El ánimo de interrogar a Desir se evaporó.
Romantica finalmente se dio cuenta de lo que había dicho Pram.
“Oye, Pram, ¡eso es traición!”.
“Pero el señor Desir no es así”.
Su mirada se desvió a su líder del grupo, y Desir asintió en respuesta.
“Así es. Pram está totalmente en lo cierto. No conseguí esto gratis; hice un trato con el Maestro de la Torre”.
Desir comenzó a explicar la secuencia de eventos que habían ocurrido. Para ocultar el hecho de que había retornado del futuro, mezcló verdades y mentiras para fabricar una historia.
Cuando Desir terminó de contar su anécdota, Romantica todavía parecía estar muy metida en sus pensamientos.
Parecía que todavía tenía algunas dudas.
Justo en ese momento, llegó el helado que habían pedido. Desir tomó una cucharada de helado y se la ofreció a Romantica.
“¿Qué tal si comemos el helado antes de que se derrita?”.
“Supongo que podría ser peor”.
Al darse cuenta de que no se podía hacer nada, Romantica tomó el helado de Desir y se derritió suavemente en su boca.
“¡Dulce!”.
Pram asintió con entusiasmo, de acuerdo.
“¡Está sabroso!”.
“Mientras estaba en la Torre de Magia, supongo que ustedes dos han estado explorando la ciudad, ¿no?”.
“Sí. Ha sido bueno. Como cabría esperar de una ciudad turística, los shoppings son excelentes, pero con la prisa por llegar aquí, olvidé de traer dinero conmigo”. Romantica apretó los puños con frustración.
“¿Es eso molesto?”. Lo que ella no tenía ningún sentido para él.
“¿Y tú, Pram?”.
“¡Hay tantos paseos que parecen divertidos! ¡El paseo en góndola que sigue el río! ¡El paseo en péndulo! Mm.... y estaba este lugar... ¿se llamaba Puerco Temático?” (Theme Pork).
“Parque temático” (Theme Park).
“¡Ah, sí! ¡El lugar del Parque Temático! ¡Ese lugar es increíble, definitivamente quería ir a verlo! Es una pena que no tuviéramos dinero para pagar el pase”. Pram se desplomó al pensarlo.
Desir bajó su cuchara y habló a los miembros de su grupo.
“Bueno, después de que terminemos de comer, salgamos de compras y vayamos al parque temático”.
“¿Sí? ¿Y con qué dinero?”, preguntó Romantica.
Desir sonrió mientras buscaba dentro de su chaqueta y luego sacó una tarjeta negra con borde dorado.
“No tienes que preocuparte por eso. El Maestro de la Torre me prestó su tarjeta de crédito. Ya que vinimos hasta aquí, quería que la pasáramos bien”.
Pram y Romantica se abrazaron de alegría.
En ese momento actuaban como los amigos más cercanos.
“¡Los shoppings primero!”, exigió Romantica.
“¡No! ¡El Puerco Temático!”, refutó Pram.
Pram y Romantica se peleaban por dónde iba a ir primero la party, y sus voces seguían clamando mientras Desir intentaba pacificarlos.
“En primer lugar, terminemos de comer el hela…”.
Antes de que pudiera terminar su oración, los dos saltaron de inmediato sobre el helado como un enjambre de langostas.
Tan pronto como lo terminaron, se prepararon para ir en un instante y abrieron las puertas al salir.
Los dos esperaban junto a la puerta a Desir.
Romantica golpeaba el suelo con su pie en señal de impaciencia y Pram rebotaba contra las paredes.
“¡Vamos! ¿Qué estás haciendo, Desir? ¡Vamos!”. Se quejó Romantica.
“Pagaré por el helado y me reuniré con ustedes afuera”.
“¡Date prisa!”.
Pram y Romantica salieron con sus últimas palabras detrás de ellos.
Ver sus caras tan sonrientes hizo sonreír a Desir.
Esa fue la mejor recompensa que podía pedir.
En ese momento, el empleado de la tienda le dio un golpecito a Desir en el hombro. “Señor, ¿cómo va a pagar hoy?”.
