La Magia de un Retornado Debe Ser Especial - Capítulo 273 - Novela en Español

Capítulo 273 - Banquete (4)

—Su Majestad quiere verlo. 

El discurso de Guiltian apenas había terminado, y alguien ya se había acercado a Desir. 

Estaba claro que el Emperador tenía algo importante de que hablar. Si ese no fuese el caso, entonces no había razón para hacer a un lado a Desir deliberadamente. 

—Me iré por un momento. Vuelvo enseguida. 

Desir se dirigió hacia Guiltian, dejando atrás a Romantica y a Pram, que aún estaban en estado de shock. 

No había nadie alrededor de Guiltian. Ni siquiera Adjest, que había entrado a la sala junto a él.

Él despejó a todos antes de la llegada de Desir. 

—Me presento ante el Gran Emperador. 

Guiltian sonrió y le hizo señas para que se sentara en la silla del lado opuesto. 

—Toma asiento. 

Parecía estar de muy buen humor. 

Cuando Desir se sentó, Guiltian le entregó un vaso de oro. 

—Tengo un buen vino y quería beberlo contigo, así que te llamé. 

—Me siento honrado. 

Guiltian vertió el vino en la copa de Desir él mismo y ellos chocaron suavemente sus copas. 

—Esto... 

Después de tomar un sorbo del vino, Desir no pudo evitar asombrarse. 

Era un vino muy bueno. 

Aunque era sutil, era rico en aroma y aunque era amargo, era limpio. 

Estos sabores armoniosamente mezclados del vino le hicieron darse cuenta de que era un vino realmente fino. Ni siquiera sabía mucho sobre bebidas, pero aun así se dio cuenta. 

Guiltian miró a Desir con una mirada satisfecha antes de volver a hablar. 

—Hiciste un trabajo excepcional. Te has distinguido, y contigo el Imperio, en la guerra. Con tu dedicación, el Imperio pudo experimentar un momento que brilló más resplandeciente que cualquier otro. 

Continuó mientras llenaba su copa con vino. 

—Una recompensa adecuada te será otorgada por tu distinguido servicio. Desir Arman, me gustaría recompensarte con un Ducado. 

—¡…! 

En ese momento, Desir se quedó atónito. Pensó que recibiría algún tipo de recompensa, pero esto fue muy inesperado. 

Como Guardia Real, ya recibía el mismo trato que un Duque. 

Sin embargo, la esencia de su estatus de plebeyo no había cambiado. Aunque era un Guardia Real, había una clara diferencia entre él y el resto. Todo por no ser un noble. 

Sin embargo, ahora mismo, Guiltian le estaba ofreciendo un Ducado. 

¡Para él, un simple plebeyo! 

Como esta oferta no tenía precedentes en la historia del Imperio, incluso Desir, que pasó por el infierno y las altas aguas, quedó desconcertado. 

Había cuatro Duques en el Imperio Hebrion, por lo que, si Desir se convertía en uno, entonces estaría entre las cinco familias nobles más importantes, solo un paso por debajo de la Familia Imperial. 

«C- Cálmate». 

La mano de Desir, que sostenía un vaso de vino, tembló involuntariamente. 

Aunque no estaba particularmente interesado en la autoridad, no pudo evitar ser tentado por esta impresionante oferta. 

—Esta recompensa es demasiado excesiva para mí, aunque preste un servicio distinguido. Es demasiado para ser premiado solo por llevarlos a la victoria. 

Por otra parte, algo parecía fuera de lo común, por lo que Desir no aceptó fácilmente su oferta. 

Era necesario dudar de cualquier cosa que fuese demasiado buena para ser verdad. Además, el Emperador no era un personaje que voluntariamente sufriera una pérdida. 

—Su Majestad, creo que es una recompensa excesiva por lo que hice. 

—Puede ser así. Seguramente muchos nobles se opondrán. Sin embargo, mi intención no cambiará. 

Guiltian bebió de su copa. 

—Aunque todavía eres joven, eres el mejor mago del continente, y superas incluso al Gran Sabio, Zod Exarion. Aunque tu actual servicio distinguido no está a la altura del suyo, creo que tendrás logros aún mayores en el futuro. 

