Capítulo 43 - Dos Problemas (2)
Poco después, Desir volvió con un poco de té caliente y frutos secos.
Terminó su historia e instó a Pram a contar la suya a cambio.
Mientras comían, Pram explicó cómo le había en el Mundo de las Sombras: inicialmente, había dudado bastante.
Se había quedado solo, pero trabajó diligentemente en su misión asignada.
A pesar de sus muchos errores y las complicaciones que tuvo, finalmente completó su primera misión.
"Ahora estoy en una misión de realizar una acción meritoria en la batalla anual contra los bárbaros y recibir una ordenación de caballero”, concluyó.
“¿Bárbaros?”, preguntó Desir en respuesta.
“Sí. No hay nada para comer en la tundra helada del norte. Como resultado, asaltan el territorio fértil de esta región cada año”, explicó Pram.
Cuando terminó su explicación, apareció una notificación delante de Desir.
[Has aprendido sobre el problema de los 'Bárbaros', uno de los dos problemas que enfrenta el Territorio de Evernatten.]
“Así que el problema de los bárbaros era el otro”. Desir conjeturó sin palabras.
Mordió una de los frutos secas que había traído.
“¿Cómo es tu progreso en la búsqueda?”.
“Bueno... sobre eso...”, suspiró Pram.
“Estoy en la misma situación en la que estás, señor Desir. Ni siquiera he visto a un solo bárbaro”.
“¿Qué quieres decir?”.
“De acuerdo con los grupos de exploración, nadie ha visto ningún signo de una incursión de bárbaros. La Orden de los Caballeros ya ha declarado que los bárbaros han renunciado a las incursiones este año”.
“¿Los bárbaros se han rendido?”.
La risa mezclada con incredulidad se filtró en la voz de Desir.
“Eso no puede ser verdad”.
“No es una afirmación sin fundamentos, Sr. Desir. Desde que Wilhelm se convirtió en Lord, los bárbaros no han podido atravesar el muro ni una sola vez. Han fallado durante cinco años consecutivos; ¿no crees que es hora de que se den por vencidos?”.
“¿Recuerdas al bárbaro que conociste antes?”, preguntó Desir de repente.
Pram asintió. Recordó al bárbaro que conoció en la tienda de Ujukun.
Desir continuó sus preguntas.
“¿Y qué tipo de sentimiento recibiste de él?”.
“...Como si fueran la encarnación física del espíritu de guerra”, concedió Pram a regañadientes.
“Entonces, ¿cómo crees que serán cuando se reúnan en grupo? La lógica normal no funciona en esos bárbaros. ¿Una fortaleza inexpugnable? La idea solo los animará a esforzarse más”.
La voz de Desir tenía un toque autoritario, como si supiera mucho sobre los bárbaros.
Lo sabía, en realidad: había luchado con el Rey de los Bárbaros en sus 10 años dentro del Laberinto de las Sombras.
Él había aprendido mucho sobre ellos simplemente observando a Donaif llevar a su gente a la batalla.
“Además de eso”, continuó Desir, “se están muriendo de hambre, y la tierra fértil está posada frente a sus ojos. ¿Renunciar a eso? No. Ellos darán todo para abrirse paso”.
Desir bajó la voz una octava.
“Incluso Puede ser que aún no hayan demostrado su verdadera fuerza, para hacer que Evernatten los subestime”.
“...Pero eso no tiene sentido, señor Desir. ¿Por qué intentarían lo que creen que es un truco deshonesto, cuando son tan obstinados y les encanta probar su fuerza?”.
Desir asintió ante la objeción de Pram, en un acuerdo parcial.
“Tienes razón, Pram, pero ya se están comportando de manera bastante irregular porque todavía no se han revelado. Eso significa que tenemos que considerar otro factor importante, fuera de los rasgos únicos de los bárbaros”.
“¿Qué sería eso?”.
“La existencia de un oponente. Casi todas las instancias de Las Narrativas de los Mundos de las Sombras tratan de un incidente histórico que involucra a dos fuerzas opuestas. En ese caso, debe haber otro personaje clave que actúe como antagonista de Lord de Evernatten. Él debe ser quien lidera a los bárbaros, y el que estableció esta nueva estrategia”.
Desir cayó en un pensamiento profundo y continuó, medio murmurando:
“Su objetivo es la comida... no se han revelado todavía, sin embargo... ¡eso es! Si están tratando de saquear algo de comida, no necesitan una gran cantidad de tropas”.
