La Magia de un Retornado Debe Ser Especial: La Magia de un Retornado Debe Ser Especial - Capítulo 132

Capítulo 132 - El Secreto Oculto del Alquimista (3)

Pureus estaba hablando exuberantemente con alguien más en el enmohecido sótano.

—Ahora que tenemos en nuestras manos el material más difícil de obtener, no nos llevará demasiado tiempo alcanzar nuestro objetivo.

Una arcaica pieza de parafernalia mágica iluminaba el sótano

—Esto marca el final del largo, largo período de tiempo que hemos dedicado a esta investigación.

La voz que se escuchaba a través del aparato mágico era tan alta y fuertemente distorsionada que apenas era distinguible.

Sin embargo, considerando que la distancia entre ambos era tan grande, la calidad del sonido podría considerarse muy buena.

—Todo esto es porque usted ha hecho lo mejor para ayudarme. No recibí tanto apoyo, ni siquiera cuando fui como profesor. Nunca imaginé que podría realizar este tipo de experimento.

—¿Cómo te sientes al ir en contra de la voluntad de Dios?.

—Es refrescante.

Pureus sonrió mientras su rostro exudaba alegría desenfrenada

—¡Me siento tan renovado! Ni siquiera se siente como si mis pies estuvieran en el suelo ahora mismo. ¡Es como si estuviera volando! Por supuesto, no es porque el largo período de arduo trabajo que he invertido en esta investigación finalmente haya sido recompensado.

Y ciertamente no es por algún ingenuo sentido de orgullo por lograr el deseo de todos los grandes alquimistas. ¡Es por el éxtasis de la venganza! ¡Ahora puedo finalmente aplastar a la orgullosa Sociedad de la Alquimia!

—No te relajes todavía. Haz tu mejor esfuerzo hasta que hayas completado esta investigación, oh Gran Buscador de la Vida Eterna, Pureus.

La voz transmitía sus intenciones lenta pero claramente.

—Según lo prometido, su investigación será publicada bajo su nombre en todo el Reino. Usted será el mejor alquimista del continente. Todos los alquimistas del mundo. No. Todos los humanos en el mundo te admirarán.

—Es un gran honor.

La comunicación finalizó.

—Ji, ji, ji.

Pureus se rio antes de cerrar los ojos. No pudo reprimir la sonrisa de entusiasmo que se dibujó en su rostro.

«Estoy más cerca que nadie de la verdad más esencial».

Sonrió. Solo pensarlo hizo que su corazón ardiera abrasadoramente.

Vida eterna.

Lo inalcanzable, buscado por reyes y filósofos de la leyenda; una vida que continúa por siempre.

Un acto contrario a la providencia natural establecida por la naturaleza, y una habilidad que ha demostrado ser capaz de eludir incluso a las mentes más grandes.

—Ya está casi terminado. Casi estoy allí. ¿Cuántos años he invertido en esta investigación?

No fue suficiente describirlo como “una vida entera” después de haber ingresado en la alquimia.

—Lograr mi deseo está a la vuelta de la esquina.

No había posibilidad de fracaso ahora. Fue teóricamente perfecto.

—Solo necesito un poco de material para completar mi investigación muy bien. Solo una cantidad muy pequeña.

Un poco de “algunos magos”.

Era un material sobre el que no pudo poner sus manos durante tanto tiempo.

La ubicación en la que se había instalado estaba bien ubicada para evitar los ojos de los investigadores, debido a su lejanía. Por otro lado, encontrar magos talentosos para usarlos había sido más difícil que arrancar una estrella del cielo.

El descubrimiento de un ser humano que poseía incluso un solo círculo mágico era un evento completamente fortuito.

La mayoría de los magos talentosos se iban tempranamente a la Academia Hebrion u otras instituciones prestigiosas.

«Soy tan afortunado. Los materiales me vinieron por sí solos».

Los magos que habían alcanzado el Tercer Círculo eran típicamente magos con el potencial de crecer aún más.

