Monday, September 28, 2020

La Magia de un Retornado Debe Ser Especial - Capítulo 220 - Novela en Español



Capítulo 220 - Divide (9)


Finalmente llegó el día en que estaba previsto que comenzara el Gran Consejo. 

Desir miraba a través de la ventana de su carruaje, mientras se dirigía lentamente al Palacio Real. 

Edificios de color oscuro se alineaban en las calles, colocados sistemáticamente y sin variación. 

Había una estructura en particular que sobresalía entre esos edificios. 

Una enorme torre. 

Viéndola en persona, estaba claro que la torre tenía algo que ver con el verdadero propósito detrás de la infiltración de los Forasteros en Divide. 

«Ella debe estar haciéndolo bien, ¿no?». 

Swan no era parte del grupo que se dirigía al palacio. Había salido a investigar la gigantesca torre junto con algunos de los agentes de la Guardia Lateral. 

El plan era simple. 

Con el comienzo del Gran Consejo, el número de tropas que custodiaban la torre iba a ser el más bajo debido a que priorizaban la seguridad del mismo. 

Durante ese tiempo, la Guardia Lateral y Swan se infiltrarían e investigarían la torre. 

Si la torre estaba relacionada con los Forasteros -y las pruebas circunstanciales sugerían que lo estaba- deberían ser capaces de descubrir sus objetivos basándose en lo que consiguieran reunir durante su expedición. 



* * * * * 



—... ¿No es esto demasiado? 

Desir sintió algo inusual mientras caminaba por el corredor del palacio. 

Esperaba que hubiera un gran número de tropas para custodiar el Gran Consejo, pero el número presente superaba con creces sus expectativas. 

Los sonidos de los Wyverns clamando, mientras se deslizaban por el cielo, resonaban sin parar: era la División de Dragones Voladores de la que Divide estaba tan orgullosa. Y no había un solo miembro; prácticamente toda la división estaba allí. 

Por si fuera poco, varios caballeros patrullaban el palacio en pequeñas formaciones, y un inmenso número de soldados estaban apostados en cualquier sitio que se pareciera a un puesto de guardia. 

—¿Trajeron a todas las tropas que custodiaban Pittsburg? 

Desir asintió de acuerdo con la evaluación de Zod. 

—Ese parece ser el caso. 

La fuerza militar presente era más que suficiente para mostrar su fuerza como nación. 

Aunque casi podría ser interpretado como un gesto amenazador para los invitados que asistían al Gran Consejo, nadie se molestó. 

Estaba justificado después de lo que había ocurrido el año pasado. 

Desir no esperaba que Divide pudiera reunir una fuerza militar tan grande. Era un número verdaderamente prodigioso. 

Sin embargo, no importaba. 

«No sé lo que están pensando, pero no saldrá según lo planeado». 

Dijo Desir mentalmente mientras pensaba en alguien en particular. 

—Ha pasado un tiempo, Desir. 

Una dama se acercó a él. 

Se trataba de la Santa Priscilla. 

Hacía tiempo que no la veía, sobre todo porque no había asistido al banquete de la noche anterior. 

Detrás de Priscilla había numerosos caballeros vestidos completamente con sus armaduras, en las que estaba grabado un patrón de la luna. 

Los Santos Paladines de la Iglesia de Artemisa. 

Principalmente, eran un grupo formado para luchar contra los infieles que rechazaban las enseñanzas de su Diosa. 

Había sorprendentemente pocos paladines santos, considerando el número de creyentes que tenía la Iglesia de Artemisa, pero su habilidad individual era excelente. Despreciar su poder por su tamaño podría ser un error fatal. 

Por encima de todo, algunos de sus rangos tenían poderes únicos, como la capacidad de curación de Priscila. 

—Los he traído aquí como mencionaste. ¿Será esto suficiente? 

—Por supuesto. 

Justo después de que Desir contactara con Zod, también le pidió a Priscilla más escoltas armadas. 

—Parece que ellos también vinieron preparados. 

Mirando por la ventana a lo que Zod señaló, pudieron ver llegar a los Reyes de la Unión del Reino Occidental. 

Cada uno de ellos iba escoltado por fuerzas de élite que representaban a su propio país. 

Esto contrastaba con la mínima seguridad personal del año anterior. Ahora había un buen número de soldados de élite reunidos. 

—Fue bueno que hayamos escuchado su consejo y planeado con anticipación. 

Como todos los que asistían al Gran Consejo habían traído un buen número de tropas de élite, las fuerzas reunidas eran ahora suficientes para resistir cualquier asalto militar que Divide preparase. 

—Con todo esto, seremos perfectamente capaces de hacer frente a los Forasteros, no importa lo que hagan. 

No, con estas fuerzas de élite de la Unión del Reino Occidental incluidas, tenían tropas mucho mejores en términos de calidad. 

