Monday, June 1, 2020

La Magia de un Retornado Debe Ser Especial - Capítulo 60 - Novela en Español



Capítulo 060 - Vacaciones de Verano (1)



El centro de la ingeniería de magia, Althea.

Aunque el territorio era pequeño, se lo reconocía como un país autónomo con capacidades considerables de poderío militar debido a sus importantes avances en la hechicería. Estaba en toda su gloria.

Su renombre como centro de ingeniería mágica se debía a una sola razón. La sede de la Torre de Magia estaba allí. Su rama principal atraía a magos de todas las clases y tamaños a Althea.

La Torre de Magia.

Una corporación multinacional que lideraba los últimos avances en ingeniería mágica y acaparaba lo mejor en varios campos, desde suministros militares hasta artículos para el hogar.

Entre quienes producían objetos con Cristales Mágicos, su posición era única, alcanzando un nivel tal que el Reino Occidental o el Imperio Hebrion palidecían en comparación.

La sede de la Torre de Magia de Althea era la estructura de una torre colosal digna de su nombre, que empequeñecía a sus vecinos.

Se establecía con varias divisiones en cada piso, donde los magos de la Torre de Magia hacían pleno uso de sus talentos a través de la innovación.

Los magos de la Torre de Magia, cuyos nombres eran muy reconocidos, recibían sus laboratorios personales para probar sus conjeturas, equipados con maquinaria de última generación.

Estas salas estaban prohibidas a todos los demás; cualquier mago que se preciara de serlo se quedaría asombrado por el equipo de última generación que cubría las paredes de punta a punta.

Había una habitación dentro de la torre que producía ruidos sin parar. Muchos rumores se extendían sobre lo que acechaba en ese laboratorio. Se trataba pues, del laboratorio privado de Zod Exarion.

Zod estaba en medio de un experimento con un Cristal Mágico en la mesa cuando una elegante voz de una mujer sonó a través del Pad a su lado.




—Viejo, no pensé que alguna vez volvería a verte en un laboratorio otra vez.

La forma de manipular el cristal mágico de Zod era muy delicada.

—¡Tsk! —Zod chasqueó la lengua mientras tallaba cuidadosamente la superficie de la runa mágica y limpiaba el polvo residual.

—Hace poco me he encontrado con algunas técnicas interesantes.

—Hmm… ¿Técnicas interesantes? No veo como las encuentras tan interesantes.

—Mire los complejos mecanismos, la lógica que se mueve a lo largo de los Círculos Mágicos. Las leyes fundamentales que lo prevén todo. Cuando se desarrollan nuevas tecnologías, el mundo avanza, se refina, ¿no es fascinante todo esto?

—Oh, para alguien normal como yo, suena extremadamente aburrido.

Un sonido rezumbaba y las chispas saltaban del Cristal Mágico.

«¿Tres es el límite para una Runa Mágica de Clase 5?».

Zod negó con la cabeza.

—Viejo, ¿puedes concentrarte en hablar conmigo? No tuvimos una conversación desde hace ya unos meses.

—Puedes hablar conmigo en cualquier momento. Esta técnica es para mí.

—Estás hablando con una Santa, pero solamente un viejo como tú diría eso.

La elegante mujer suspiró y sacudió la cabeza, rindiéndose ante su intento de convencer a Zod.

Santa Priscilla.

La mujer que dirige La Iglesia de Artemisa, cuya influencia llega a cada rincón del continente.

Tenía una posición tan alta como la del Maestro de la Torre de Magia, y la gente la llamaba la sexta soberana del Imperio Occidental, que solo constaba de cinco naciones.

—Así que, como la última vez, supongo que no podrás asistir a la reunión del Gran Consejo, ¿correcto? —preguntó Priscilla.

El Gran Consejo.

Cada año, el Imperio Occidental invitaba a varias organizaciones aliadas y a los miembros más influyentes de la Alianza, para discutir su agenda.

En realidad, Priscilla contactó a Zod para comprobar la asistencia de este anciano al Gran Concejo.

—¿Qué sentido tiene preguntar si ya sabes que no participaré?

—Te lo estoy preguntando, ya que se trata de cuestiones diplomáticas.

Zod se dio la vuelta para jugar con su Cristal Mágico antes de detenerse y volver a habar.

—Ah, cierto. En realidad, esta vez iré a participar.

