La Magia de un Retornado Debe Ser Especial - Capítulo 221 - Novela en Español

Capítulo 221 - Divide (10)

En el centro de Pittsburg se levantaba una gigantesca torre. 

Era un lugar con una seguridad a un nivel totalmente diferente al de cualquier otra instalación en Divide. 

Un grupo de personas bien vestidas, con túnicas blancas, se dirigieron hacia la torre. 

Al llegar a la entrada de la torre, fueron interceptados por los guardias. Estos guardias estaban bastante bien provistos con magia y equipamientos, especialmente para ser meros guardianes de la puerta. 

Un hombre del grupo de personas vestidas de blanco se adelantó y le dio algo al guardia. Era una tarjeta de acceso que servía como una identificación con fotografía. 

—Soy el investigador Rania Morrison. Se supone que debo entrar a las 14:00. 

Únicamente personal autorizado podía ingresar a la torre, y solo a horas preestablecidas. Todos los demás serían rechazados, sin importar su identidad. 

El guardia tomó la tarjeta de acceso de Rania y comparó la foto con su cara. 

Después de confirmar que coincidían, devolvió su tarjeta de acceso. 

—Adelante. 

Sin embargo, este no fue el final de la historia. 

Los guardias se pusieron a comprobar las identidades de los escoltas de Rania. 

El guardia, que estaba comparando sus tarjetas de acceso y sus rostros, empezó a fruncir el ceño antes de abrir la boca. 

—Esperen, ¡esto...! 

*Smack* 

En el momento en que se dieron cuenta de que las fotografías y los rostros no coincidían, los guardias se desplomaron al suelo. 

—¡Arrrgh! 

—¡Ah! 

Todo el puesto de guardia encargado de asegurar la entrada principal de la torre había sido completamente incapacitado. 

Rápidamente tomaron medidas para asegurarse de que sus huellas habían sido cubiertas. 

Después de que todos los guardias se desplomaran, Rania y los otros investigadores los despojaron de sus útiles equipamientos, antes de ocultar sus cuerpos en algún lugar donde no fueran fácilmente encontrados. 

—Su próxima rotación no debería llegar hasta dentro de dos horas. 

—Démonos prisa y salgamos antes de eso. 

El rostro de Rania Morrison se transformó pasando del de un joven y sofisticado hombre al de una delicada mujer. 

Él, no... Ella era Katerina Swan. 

Los investigadores vestidos de blanco que la rodeaban eran de hecho agentes secretos de la Guardia Lateral. 

Comenzaron a moverse rápidamente. 

Aunque se habían ocupado del factor humano, todavía había una última serie de controles de seguridad que debían ser atendidos antes de que pudieran introducirse a la torre. 

No pasó mucho tiempo para que el bien entrenado Guardia Lateral desactivara los sistemas de seguridad de última generación de Divide. 

Con los sistemas de seguridad desactivados y los guardias incapacitados, su ruta de escape estaba ahora asegurada. 

El silencioso asalto y la destrucción de las firmes defensas de la torre se había llevado a cabo en menos de treinta segundos, prueba de la minuciosa preparación que se había puesto en esta operación. 

—Siempre es impresionante ver esto en persona. 

Swan murmuró, mirando a la Guardia Lateral trabajando afanosamente. 

Fue realmente impresionante. 

La Guardia Lateral había comenzado y completado toda su preparación para esta misión de infiltración en la torre en un solo día. 

Gracias a su diligencia, eliminaron rápidamente innumerables sistemas de seguridad, y lograron localizar y secuestrar al individuo que debía entrar en la torre a esta hora. Habían usado la tarjeta de acceso genuina de esta persona para hacer que los guardias bajaran la guardia. 

—No importa cuánto nos preparemos para esto, sin usted, Lady Swan, no podríamos llegar tan lejos. 

Swan había dominado a diez guardias antes de que se dieran cuenta de que estaban siendo atacados. 

Fue totalmente asombroso que ella pudiera abrumar a tantos especialistas bien equipados y altamente entrenados en unos pocos segundos a través de la fuerza pura. 

Justo cuando Swan y la Guardia Lateral se alababan mutuamente, su panel de comunicación vibró. 

[—Los Forasteros parecen ser conscientes de nuestro movimiento. Cuando pienses que es peligroso, escapa inmediatamente.] 

Era una advertencia de Desir. 

Toda la emoción desapareció de la cara de Swan por un momento. Su boca se convirtió en una sonrisa. 

—Qué niño tan lindo. 