Desir le entregó al empleado la tarjeta de crédito y la transacción se realizó rápidamente.
Antes de irse, le pidió al empleado de la tienda que le prestara un bolígrafo.
Con él, sacó un pedazo de papel de su bolsillo y cruzó dos líneas: el incidente de la Torre de Magia y el patrocinio.
4 puntos. Anuncio del patrocinio de la Torre de Magia - 5 de julio (X)
3 puntos. Ataque a la rama de Aeurelli de la Torre de Magia - 7 de julio (X)
“Y el evento más importante...”.
Los ojos de Desir estaban fijos, y subrayaron el evento para enfatizarlo.
6 puntos. Aparición del Mundo de las Sombras - 20 de julio.
Hoy era el 7 de julio, faltaban exactamente dos semanas para que apareciera el Mundo de las Sombras.
“Basándonos en el tiempo que nos queda, tenemos que comenzar a entrenar...”.
Su voz se fue apagando mientras miraba hacia afuera.
Romantica y Pram estaban charlando y riendo juntos.
“Bueno, supongo que podemos tomarnos un día libre…”.
Por hoy, les mostraría misericordia: durante las próximas dos semanas, más les vale que estén listos para atravesar el infierno...
* * * * *
Mientras la party de Desir disfrutaba de su tiempo libre, se celebraba un gran baile en el salón principal de la Academia Hebrion.
Los pasillos estaban bellamente iluminados, y un sinfín de platos exóticos fueron llevados al salón de baile.
“Hoy es en verdad un maravilloso día”, dijo el profesor Nifleka.
Alrededor de un centenar de personas se reunieron en la sala, desde funcionarios de la Torre de Magia, profesores cercanos a Nifleka y miembros de la party Blue Moon.
Esta reunión era en celebración del tercer patrocinio consecutivo de la party Blue Moon, por parte de la Torre de Magia.
Nifleka señaló a la Torre de Magia mientras hablaba con el grupo.
“Nuestra party ha adquirido una vez más el apoyo de la Torre. Puedo decir con toda confianza que nuestra party es la más fuerte de toda la historia. A pesar de los recientes eventos desafortunados, la party Blue Moon siempre se ha mantenido en la cima”.
Nifleka levantó su copa de oro.
“Pero esto es sólo el comienzo. En la historia de Hebrion, estamos en la cima. La mejor party e integrada solo de nobles. ¡Una party que ningún plebeyo se atrevería siquiera a considerar!".
Aplausos y rugidos fanáticos llenaron la sala en respuesta a sus palabras. Nifleka era uno de los profesores más influyentes en la Academia Hebrion.
Se alejaba de valores como la igualdad, como los tenía la profesora Brigitte.
En cambio, él priorizaba el linaje y condenaba al confinamiento a los plebeyos, casi violentamente.
Como resultado, los estudiantes de la Clase Beta lo desagradaban en gran medida, mientras una gran mayoría de los estudiantes de la Clase Alfa lo apoyaban.
La Academia Hebrion no abogaba en contra de la igualdad y la educación, pero Nifleka tuvo mucha influencia, ni siquiera la academia podía hacer lo que deseaba cuando él estaba metido.
Los ojos de Adjest Kingscrown se volvieron fríos al observar al infame profesor Pugman Nifleka.
“¡Ahora regocíjense! ¡Beban hasta que sus corazones estén contentos! ¡Por los nobles!”, exclamó el profesor Nifleka.
Entusiasmados aplausos surgieron de la multitud.
El sonido de las copas tintineando de la party Blue Moon y sus consejeros sonó en el pasillo.
Adjest cerró los ojos e hizo todo lo posible por ignorar el alboroto.
Su cabeza palpitaba con fuerza, francamente, dormirse ahora mismo no sería tan malo.
Al menos, eso significaría que no tendría que escuchar su discurso.
“Vaya, vaya. Pero si es la señorita Adjest”.
Un joven la reconoció y la saludó cortésmente.
Como polillas a una luz, pronto una gran multitud de personas se reunieron alrededor de la prodigio Espadachín Mágico.
“Por la gracia de Dios de arriba, ¡qué oportunidad es conocerte!”.