—¿Uh? ¿De repente tienes asuntos que tratar?

—Mejor icho, tengo un nuevo asesor en Técnica Mágica que quisiera participar esa vez.

Los oídos de Priscilla se alzaron ante las palabras de Zod.

«¡Oh! ¿Un nuevo asesor técnico? Me pregunto quién será. ¿Hephatos, el jefe de la rama norte? ¿O Elianos, el sabio del oeste? No estoy familiarizado con ningún otro Archimago».

—Me pregunto quién podría sacar al mismísimo Zod de su aislamiento.

—Desir Arman. Mago de 1° Circulo.

Priscilla no pudo contenerse y un estallido de risa salió del Pad.

— Primer Circulo? Zod, ¿te estas poniendo senil? Pensé que te llevaría algunos años más.

—No, él tiene la calificación.

—Está bien. No hay nada que pueda decir sobre la administración de tu corporación. —Priscilla sacudió la cabeza— Por cierto, Desir… ¿dónde he oído ese nombre? Siento que lo he escuchado antes.

—Probablemente has oído hablar de él. Es un Rango Único de la Academia Hebrion.

Los ojos de Priscilla se entrecerraron al escuchar sus palabras.

—¿Viejo? No pretendes hacer que un miembro de la Academia Hebrion participe en el Gran Consejo, ¿verdad?

—No veo cual es el problema. ¿No somos todas naciones aliadas ahora?

—Sabes que somos aliados, pero estoy seguro de que los demás reinos se sentirán incómodos.

—De cualquier forma, no asistirá como miembro de la Academia Hebrion, sino como asistente de la Torre de Magia.

Históricamente, el Reino de Hebrion y la Alianza de los Reinos Occidentales estaban en malos términos. Sólo después de la caída del Imperio Santo no tuvieron más remedio que formar una incómoda alianza para salvar a la humanidad que se encontraba al borde de la extinción, pero había una persistente animosidad entre las dos naciones.

Las dos organizaciones principales que subyugaban a los Mundos de las Sombras eran la Academia Hebrion y la Alianza de los Reinos Occidentales, apoyadas por sus naciones.

Estas organizaciones competían por cada trozo de Cristal Mágico arrojado por los Mundos de las Sombras, y cada Mundo de las Sombras despejado se involucraba beneficios para alguna de las partes.

Cada éxito en un Mundo de las Sombras producía cristales mágicos que conducían al crecimiento militar de cada nación.

En el pasado, las dos naciones se enfrentaron en una amarga guerra antes de que aparecieran los Mundos de las Sombras. Ríos de sangre fluían y muchos la compararon con la mítica Guerra del Bien y del Mal.

Cuando los Mundos de las Sombras aparecían, el rencor, que estaba profundamente arraigado, y las pequeñas escaramuzas estallaban cada vez que un Mundo de las Sombras era dominado.

—Sabes que un Mundo de las Sombras apareció recientemente, ¿verdad?

—Claro. ¡Fue muy bienvenido! Necesitábamos provisiones recientemente.

—No se trata de eso. En esta ocasión, la party de Desir ha encontrado pistas sobre la caída del Santo Imperio cuando entraron al Mundo de las Sombras.

—¿Qué? ¿¡De Verdad!? —Priscilla soltó un grito inusual, casi en shock.

—Sí, lo que has estado investigando por tanto tiempo. ¿No te lo dijeron? Supongo que no es de sorprenderse, con la relación entre Hebrion y la Iglesia. Lo descubrirás de todas formas, pero no creo que sea malo escucharlo en primera persona, ¿qué piensas?

La Santa parecía indefensa ante las palabras de Zod, ya que este se le había adelantado. Como si no tuviera otra opción, respondió:

—Ya veo. Al parecer, creo que tendré que conocerlo, aunque sea solo por esta vez.



* * * * *



* * * * *



Un mundo desmoronado a punto de colapsar...

El fuerte ruido de los destellos en el campo de batalla desgarrando los tímpanos. El violento sonido de la guerra, indicando el paso del tiempo.

Los gritos de los seres queridos resonaban a las puertas de la muerte. Las armas de guerra emergían para combatir a la amenaza entrante.

El sonido de las olas rompiendo débilmente en la costa y el mar distante brillando en un gris de cenizas.