Al principio estaba convencido de que se trataban de investigadores, por lo que fue muy cauteloso con ellos. Sin embargo, eso resultó ser nada más que una ilusión suya.

Pureus casi celebró cuando los veía aceptar su favor sin dudarlo. Quería capturarlos de inmediato y usarlos como materiales, pero se contuvo una y otra vez.

No podía permitirse el lujo de arruinar esta oportunidad de oro.

Después de esperar a que se durmieran, Pureus liberó a la Quimera para cazarlos.

«Serán utilizados como honorado material vital para acercarse a verdades mayores».

Estarían felices de servir a un propósito mayor. Él realmente sintió esto desde el fondo de su corazón. Así como pensaba que este era el final...

[La Quimera Unidad 1 ha sido destruida]

Las alarmas sonaron desde el sensor en sintonía con la biometría de las quimeras.

—¿¡Qué!?

La Unidad 1 era una Quimera en la que había puesto su corazón y su alma.

Aunque era una de las primeras Quimeras que había fabricado y, por lo tanto, una de las más débiles, era lo suficientemente fuerte como para matar fácilmente a magos de 3° Círculo.

Había enviado a esta Quimera para obtener al valioso ejemplar de mago varón.

Esto inmediatamente planteó algunas preguntas.

¿Cómo reaccionó el mago a tal incursión cuando debería haber estado profundamente dormido?

Solo hubo una respuesta.

«Siempre ha estado en guardia».

[La Quimera Unidad 2 ha sido destruida]

Incluso la segunda, enviada a la habitación de la maga, había sido destruida. Y no mucho después, la Unidad 3, la Quimera perfecta, también había sido destruida.

—...

La Unidad 3 era la Quimera más poderosa que había producido. Una quimera muy potente hecha como resultado de varias circunstancias.

Era una Quimera que tenía un poder comparable al de un caballero del Imperio.

Lo que se suponía que sería una simple presa, en cambio, había demostrado ser capaz de matar fácilmente incluso a su Quimera perfecta, como si se solo fuese arrancar hierbas de un jardín.

Pureus no podía creer la situación en la que se encontraba. Más bien, permaneció escéptico de la situación en la que se encontraba.

El hecho de que su Quimera hubiera sido destruida por los magos de 3° Círculo era algo con lo que su orgullo no podía lidiar.

Pero la realidad no sufriría los delirios de grandeza de nadie. Ahora que incluso la tercera Quimera, su obra maestra, había sido destruida, no había Quimeras capaces de detenerlos.

[La Quimera Unidad 4 ha sido destruida]

—¡Maldición!

Pureus golpeó su escritorio. Un recipiente cerca del borde del mismo cayó al suelo.

—¡Las Quimeras no son descartables como peones!

Había preparado a estas Quimeras con su corazón y alma, para defenderse en caso de que los investigadores decidieran enviar tropas a su laboratorio.

No se suponía que se consumieran en vano.

—No, no debería entrar en pánico en este momento.

Si quería juzgar la situación objetivamente, necesitaba tragarse su orgullo.

Sabía que eran mercenarios de la Organización de Comercio, pero descartó su potencial como amenazas debido a sus edades.

Odiaba admitirlo, pero juzgó mal las habilidades de estos jóvenes por completo. Eran algunas de las personas más talentosas que había visto.

Tenía un fuerte presentimiento de que algo había salido mal. Sentía como si hubiese tocado algo que no debía haber tocado.

Los dos se acercaban a su propio laboratorio, caminando a un ritmo normal, apenas disminuido por las Quimeras que se suponía que los matarían.

La situación había sido completamente revertida, y ahora estaba en la posición de cazado en lugar de cazador.

—Esto es peligroso. Muy peligroso.

Pureus comenzó a morderse las uñas. Era un mal hábito suyo que se presentaba de manera desagradable cuando estaba nervioso.

Su felicidad por haber completado finalmente su investigación había quedado completamente destrozada. Sus ojos incluso habían comenzado a temblar cuando vio su carta de triunfo.