Swan pudo sentir cuánto se preocupaba por ella a través de las palabras simples que vio frente a ella. 

Mientras ella se reía para sí misma, un miembro de la Guardia Lateral se le acercó con una expresión de curiosidad en su cara. 

—¿Qué ha sucedido? 

—Nuestra operación parece haber sido expuesta. 

Aunque no parecía que nadie supiera que se estaban infiltrando en la torre, si el enemigo ya sabía de su existencia, era muy probable que hubieran planeado algo con antelación. 

—Nada ha cambiado. Sólo significa que estamos en un límite de tiempo más estricto. 

Swan tomó la misma decisión que Desir. 

No podía dejar a los Forasteros como estaban. 

Ya eran lo suficientemente poderosos como para tragarse un país tan valioso como el Reino de Divide. Esperaba que se hicieran más fuertes de aquí en adelante, y que representaran una amenaza para el Imperio en un futuro cercano. 

Si perdía esta oportunidad, sería casi imposible volver a Divide y terminar el trabajo. Había una necesidad de averiguar lo que estaban planeando ahora mismo, sin importar el costo. 

Swan ingresó a la torre, operando su artefacto una vez más. 

La Guardia Lateral la siguió en silencio. Confiaban absolutamente y seguían cualquier criterio de los Guardias Reales. 

* * * * * 

Dentro de la torre se podía apreciar a varios investigadores merodeando por ahí. 

Si antes no era obvio, ahora estaba claro como el agua que la torre de Pittsburg era una especie de instalación de investigación. 

«Como era de esperarse, han estado investigando quimeras». 

El investigador que la Guardia Lateral secuestró, Rania Morrison, tenía un título bastante importante en esta torre. 

«Ser el experto en biotecnología tiene sus ventajas». 

Swan, que se había puesto su cara, no fue detenida en ningún punto de la torre. Gracias a eso, rápidamente se las apañaron para averiguar qué tipo de investigación se estaba llevando a cabo en esta instalación. 

Intentaban crear algo más allá de la simple combinación de monstruos. 

Esta torre se centraba en investigar cómo utilizar espadachines y magos de alto nivel para la creación de quimeras. La idea de enfrentarse a varias quimeras con la capacidad de manipular libremente la magia y el aura era totalmente aterradora. 

—¿Has encontrado algo? 

[—Encontré un lugar donde se almacenan numerosas quimeras.] 

—¿Cuántas quimeras aproximadamente? 

[—Es difícil saberlo con exactitud, pero hay al menos varios cientos de quimeras aquí. Su condición también es aterradora. Cada una es al menos tan poderosa como un espadachín de Rango Torre, y hay muchas que ya están al nivel del Rango Alfil.] 

Swan frunció el ceño. 

La cifra de varios cientos había superado sus expectativas por mucho. 

Si hubiera otras instalaciones como esta en otras ciudades, su fuerza militar ya podría ser una amenaza para el Imperio Hebrion. 

«Si incluyes a sus soldados, quizás Divide y el Imperio ya están en igualdad de condiciones...». 

De todos modos, habían descubierto cuál era el propósito principal de esta torre. 

Esto ya era más que suficiente para salir, y ciertamente suficiente para considerar esta misión un éxito. 

«¿Deberíamos irnos?». 

Irse era la respuesta obvia que se le presentó. 

Sin embargo, la misión había sido demasiado fácil. Aunque probable fue porque se habían preparado a fondo, algo todavía disparaba su aguda intuición. 

«Este es el mejor momento para escapar». 

Nadie parecía haberse dado cuenta todavía de que se habían escabullido. 

[—Lady Swan, ¿qué debemos hacer?] 

[—Prepárense para la retirada. A mi señal, retírense inmediatamente.] 

[—Sí.] 

Fue entonces… 

Ella miró hacia arriba. 

Era realmente una torre gigantesca. 

Había tantos pilares que se extendían a una distancia tan grande en el cielo. 

De la nada, algo cruzó por su mente. 

«Si sólo querían construir una estructura para almacenar e investigar quimeras, ¿por qué construirían algo que se destaque de esta manera? Además... el diseño de esta torre es extremadamente ineficiente para el almacenamiento». 

Había señalado el problema que le preocupaba, algo que un agente normal habría pasado por alto en el fragor de una misión. 

Pero Swan era diferente. 

«Ante todo, conseguir esta información fue demasiado fácil. Nos dimos cuenta de todo después de simplemente ingresar a hurtadillas y caminar por ahí». 

Ella miró a su alrededor. 