Por lo tanto, Desir concluyó enfáticamente:
“Planean emboscar a los guardias del depósito de alimentos y asaltarlos con una fuerza de ataque pequeña”.
Esto podría describirse como el “problema secreto” que enfrentaba Evernatten. Entenderlo dependía de un profundo conocimiento de los bárbaros.
Un mensaje apareció frente a Desir tan pronto como terminó de expresar su idea.
[Su sorprendentemente alta perspicacia ha discernido los planes de los bárbaros a partir de una pista muy pequeña.] [La misión oculta “Incursión” ha comenzado.]
[Los bárbaros se infiltrarán en el castillo en tres días. Su objetivo son las raciones dentro del almacén de alimentos. ¡Detén la redada!]
[La moral de los soldados caerá en picada si se quedan sin comida.]
[Las personas que viven en Evernatten y los territorios circundantes morirán de hambre en un invierno frío]
[La tensión entre las personas que viven aquí y los bárbaros aumentará.]
[Actualmente hay 4 meses de alimentos almacenados]
* * * * *
* * * * *
El fuego del brasero crujía ruidosamente, proyectando largas y pálidas sombras sobre las piedras mientras Desir y Pram trepaban por las paredes del castillo para observar la región.
Mientras caminaban a lo largo de la muralla, hicieron un simple bosquejo de las características clave de la zona, y estimaron la ubicación de los puestos de guardia.
Desir había tardado un cuarto de día para observar toda la región, y eligió los tres lugares más probables desde los cuales los bárbaros intentarían infiltrarse en el castillo.
El primero era el espacio detrás del molino de agua, donde el muro era relativamente bajo, debido a la colina más allá del muro.
A continuación, el muro sur, donde la distancia entre los puestos de guardia era relativamente larga, dejando a la zona escasamente tripulada en comparación.
Tercero, la puerta oeste, la puerta más cercana donde el depósito de alimentos se localizaba.
Como el territorio de Evernatten era relativamente amplio, no era de sorprenderse que fuese difícil mantener patrullas adecuadas; la oportunidad para los bárbaros definitivamente.
Desir se volteó hacia Pram.
“¿Cómo resultó pedir a tus compañeros soldados el aumentar la intensidad de sus patrullas?”.
Pram suspiró. “No bien. Nadie me cree, por mucho que lo intente”.
“¿Cómo es tu relación con los otros soldados?” Preguntó Desir.
“No estoy seguro”, respondió Pram.
“No he tenido en cuenta su nivel de afecto, así que realmente no lo sé”.
“Probablemente son escépticos porque su nivel de afecto por ti no es lo suficientemente alto”, explicó Desir.
Continuaron su caminata, y Desir continuó su explicación.
“Dijiste que la Orden de los Caballeros ya afirmaba que los bárbaros no invadirían, ¿verdad? Probablemente necesitarías un nivel de afecto de ‘Confianza’ como mínimo para que te crean en la Orden de los Caballeros”.
Pram suspiró de nuevo. “Pensar que se necesitaría tal nivel afecto...”.
“Es demasiado tarde, hay que hacer algo al respecto ahora. Tendremos que idear un plan por nuestra cuenta”.
En el tiempo transcurrido, Desir y Pram habían acortado sus propias horas de sueño para patrullar las cimas de los muros del castillo.
Inmediatamente después de que terminara su trabajo regular, subía a los muros para patrullar las áreas que Desir determinó que eran los puntos más probables para el ataque.
Desafortunadamente, habían descubierto que la situación era incluso peor de lo que inicialmente pensaban.
Los soldados que custodiaban las paredes no estaban preparados para una emboscada.
Carecían de toda disciplina y pasaban la mayor parte del tiempo dormitando o charlando entre ellos.
Desir suspiró.
“Sin enemigos tangibles, no sienten ninguna urgencia”.
“Ya es bastante difícil hacer este trabajo con dos personas... Si incluso los soldados son así...”.
La voz de Pram estaba inquieta.
Pronto se convirtió en el trabajo del grupo de patrullaje de Desir el despertar a los soldados durante sus propias patrullas.
En el segundo día de sus patrullas, comenzó a nevar.
Era la primera vez que nevaba desde que Desir había llegado, y era una nevada muy fuerte.
Para cuando su patrulla de la primera área, el molino de agua, había concluido, la nieve se había acumulado varios centímetros.
