La Magia de un Retornado Debe Ser Especial - Capítulo 272 - Novela en Español

Capítulo 272 - Banquete (3)

El Palacio Leonhardt era el lugar de residencia del Emperador de Hebrion. 

Esta noche, él estaba llevando a cabo un banquete para conmemorar la victoria. 

El banquete era notablemente grande en escala, pero eso no se debía únicamente a que se celebraba en el Palacio Imperial. Nobles de todo el país habían acudido masivamente al palacio, esperando la oportunidad de tener una audiencia personal no solo con el Emperador, sino también con el héroe: Desir Arman. 

El banquete era muy lujoso, como se esperaba para la ocasión. Se sirvieron licores y bebidas muy costosas, que salían como de un pozo sin fin, y las actuaciones melodiosas de músicos famosos resonaban por todo el Palacio. 

Era un banquete de tal grandeza que incluso los nobles más adinerados se sentían admirados. 

Desir, Romantica y Pram se encontraban descansando fuera de la sala de banquetes. Estaba claro que estaban completamente agobiados. 

Romantica habló con un largo suspiro. 

—Ya estoy exhausta. 

—A pesar de que esperaba esto, nunca pensé que sería tan agotador. 

Desir no hizo ningún esfuerzo por ocultar su cansancio. 

Tan pronto como entraron en la sala de banquetes, numerosos nobles se acercaron a ellos como si los estuvieran esperando. 

Un banquete no era un evento ordinario para simplemente beber y disfrutar. Para los nobles, un banquete era un club social de élite. Esto se debía a que las conexiones personales eran mucho más valiosas que cualquier otro tesoro, especialmente para aquellos que ya tenían todo lo que el dinero podía comprar. 

Esto era de esperarse, pero el tamaño del banquete era increíblemente inmenso, por lo que no resultó una tarea fácil escapar en busca de un respiro temporal. 

Desir sonrió amargamente. 

—Aun así, logramos salir rápidamente porque todos fueron considerados con nosotros. 

Normalmente, Desir se habría esforzado por establecer relaciones cordiales con los nobles, pero hoy no tenía intención de hacerlo. 

A pesar del final de la guerra, seguía sufriendo con una pesada carga de trabajo. Así que, hoy era el único momento para él de pasar el rato con los miembros de su party y tomar un muy necesario descanso. 

Hoy, quería aclarar su mente y disfrutar de la paz con comodidad. 

Afortunadamente, tal vez los nobles entendieron sus sentimientos. Después de que se trasladaron fuera, nadie acudió a molestarlos. 

Romantica no pudo evitar fruncir el ceño. 

—De todos modos, estoy un poco preocupada. 

—¿Sobre qué? 

—Me refiero a la entrevista. No recuerdo mis respuestas a sus preguntas. Tan solo espero no haber parecido demasiado ridícula. 

Pram suspiró como si también estuviera preocupado. 

—Yo también. No estoy seguro de haber respondido bien ya que estaba tan nervioso. 

Desir irrumpió en su conversación. 

—No se preocupen. Le dije al reportero que esperamos que sean unos buenos artículos. 

Mientras los tres conversaban cómodamente, Romantica extendió la mano hacia el champán que tenía delante. 

Cuando Desir vio eso, preguntó ansiosamente: 

—¿Puedes beber? 

—Santo cielo, ¿por quién me tomas? ¡Esto no es nada! 

—Espera, Romantica. ¿Cuánto contenido de alcohol tie...? 

Rápidamente, Romantica vació la copa delante de ella antes de que Desir tuviera la oportunidad de terminar su pregunta. 

—Aahhh… 

Ella exhaló ligeramente. 

El alcohol era bastante fuerte, pero la sensación de satisfacción le nubló el juicio. Romantica colocó la copa vacía en la mesa con orgullo. 

—¿Ves? Puedo beber... 

Al ver a Pram y Desir intentando contener su risa, Romantica dejó de hablar. 

Pronto se dio cuenta de que su mano, que sostenía la copa, estaba de color rojo intenso. 

No eran solamente sus manos. Todo su cuerpo estaba sonrojado. 