"El futuro de la party Blue Moon está en tus manos".
Al principio, solo había uno o dos, pero pronto, casi una docena de personas se agolparon alrededor de ella clamando por su atención.
Sus palabras eran un tifón, se elevaban como un maremoto y amenazaban con sumergirla por completo. Adjest, irritada y distante, no ofreció respuesta.
“Deseo salir por un segundo. Por favor, discúlpenme”.
Sus palabras fueron ahogadas por la abundancia de alabanzas con las que estaba siendo bañada.
A cada momento, se estaba hartando más y más del grupo de personas que la asechaban.
Cuando estaba a punto de estallar, un hombre atrajo la atención de la multitud con unas simples palabras.
“Una dama solitaria rodeada por tanta gente. Qué terriblemente grosero de su parte”.
En respuesta al ataque del nuevo extraño, alguien de la multitud exigió saber quién era.
“Elheim Triquincy, a su servicio. Tenía un compromiso previo con la Srta. Kingscrown, y me preguntaba dónde estaba”.
Elheim Triquincy, mago de hielo de 4º círculo, mentor de Adjest Kingscrown.
Adjest levantó la cabeza y sus ojos se encontraron.
“¿Recuerdas? Se suponía que nos encontraríamos en la terraza como mentor y estudiante”, preguntó Elheim.
Ciertamente tuvo tacto, al planear la ruta de escape para su estudiante sin causar ningún malentendido.
Adjest asintió con la cabeza.
“La terraza está por aquí”, dijo Elheim mientras alejaba a Adjest de la fiesta, para su alivio.
El ambiente aquí era mucho más relajado, con la música desvaneciéndose en el fondo y en lugar del fervor y el bullicio de la fiesta, una brisa que indicaba una tranquila noche de verano soplaba.
Finalmente, lejos de la fiesta, Adjest se relajó.
“¿No te gustó la fiesta?”, preguntó Elheim.
Adjest negó con la cabeza en respuesta, y Elheim estuvo de acuerdo.
“A decir verdad, soy igual. Me gustan las fiestas, pero este tipo de fiesta es un poco desagradable”.
El poderoso mago de hielo bebió su trago.
“Estoy sorprendida. Sé que no te gustan mucho los plebeyos”, admitió Adjest.
“Está bien. Tal como está, mi familia apoya a la Corona. Sin embargo, me guardo estos pensamientos para mí mismo, no los expreso de una manera tan pública”, explicó Elheim.
La familia Triquincy apoyaba a la Corona y no le gustaban los plebeyos, aun así, Nifleka era demasiado radical.
“En lo que a mí respecta, no tengo ni idea de lo que piensa el profesor Nifleka”.
“Tiene su propia agenda y planes para dar ese discurso”, dijo Adjest.
“¿A qué te refieres con su propia agenda?”.
“Ese abrumador sentido de superioridad como nobles, y el temor de que algún día puedan ser derrocados. El más mínimo estímulo, e inmediatamente se vuelven locos. Eso es lo que Nifleka está aprovechando”.
Adjest miró en dirección a la fiesta. Por ejemplo, estaba Doneta Hadun, que veía a Nifleka a través de unos lentes color rosa.
Era uno de los fanáticos que se aferraban a cada palabra del profesor.
Elheim simplemente no podía entender una cosa.
“¿Qué tiene él que ganar con todo esto?”.
“Si piensas en quienes se han reunido aquí, es fácil de determinar. Todos los estudiantes aquí son de la Clase Alfa, que lo apoyan con vehemencia. Al encender sus corazones, los ha incorporado a todos en su rebaño. Y si piensa que la Clase Alfa tiene derecho de votar en la elección del director, todo se vuelve muy claro”.
De repente, los ojos de Elheim se abrieron de par en par al darse cuenta de ello.
“Quiere convertirse en el director...”.
Para controlar todo en la Academia Hebrion -además de a los exalumnos-, era una posición que manejaba cerca de un millón de magos y caballeros, con un poder igual al del primer ministro.
Por eso el heredero de la familia Nifleka vino a la Academia Hebrion.
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