Sus pasos dejaban huellas profundas a medida que avanzaban.
“¡Nuestra visibilidad se ha reducido considerablemente gracias a esta nieve! ¡Tendremos que ser muy cuidadosos hoy!”.
Gritó Desir por sobre el fragor de la tormenta invernal. Se aferraba con fuerza a su ropa mientras se ondeaban en el viento.
“Pram, todavía estás usando tu Runegear, ¿verdad?”.
“Siempre”.
“Bien”.
Continuaron apresuradamente hasta el segundo punto que identificaron, el muro sur, subiendo un larguísimo tramo de escaleras y pasando por un camino estrecho, antes de llegar finalmente.
Los patrulleros no se encontraban en ninguna parte. Fue una escena familiar.
Pram suspiró de nuevo. “¿Y ahora dónde están socializando?”.
Desir se detuvo. Sintió una extraña e inexplicable inquietud.
Sin previo aviso, se echó a correr. Corriendo a lo largo del muro, hasta que… apenas reconoció las formas caídas contra la pared.
Los guardias no estaban ni dormidos ni socializando. Estaban muertos.
“¿Señor Desir?”.
Los nervios de Pram se transmitieron por su voz.
Desir miró a los guardias caídos.
La nieve había empezado a formar una fina capa sobre los cadáveres, lo que significaba que había pasado muy poco tiempo desde que los hombres habían sido asesinados.
Desir agarró a un guardia muerto por los hombros.
Estaba frío como un bloque de hielo.
Cuando Desir le dio la vuelta al hombre, vio una flecha incrustada en medio de su estómago, chorreando sangre hacia un espeso charco debajo.
Apareció una notificación.
[Has descubierto la infiltración de los bárbaros]
El ataque ya había comenzado.
Habían ejecutado el ataque sorpresa casi a la perfección; Desir estaba seguro de que casi nadie más en Evernatten sabía que estaban bajo ataque en ese momento.
Pram giró por reflejo para a dirigirse a la torre más adelante.
“¡Agáchate!”, gritó Desir, mientras tiró del cuello de Pram, enviándolo al suelo.
Media docena de flechas pasaron por encima con un silencioso y agudo silbido, antes de estrellarse contra los muros de piedra con un crujido.
“¿¡Qué…!?... ¿Flechas? Pero, ¿cómo pueden apuntar a través de esta ventisca...?”.
La voz de Pram estaba aturdida.
“Aguarda un segundo, Pram”.
En silencio, Desir activó su magia.
[Owl Vision] (Visión del búho)
Un hechizo de utilidad que permitía ver claramente en la noche. Cuidadosamente, Desir se asomó entre las pilastras.
Vio a un grupo de bárbaros con sus cuerpos casi totalmente ocultos en la tormenta de nieve.
Un solo hombre, cubierto con la piel de un Tigre Blanco, llamó su atención.
Llevaba en una mano un gran arco, de casi 2 metros de largo, y estaba a la cabeza de los bárbaros en dirección a la pared.
[Te has encontrado con el Héroe Raro, Bloody Talon. Es el jefe de la tribu del clan Hawk, y ha logrado unir por completo a los bárbaros del sur, que estaban previamente divididos, con su brillante intelecto. Es reconocido como el mejor arquero del clan Hawk.]
“Ha llegado un titán”. La voz de Desir era sorprendentemente tranquila.
Vio cómo los ganchos salían disparados hacia la pared y se aferraban.
Las cuerdas colgaban hacia abajo y eran rápidamente agarradas por bárbaros vestidos con pieles de leopardo blanco.
Según la estimación de Desir, había alrededor de un centenar de ellos.
Sería una completa locura luchar contra ellos.
“Sería bueno si Adjest estuviera aquí...”.
Sacudió la cabeza y se volvió para mirar a Pram.
Los labios de Pram estaban pálidos.
“Tenemos que alertar a la gente”.
“Correcto”, acordó Desir. “Pero, ¿cómo ...?”.
Volvió su atención a la torre de guardia.
La Torre de la Guardia 13, como estaba etiquetada, tenía una gran campana incorporada en la parte superior, cuyo propósito era alertar a todos en caso de una invasión.
Desafortunadamente, el guardia que se suponía que debía tocar la campana hacía tiempo, se había convertido en un puercoespín de tantas flechas recibidas de los bárbaros.
“¡Tsk! ¿No hay otra manera?”.
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