—Quiere decir... 

—Me gustaría que te esfuerces por el Imperio como un Duque del Imperio. 

«... Él es muy directo». 

Al oír sus palabras extravagantes, se dio cuenta de que nadie más podría ser un Emperador. 

Básicamente, el Ducado era una recompensa a cambio de su futuro como garantía. Guiltian no ocultó sus verdaderas intenciones y al mismo tiempo, mostró a Desir que lo respetaba y valoraba. 

Gracias a su franqueza, Desir no se ofendió, aunque podría haber sido fácilmente una conversación incómoda para cualquier otra persona. 

«No hay razón para rechazar la oferta. Sería más extraño no aceptarla». 

El Imperio Hebrion compartía el continente con la Unión del Reino Occidental. ¿Quién podría rechazar la poderosa posición de Duque dentro de una potencia así? 

Desir cerró los ojos por un momento y reflexionó. 

«Si me convierto en un noble, seré capaz de proteger a más gente». 

Era una idea atractiva para cualquiera, pero era aún más atractiva para Desir. 

En su vida anterior, Desir había sido un plebeyo hasta el final. Cada paso de su vida había sido pesado y lleno de cargas innecesarias. 

Desde el principio, había sido colocado en la Clase Beta, y nunca recibió una educación adecuada. 

También lamentó su falta de fuerza mientras despejaba el Laberinto de las Sombras, todo porque no pudo aprender más. Estaba furioso por el hecho de que no fue capaz de proteger a sus camaradas. 

Odiaba su maldita vida de plebeyo. 

«Pero...». 

Desir abrió los ojos y respondió con una voz decidida. 

—Su Majestad, le agradezco la generosa oferta, pero tendré que rechazarla. 

Guiltian miró a Desir en silencio. 

No parecía enfadado. Sus ojos estaban llenos de curiosidad. 

—Me gustaría saber cuál es el motivo. 

—No es que no quiera este puesto de Duque. Es sólo que hay algo que quiero más que eso. Me gustaría solicitarlo en lugar del Ducado, Su Majestad. 

—Entonces, ¿qué es lo que quieres? 

Desir respiró profundamente y respondió. 

—Me gustaría establecer mi propia academia, Su Majestad. 

—... ¿Es algo que anhelas, algo más valioso que el Ducado?" 

Guiltian parecía confundido. 

Un Duque del Imperio era una posición con el poder que más se acercaba a la autoridad del Rey. No había nada más ridículo que pedir el establecimiento de una academia por sobre ese poder. 

Incapaz de averiguar sus intenciones, pero reconociendo su sinceridad, Guiltian estaba perplejo. 

—¿Por qué quieres esto? 

Desir se enderezó y respondió a su pregunta. 

—Para convertir la coincidencia en lo inevitable. 

—¿Convertir la coincidencia en inevitabilidad...? 

No era una razón fácil de entender. 

Desir continuó. 

—He sido capaz de llegar hasta aquí solo por pura suerte. En el pasado, Desir Arman era un huérfano de plebeyos ordinarios que no sabían nada de magia. Fue un destino maldito, condenado a no llegar a ninguna parte, hasta que conocí a la profesora Bridget por completa coincidencia. 

En la mayoría de los casos, los plebeyos del Imperio Hebrion nunca descubrirían si tenían la Bendición de Maná. Nunca intentarían averiguarlo, y nadie intentaría decírselos. Así era la vida. 

—Sin embargo, la mayoría de los plebeyos, y yo no soy la excepción, no están dotados de fortuna. Nacen y mueren sin siquiera saber que tienen tales talentos. Incluso si son conscientes de sus dones, mueren sin poder florecer. 

Antes de convertirse en un retornado, Desir había experimentado esa dolorosa vida de primera mano. 

Desir pudo convertirse en mago por pura suerte, pero fue discriminado por ser un plebeyo. La Academia Hebrion a la que ingresó solo después de gastar incesantes esfuerzos no fue de ninguna ayuda para un plebeyo con él, desterrándolo a una clase sin valor por el pecado de haber nacido sin un estatus social. 