El olor metálico del mar parecía estimular la punta de la nariz, pero desaparecía en un instante, para ser reemplazado por un calor abrasador.

Este fuego parecía consumir todo lo que lo rodeaba.

Bajo el cielo gris, solamente se podía ver como todo el campo de batalla estaba teñido de un rojo sangriento.

El mundo estaba desgarrado por el caos y la confusión.

Miles de cuerpos estaban dispersos por todo el lugar y más de ellos aparecían a cada minuto.

Con cada explosión llevada a cabo, y con cada grito, el número de cuerpos aumentaba de manera significativa.

En tal escena de masacre, el torso de una chica que se retorcía esporádicamente.

En el momento en que los ojos de Desir se encontraron con los suyos, abrió la boca para hablar, pero en lugar de su voz, los grumos de sangre brotaron.

Desir, hasta el día de hoy, no podía olvidar las últimas palabras que ella le dijo.

—No quiero morir, Desir.

Sus ojos se desenfocaron.

En ese momento, el cuerpo de Desir se derrumbó como si fuera una muñeca de hilos rota.

Todo lo que pudo hacer fue cerrarle los ojos por ella.

Un nombre en la placa de identificación de la chica enterrada entre los escombros…




Romantica Eru.

Las lágrimas no fluyeron. Su corazón estaba en completa angustia. Ni siquiera había espacio para el dolor en el corazón de Desir.

—¿Cómo podemos detener a esa cosa...? —Como para expresar sus sentimientos, el soldado sobreviviente murmuró desde lo más profundo de su corazón.

Había un “algo” gigantesco más allá de una gran distancia.

—¿Cómo esperan que detengamos a esa cosa?

Al final de su mirada se encontraba una pesadilla de tiempos antiguos que solo se había escuchado en leyendas.

Un cruel carnicero con caracteres de runas grabados en sus colmillos. Las llamas del infierno se retorcían alrededor de su cuello en forma de collar. Permanecía solemnemente parado frente a sus oponentes.

Desir lo miró desconcertado mientras sacaba el nombre de las profundidades de su memoria.

—El Demonio de la Destrucción. Dadeneuf…

Sobre el cielo, cientos de hechizos volaron cubriendo el sol. solamente para repeler al diablo.

*¡¡¡Boom!!!*

Después de los sonidos ensordecedores de las explosiones, el demonio no había recibido ni un solo daño.

Más bien, Solo lo había inspirado, soltando un rugido monstruoso y comenzando un contraataque. 

Los humanos, que estaban envueltos con magia defensiva, fueron sacudidos frente a este poder trascendente.

No había servido de nada.

La sangre brotó de los ojos y oídos, incluso de los magos más hábiles, mientras gritaban de dolor.

No había mejor palabra para describirlo que “calamidad”.

La tierra se estremecía a sus pies y salían nubes oscuras, como en una erupción volcánica.

Un terremoto se desgarró bajo sus pies y los cielos ardían al ver que enormes meteoritos se acercaban.

Eran de un tamaño enorme que parecía llenar toda su visión.

“…¡¡¡!!!”

Desir gritó. Gritó con todas su fuerzas, pero solo oyó un áspero sonido del aire cuando las lágrimas comenzaron a cegarlo.



* * * * *



Desir abrió los ojos. Estaba despierto. Aún en pánico, miró a su alrededor.

Papel tapiz de color blanco crema en las paredes, muebles ordenadamente arreglados, el “tic-tac” de un reloj de pie en la habitación y el aroma del amanecer flotando a través de las ventanas abiertas.

El campo de batalla sangriento, la ciudadela desmoronada y el demonio de la destrucción no se veían por ninguna parte.

—Un sueño… ¿Fue todo un sueño?

Desir se cubrió la cara con las manos temblorosas. Mientras se envolvía las manos para consolarse, sus pálidos dedos se desgastaron por el inquietante calor que irradiaba su cara.

Todo su cuerpo estaba empapado de sudor frío. Hiciera lo hiciera, no podía dejar de temblar.

Crueles recuerdos lo atormentaban. Eran cicatrices que nunca serían borradas.


4 comments:

  1. Siempre me gustó cómo se expresaba su pesadilla, o mejor dicho, su pasado.

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  2. Replies
    1. Siempre que Desir recuerda su pasado me pregunto "¿Por cuantas cosas más habrá pasado?" 🙁

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