Fue un espectáculo divertidísimo. 

—Ooooh, no me mires. 

Romántica, avergonzada, se quejó y se cubrió la cara con ambas manos. 

Fue tan adorable que Desir no pudo evitar reírse a carcajadas. 

—¡No te rías! 

Romantica constantemente pellizcaba a Desir en las costillas. Sin embargo, Desir no podía dejar de reír. 

—Creo que tienes una tolerancia muy baja al alcohol. 

—Deberías tomar un trago también. Es un castigo justo. Pram, no te hagas el inocente. Tú también te reíste de mí, ¿verdad? 

—Urgh, me ha descubierto. 

Cuando sus risas se calmaron, Pram y Desir vaciaron sus copas sin esfuerzo. A medida que el alcohol entraba en acción, la atmósfera se volvió más relajada. 

Romantica se sintió extrañamente bien cuando se embriagó. Sentía que ahora mismo podría decir cosas que normalmente no podría. 

—Desir, tengo curiosidad por una cosa. 

Dejó su copa y miró a Desir directamente a la cara. 

—¿Qué quieres hacer en el futuro? 

—¿Qué quieres decir? ¿De dónde viene eso? 

—Aunque hace años que no asistimos a la Academia, estamos a punto de graduarnos. Debe haber algo que quieras hacer en el futuro, sueños, o algo así. 

Pram se enderezó y miró a Desir, como si también le interesara el tema. 

—Bueno, eso es... 

Desir abrió la boca y la volvió a cerrar. 

Creía que era una pregunta fácil, pero fue más difícil de lo que pensaba. 

Inmediatamente después de retornar al pasado, su único objetivo fue despejar el Laberinto de las Sombras ileso. 

Estaba demasiado ocupado intentando detener los desastres que se avecinaban, así que nunca se había detenido a pensar en lo que sucedería después. 

«Raphael me hizo una pregunta similar, ¿no?». 

Después de que habían derrotado al Dragón de la Destrucción, Boromir Napolitan, y estaban descansando, Raphael le preguntó a Desir qué iba a hacer en el futuro. Pero incluso entonces, no encontró una respuesta satisfactoria. 

Desir reflexionó con los brazos cruzados. 

Actualmente, su mayor prioridad era encontrar a Pierrot Mask que robó la fuente de energía de Skull Mask, pero, ¿qué pasaría después? 

«¿Hay algo que realmente quiera hacer?». 

—No estoy seguro... 

Finalmente, cuando Desir no pudo encontrar una respuesta adecuada, Romantica se sorprendió un poco. 

—¿Así que nunca pensaste en ello? Tú, un hombre minucioso, el comandante que planea cada contingencia, ¿no tienes un plan para tu futuro? ¡No puedo creerlo! 

—Lo sé. Es irónico, ¿no? 

Romantica miró a Desir que estaba reflexionando. 

—Bueno, no te preocupes demasiado, aunque no tengas claro tu futuro. Si tú o Pram vienen a unirse a mi grupo de mercenarios, con gusto los acogeremos. 

Hubo una risa suave en respuesta a la broma de Romantica. 

—¿No sería difícil para ti contratar a un ex-Guardia Real? 

—No lo rechazaste por completo. ¿Significa eso que se te puede comprar con dinero? 

Romantica se encogió de hombros. 

—Solo espera. Ahorraré suficiente dinero para que puedas trabajar para mí el resto de tu vida. 

—Lo estaré esperando. —Desir sonrió. 

En ese momento, Romantica se sonrojó y se puso aún más roja que antes. 

Mientras la atmósfera se volvía un poco incómoda, se escuchó una voz resonante desde el interior del palacio. 

—¡El Gran Sol de Hebrion, Su Majestad Guiltian Zedgar F. Rogfelas! 

Todos los nobles siguieron la esperada etiqueta y bajaron la mirada. 

Después de un rato, la puerta se abrió y Guiltian, vestido con un traje de color blanco intenso, ingresó al salón de banquetes. 

La atmósfera alegre se tornó pesada cuando simplemente entró a la sala. 