Probablemente estaban igualados en términos de número de soldados con Divide, pero mucho mejor en términos de calidad, así que incluso si una batalla ocurriera, no debería haber ningún problema. 

—Todos están bastante preparados. 

Una voz profunda y digna resonó. 

Desir y compañía dirigieron su mirada hacia el lugar de donde provenía la voz. 

«¡Clora Ars F. Baldershu...!». 

Al final de su mirada se encontraba el Rey de Divide, Clora Baldershu. 

—Saludo al Rey de Divide. 

Ellos saludaron educadamente a Clora. 

Clora los saludó a todos con un ligero asentimiento. 

—Zod Exarion, he oído que has sugerido esto a otros reyes. 

—Así es, Su Majestad. 

—Muy espléndido. Aprecio tu previsión en nombre de la Unión del Reino Occidental. 

Mientras Zod inclinaba la cabeza, Clora tenía una agradable sonrisa. 

El espectáculo hizo que Desir reflexionara. 

«¿Está el Rey trabajando directamente con los Forasteros...?». 

Aunque no sabía mucho sobre él, no parecía sospechoso basado en lo que Desir había oído y la información que tenía. 

Era un hecho que los Forasteros se habían infiltrado en Divide, pero él no había descubierto cómo exactamente hicieron ese primer intento de poner a ese consejero a oído del Rey. 

No había duda de que el consejero estaba directamente relacionado con los Forasteros, pero no estaba seguro de si el Rey estaba cooperando directamente con él y era consciente de su identidad. 

Esta situación era paralela a lo que Desir vio ocurrir en el Reino Mágico con su líder, Kuma Merilson. Skull Mask manipuló a su rey mientras trabajaba bajo el seudónimo de “El Profeta”, acabando por destruir el país. 

Sin embargo, la mayor diferencia aquí era que a medida que esos eventos se desarrollaban, el Rey terminó por no estar de acuerdo con el objetivo de Skull Mask y consecuentemente fue sacado de la ecuación. Se aprovecharon completamente de él. 

—Pero teniendo a la fuerza militar simplemente apostada de esta manera no va a ser suficiente. 

Los ojos de Clora se abrieron de par en par ante la repentina sugerencia de Desir. 

—¿De qué estás hablando? 

—Toda esta fuerza militar puede repeler fácilmente un ataque desde el exterior, pero si hay un ataque desde el interior, se derrumbarían al instante. 

—Explícate. 

—Los Forasteros lograron infiltrarse en la Academia Hebrion hace mucho tiempo. Tenían agentes trabajando como profesores sin que nadie se diera cuenta. Era imposible para nosotros descubrir en quién se podía confiar entre el personal y los guardias de la Academia. 

Desir usó esa metáfora para explicar la situación actual en la que se encontraba Divide. 

Él creía que no necesitaba ocultar que había descubierto que los Forasteros se escondían en Divide. Después de todo, anunciar este conocimiento no haría la diferencia. 

Viendo que ese era el caso, decidió medir la reacción del Rey después de hacer un movimiento tan audaz. 

—He oído rumores de ello, sin embargo, no hay indicios de ninguna actividad de los Forasteros en Divide. No obstante, aprecio tu preocupación. 

El comportamiento de Clora fue demasiado natural. Su entonación y mirada no parecían como si estuviera actuando en absoluto. 

«Es mejor que dé un paso atrás en este punto». 

Desir se dio cuenta de que no sería útil presionarlo demasiado. 

Si solo estaba actuando, no tenía sentido. 

Si no estaba actuando, continuar sondeándolo no sería un buen movimiento en términos de mantener una buena relación. 

—Me alegra oírlo. Si requiere apoyo en algo, por favor hágamelo saber cuándo sea. 

—Gracias. Empecemos el Gran Consejo. 

Mientras Clora tomaba la delantera, Desir y compañía lo seguían. 

Justo antes de que pudieran entrar a la sala donde se llevaría a cabo el Gran Consejo, hubo otra inspección. La gente entró después de entregar objetos peligrosos y pasar un control de identidad. 

Desir y los demás se las arreglaron para pasar la inspección y entrar en la habitación. 

—Desir Arman, ¿tienes un momento? 

De repente, Clora apartó a Desir. 

Tenía una mirada sombría en su rostro. 

Luego, susurró muy silenciosamente. 

—En realidad, hay un serio problema en Divide. 

—¿Qué es? 

Clora miró por la ventana con una cara bastante seria. 

El clima parecía haber leído el estado de ánimo, ya que la lluvia comenzó a caer. 

—Esos bastardos trabajan más a menudo en días grises como este. Hago todo lo posible para manejarlo por mi cuenta, pero es difícil lidiar con ellos. 

—... ¿Está hablando de los Forasteros? 

Las expectativas de Desir se elevaron ante la inesperada posibilidad de obtener información sobre los Forasteros. 