«Se siente como si ellos quisieran que nos fuéramos después de reunir toda esta información... ¿Estoy siendo demasiada paranoica?». 

—Me alegro de verlo, Sr. Rania Morrison. Nos encontramos de nuevo. 

[—Lady Swan, el jefe de la División de Dragones Voladores ha pasado por la puerta principal.] 

Recibió la alerta en ese mismo momento. Un informe de la Guardia Lateral a cargo de la puerta principal. 

Al mismo tiempo, vio la sombra de un hombre entrando en la torre, y él la vio también. 

Llevaba una armadura de plata y una gran lanza. 

Ciertamente se veía muy diferente de los guardias normales de la torre, sólo basado en su costoso equipamiento mágico. 

Siegfried. 

Un hermoso joven de cabello largo. Él se acercó a ella con una cara tan cordial. 

Con él a la cabeza, otros miembros de la División de Dragones Voladores también ingresaron a la torre. 

Todos eran excelentes caballeros, incluso sin sus Wyverns. 

La fuerza militar que originalmente debía estar en el Palacio Real, por alguna razón, ahora se encontraba en la torre. 

[—Pensé que solo se quedarían en el Palacio Real. No sé por qué vinieron ahora, de entre todos los tiempos.] 

Esto debía ser lo que habían preparado de antemano. 

—Todos, no entren en pánico. Permanezcan listos para retirarse y preparense para la batalla. 

[—Sí, madam.] 

La Guardia Lateral, todavía fingiendo ser investigadores, se esparció por toda el área de trabajo, confundiéndose con los otros investigadores. 

A pesar de que se mostraban ocupados, se las arreglaron para ponerse en formación, listos para responder a cualquier posible asalto de la División de Dragones Voladores, si fuese necesario. 

La División de Dragones Voladores hizo su movimiento en un instante. 

Siegfried levantó la voz. 

—Hemos sido alertados del hecho de que hay intrusos dentro. Verificaremos a todas las personas presentes, ya que estamos en una situación de emergencia. 

Se lo declaró a todos los que estaban en la sala. 

Los investigadores internos se quejaron amargamente, pero no podían hacer nada al respecto. Comenzaron a prepararse para ser verificados bajo los cuidadosos ojos de la División de Dragones Voladores. 

Ser verificados no era algo difícil de hacer. Sólo tenían que mostrar su tarjeta de identificación mientras la División de Dragones Voladores hacía sus rondas. 

—Mis disculpas por la interrupción, Sr. Morrison. Seguro que lo entiende. 

Siegfried se acercó a Swan, no, a Swan con la cara de Rania Morrison para ser exactos. 

«Maldición». 

Swan murmuró internamente. 

No sabía que Siegfried y Rania Morrison se conocían, pero tampoco podía permitirse caer en ninguna trampa. Tenía que manejar esto con cuidado. 

—Creo que nos conocimos brevemente en la última conferencia. ¿La investigación que presentó va bien? 

—Me alegro de verlo, Sir Siegfried. Sí, por supuesto. Va muy bien. 

—Eso es genial. Puesto que usted es probablemente quien más tiene que hacer, lo verificaremos primero. 

Siegfried levantó la barbilla. 

La División de Dragones Voladores la rodeó. 

Siegfried suspiró. 

—¿Por qué iba a ir a una maldita conferencia?, Katerina Swan. 

Aparentemente conocía la identidad de Swan desde el principio. 

—... ¿Cómo lo supiste? 

—Bueno, en preparación para una situación como esta, mi superior me prestó un artefacto. 

Blandió una herramienta mágica de algún tipo. 

Parecían un par de gafas. 

—Este artefacto es el “Ojo de la Verdad”. Detecta a todos los que se disfrazan o esconden su verdadero yo mediante un artefacto. 

—Eso es ciertamente un artefacto precioso. 

—En efecto. Esta herramienta puede filtrar a la mayoría de los agentes secretos. 

Guardó las gafas y blandió su lanza. 

—¿Por qué no te rindes pacíficamente? Ya sabemos lo de tus subordinados. 

Swan suspiró antes de desactivar su artefacto. 

—Si finges que no me has visto aquí, todos podrán vivir. ¿Me dejarás ir? 

Siegfried se rio, como si su sugerencia hubiese sido totalmente ridícula. 

—¿Creíste que aceptaríamos ese tipo de oferta? 

—No, simplemente les advertí por cortesía. 

Swan extendió su mano. 

Simultáneamente, algo apareció y se transformó en su mano, antes de solidificarse en un gran arco. 

—Terminaré esto rápidamente.