Su espíritu dominaba a todos, aunque simplemente estaba caminando. 

—¡Whoaa...! 

—¿Quién es? 

La sala de banquetes, que había sido silenciada por la presencia del Emperador, se volvió a agitar. 

Era por la joven que caminaba detrás de él. 

Tenía brazos y piernas firmes, ojos que parecían fríos pero elegantes, y cabello rubio platinado que combinaba sorprendentemente bien con su glamoroso vestido blanco. 

—¿Adjest? —Exclamó con asombro Pram. 

Miró a Adjest con los ojos bien abiertos, olvidándose incluso de bajar la cabeza. 

—¿Cómo es que Adjest está con...? 

Romantica también estaba confundida. Estaba desconcertada y sin palabras. 

Era natural que se sorprendieran; pensaban que Adjest era la hija de la familia Kingscrown, una noble familia de las afueras del Imperio. 

Desir suspiró y explicó. 

—La Familia Imperial tiene la costumbre de ocultar la identidad de sus sucesores y de hacerlos asistir a la Academia Hebrion bajo un plan de estudios especial. Se convierten en los únicos miembros de un curso llamado la Clase de los Sucesores. 

Era una tradición que se transmitía en secreto desde el momento en que se fundó la Academia Hebrion. 

La Familia Imperial estableció la Academia Hebrion, una instalación educativa atípica donde nobles y plebeyos eran educados juntos, y alentaban al heredero a observar a aquellos que él o ella gobernaría, sin importar su clase. 

—El nombre de la familia Kingscrown le fue prestado. Así que, Adjest es... 

—¿Adjest es la heredera...? 

—Así es. 

—… … 

Romantica se quedó sin palabras. 

Cualquiera se habría quedado atónito. 

Una amiga, a la que trataban como a una colega normal, de repente era la heredera de todo el Imperio Hebrion. 

«No sabía que traerían a Adjest aquí». 

Desir fue sorprendido por la situación actual, pero por una razón diferente. 

Guiltian había estado tratando de no revelar a Adjest en apariciones públicas hasta ahora. 

Sin embargo, el hecho de que él estuviera ahora acompañado por ella en esta reunión, donde había muchos nobles del Imperio, significaba sólo una cosa. 

Significaba que la Clase de los Sucesores había sido completada y que él reconocía oficialmente que ella era su sucesora. Él estaba declarando este reconocimiento delante de todos. 

Algunos de los grandes nobles y personas muy cercanas al Emperador sabían acerca de Adjest, pero los nobles regionales, los que no sabían, parecían bastante sorprendidos. 

—Oye, ¿no es ella una miembro de la Party Starling? 

—No me digas que ella es... 

Mientras todos murmuraban, Guiltian se sentó a la cabeza de la mesa. 

Luego recorrió el salón del banquete con sus ojos penetrantes que brillaban como el oro. 

—Nuestro Imperio ha pasado por innumerables guerras hasta ahora… 

Su voz no era ciertamente fuerte, pero su discurso resonó por todo el vasto salón de banquetes. 

—Salimos victoriosos en cada ocasión. Sin importar quiénes fuesen los enemigos, siempre hemos sido los triunfadores, los fuertes, los gobernantes. Por eso somos el Imperio. 

Guiltian levantó la copa delante de él. 

—Y hemos ganado una vez más. 

Fue un gran discurso de victoria, adecuado para el banquete. Fue corto y conciso, pero infundió orgullo en los corazones del pueblo. 

La diferencia de atmósfera entre el caos por la aparición de Adjest y la situación actual fue como el día y la noche. 

Un noble levantó su copa, para corresponder al Emperador. Uno por uno, los demás se dieron cuenta, levantando sus copas con orgullo. 

Una vez que todos levantaron sus copas, Guiltian habló una vez más. 

—Recuerden el día de hoy y graben la gloria del Imperio en sus corazones. 

—¡¡¡Larga vida al Imperio!!! 

Cientos de copas fueron vaciadas simultáneamente. 

Mientras Guiltian se sentaba, los músicos reanudaron sus obras. 

El sonido de la música alegre comenzó a llenar la sala del banquete una vez más.