidad o algo así? ¿Es corrupto, o está experimentando con criaturas vivas? Conociéndote, debes haberlo chantajeado...”.

Ella se estremeció, pensando en lo que el Maestro de la Torre podría haber pasado.

“¿¡Qué clase de persona crees que soy!?”, exclamó Desir.

Romantica hizo una mueca a Desir.

“Un completo sádico. Definitivamente no soy el único que piensa así. Pram, díselo”.

“Se- señor Desir, no debería cha- chantajear a la gente. No es bueno…”.

“¿¡Eh!?, ¿tú también, Pram?”, Desir cayó de rodillas.

“Jejeje. Es una broma, señor Desir. Confio en ti”.

Pram sacó la lengua, sonriendo juguetonamente.

Se veía tan lindo que los otros dos no pudieron evitar sonreír.



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