Si el Rey de Divide era hostil a los Forasteros, podía resolver el problema fácilmente con solo cooperar con él. 

—No son los Forasteros, son los ratones. 

Desir entrecerró los ojos ante las inesperadas palabras de Clora. 

—Ayer, hoy, hay muchos ratones en Divide. Están por toda la capital, como ves. Así que estamos pasando un momento difícil. 

—Eso... es… un gran problema, de hecho. 

Desir no supo qué dar como respuesta, pero continuó la conversación mientras asentía con la cabeza. 

—Pero en verdad, esta lluvia es un alivio. Aunque no los vea, sé que los ratones están escondidos en algún lugar. No es fácil deshacerse de los ratones cuando están escondidos. 

—Sí. Tiene razón. 

—Entonces, ¿no es esta una gran oportunidad para eliminarlos si aparecen? No necesito preocuparme por no poder verlos si me ocupo de todos ahora. Todos los ratones saliendo de sus madrigueras, pensando que no serán vistos con el mal tiempo. 

Clora miró por la ventana. 

La lluvia de verdad había comenzado. 

«Este hombre tal vez...». 

Desir encontró la conversación muy sospechosa. 

—Hoy los ratones no sobrevivirán, ni siquiera uno. 

Los ojos de Clora brillaron por un segundo. 

Desir engulló. 

—Espero que las cosas vayan a su manera, Su Majestad. 

—Gracias, Desir. 

Clora sonrió a Desir. 

Desir también respondió con una sonrisa. 

«Una cosa es segura». 

La cara de Desir se enfrió extremadamente. 

«Clora Baldershu está trabajando con los Forasteros». 

Desir había mostrado su mano, usando su historia sobre la Academia Hebrion como una alusión a la infiltración de los Forasteros en Divide. 

El Rey había hecho a un lado a Desir y usó una metáfora propia para decirle que era consciente de la infiltración de la Guardia Lateral y de que estaban hurgando en Divide bajo el mando de Desir. 

Desir se había revelado para medir la reacción del Rey, para tener una idea de cuánto control tenían los Forasteros sobre el país. 

Al final no había confirmado mucho, pero tampoco había revelado gran cosa; estaba bastante seguro de que los Forasteros ya estaban al tanto. ¿Pero para que el Rey confirmara libremente su asociación con los Forasteros? 

Desir no podía entender su ángulo. ¿Por qué se expondría? 

Sin embargo, Desir no podía permitirse el lujo de pensar en sus intenciones por más tiempo. 

Si los Forasteros descubrían lo que Desir estaba haciendo, los encargados de investigar podrían estar en peligro. 

Desir comenzó a inquietarse por lo que debía hacer. Miró su pad de comunicación. 

«Puedo detener todo ahora». 

La operación aún no había comenzado. Todavía tenían tiempo hasta que el Gran Consejo comenzara. 

Era posible cancelar la operación contactando con Swan ahora. 

Pero Desir dudó. 

«Si pierdo esta oportunidad, será imposible averiguar el verdadero objetivo de los Forasteros». 

Los Forasteros representaban el mayor obstáculo en su camino para despejar el Laberinto de las Sombras. 

Sin eliminarlos de escena, existía la posibilidad de que causaran problemas continuamente y desperdiciaran recursos valiosos. 

No podía perder la oportunidad de obtener una pista tan anormal. 

«Confiaré en las habilidades de Swan». 

[—Los Forasteros parecen ser conscientes de nuestro movimiento. Cuando crean que es peligroso, escapen inmediatamente.] 

Después de atormentarse durante un tiempo, finalmente decidió comenzar la operación como estaba previsto. 

Tan pronto como envió el mensaje a Swan, todos se reunieron para celebrar el Gran Consejo. 

El presidente de este Gran Consejo, Clora, abrió la boca después de acoger a toda la asamblea. 

—Gracias a todos por su paciencia. Pongamos este Gran Consejo en marcha. 




4 comments:

  1. No sé porque tengo la impresión de que algo malo está por ocurrir.

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    1. Somos dos amigo, temo por la vida de todos ahí 😢

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  2. En esta me decepcionó bastante Desir... prefirió un poco de información que pudieran conseguir del verdadero objetivo de los forasteros a costa de que masacren a toda su unidad. Se ve que no aprendió nada del laberinto de sombras, si tanta impotencia le daba que se sacrificaran por el, ahora está mostrando todo lo contrario

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    1. Ésta vez la guardia lateral no se está sacrificando solo por Desir, sino, por cada habitante de la unión occidental que puede verse afectado por una posible guerra que pueda iniciar Divide. Su posición cómo espías ya compromete su vida desde que aceptan el cargo, Desir solo los está guiando de la forma más razonable, si evita que vayan a investigar por una amenaza disfrazada del rey de Divide, perderán todo el avance en recopilación de información que han logrado hasta el momento.

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