Esa educación inadecuada hizo que las brillantes habilidades languidecieran. 

En su vida anterior, Romantica tuvo una muerte prematura porque nunca alcanzó su pleno talento. 

«Puedo responder a tu pregunta ahora». 

La respuesta a la pregunta de Raphael de su vida anterior, y a la pregunta de Romantica de hoy. 

—Espero que, expandiendo el sistema educativo y permitiendo a los plebeyos aprender libremente, pueda crear un lugar en el que mi existencia hubiese sido una inevitabilidad más que una coincidencia. 

Mientras Desir experimentaba el Laberinto de las Sombras, se dio cuenta de que había muchos individuos destacados entre los plebeyos. Gente como Romantica y Pram. 

—Así que quieres establecer una segunda Academia Hebrion. 

—Eso no sería suficiente. Quiero que cualquier ciudadano del Imperio, no solo unos pocos elegidos, tengan las mismas oportunidades de educación. 

La petición de Desir tenía dos caras. 

Cuando pidió establecer una academia, no quería realmente establecer una institución. El verdadero significado de su petición fue... 

—Espero que un mínimo de educación, en otras palabras, un sistema de educación pública, pueda ser introducido a todos los ciudadanos del Imperio. 

Después de que acabara de explicárselo, Desir tragó con fuerza. 

Guiltian, que escuchó atentamente en silencio, permaneció en silencio. Era imposible leer sus pensamientos a partir de su expresión. 

Viendo que no le respondía inmediatamente, Desir asumió que estaba revisando seriamente su propuesta. 

Y así fue. 

Sin embargo, la introducción de un sistema de educación pública que Desir había solicitado significaría que tenían que establecer academias en todo el Imperio. 

Un enorme presupuesto nacional era consumido por el mantenimiento de la Academia Hebrion. Era evidente que se consumiría una cantidad astronómica de dinero para expandir y administrar unos cientos o miles de ellas. 

No era imposible hacerlo, pero había mucho en juego. 

«Si se pudiese encontrar más gente como él, entonces definitivamente sería una inversión que valdría la pena, pero...». 

Desir Arman. 

Era imposible ponerle un precio. 

Cuando Guiltian ofreció el Ducado, hizo todo lo posible para mantener a Desir a su lado. 

Desir estaba básicamente haciendo una propuesta de invertir a riesgo de su vida. 

—Una cosa. 

Después de una larga contemplación, Guiltian se las arregló para abrir su pesada boca. 

—Concederé su petición con una condición. 

—¿Cuál sería? 

—Tienes que estar a cargo de ese asunto. 

Viendo la expresión perpleja de Desir, Guiltian sonrió débilmente. 

—Estoy seguro de que solo tú puedes cumplir perfectamente con tu idea. Asegúrate de trabajar duro para lograr tus ideales hasta tu último aliento. 

Solo entonces Desir se dio cuenta de la intención de Guiltian. 

«Así que eso era». 

Guiltian trató de premiarlo con un Ducado para mantenerlo en el Imperio. 

Sin embargo, cuando Desir rechazó esa oferta, usó su propuesta para que se quedara. 

«Tomará un tiempo para que el sistema sea implementado apropiadamente. Tendría que permanecer en el Imperio por lo menos varias décadas». 

Al final, Guiltian fue capaz de lograr su objetivo. 

«Es un resultado bastante bueno para mí». 

Desir iba a permanecer en el Imperio a pesar de todo. 

Si él mismo podía introducir el sistema, usando sus ideales como base para el crecimiento futuro, era más de lo que esperaba. 

—Haré lo mejor que pueda, Su Majestad. 

Y con eso, la conversación terminó. 

Ambos consiguieron lo que esperaban. 

Desir recibió la oportunidad de cumplir sus ideales y Guiltian ató al Imperio al mejor mago del continente. 

Desir bajó su copa y se inclinó ante Guiltian. 

En ese momento, cuando se dio la vuelta. 

—Desir. 

Escuchó la voz de Guiltian. 

Fue el tono más afectuoso que había escuchado hasta ahora. 

—Por favor, cuida de Adjest. 

Cabellos rubio platinados se balancearon frente a sus ojos.