No se atrevía a jugarlo... pero estaba empezando a sentirse un poco desesperado.

Pureus suspiró.

Aunque estaba incompleto, ahora no había nada más en lo que pudiera pensar para recuperar el control de esta situación.

Decidió jugar su última carta.

* * * * *

—No es fácil, tratar con dos al mismo tiempo.

Desir y Romántica, que acababan de matar a las dos Quimeras que custodiaban el laboratorio, abrieron la puerta e ingresaron a la habitación.

El laboratorio estaba frío y oscuro.

[Light]

La luz del hechizo iluminó sus alrededores.

No había ninguna señal de Pureus. Entonces Desir habló, como si ya esperara este giro de los acontecimientos.

—Debe haber un pasaje secreto. Romántica, usa la magia para detectar alguna grieta con el flujo de aire.

Para los magos especializados en magia de viento, como Romántica, encontrar pasadizos ocultos era n rasgo inherente.

*Whoosh*

Una ráfaga de viento barrió el laboratorio, y Romántica señaló hacia el armario.

—Está aquí abajo.

Se instaló un simple dispositivo de seguridad, pero Desir lo disipó en un abrir y cerrar de ojos.

Mientras Desir apartaba el sistema de seguridad a un lado y empujaba al armario fuera de su camino, se revelaron escaleras que descendían a la oscuridad.

Bajaron las escaleras. Romantica y Desir estaban alertas y listos para usar magia ante cualquier señal de peligro.

Pronto, entraron en una habitación descubierta que era increíblemente espaciosa y sombría.

Ni siquiera Desir esperaba que hubiera tanto espacio en el sótano de la mansión.

Aún más sorprendente fue que las instalaciones subterráneas que podían ver eran de una calidad tan superior que no se podía considerar que pertenecieran a un laboratorio construido hace 100 años. No se quedaban atrás de las instalaciones modernas en lo más mínimo.

Mientras miraban a su alrededor, una voz emanó de algún lugar cercano.

—... ¿Qui- Quién está allí...?

Había una especie de miedo en la voz temblorosa del hombre. Desir juzgó que no se trataba de un enemigo.

—Somos magos que vinimos aquí para matar al alquimista.

—¿Estás aquí para matar al maldito alquimista?

Al escuchar el motivo de Desir, el hombre gritó desesperadamente.

—¡Por favor sálvame! ¡Estoy aquí!

La voz se escuchaba desde el interior de una pared negra de vidrio que se alineaba a ambos lados del pasillo.

—¿Estás en la pared de cristal?

—Si. Hay un botón en la pared. Cuando lo presiones, se abrirá una puerta de cristal.

Justo como dijo que lo haría, la puerta de cristal se abrió después de que Desir presionara el botón. Lo que apareció entonces fue un hombre atado a una mordaza.

—¡...!

Romantica dejó escapar un pequeño grito de sorpresa.

El hombre estaba en una condición terrible.

Sus brazos estaban ennegrecidos como el carbón y la mitad de su rostro estaba cubierto de severas arrugas.

Aparentemente desnutrido, y su cuerpo estaba severamente delgado. Apenas estaba vivo.

Desir revisó si había trampas en la habitación usando magia de detección antes de acercarse al hombre.

[Ice Cutter]

La hoja de hielo rompió los barrotes de hierro y cortó los grilletes que unían las extremidades del hombre.

—Muchas gracias. Pensé que moriría aquí.

Las lágrimas brotaron de los ojos del hombre.

—Ya está bien.

Romántica y Desir inspeccionaron de cerca las heridas de su cuerpo, consolando al hombre.

—Desir, esto es...

A pesar de que su piel estaba terriblemente desfigurada, algunas de las heridas que adornaban su cuerpo parecían pequeñas marcas de pinchazos dejadas por jeringas.

Era bastante obvio que el hombre había sido convertido en un muñeco de prueba humano, llenado con varios fluidos alquímicos y sometido a todo tipo de daños.

—¿Se realizaron experimentos en humanos aquí? —preguntó Desir con unavoz grave.

A juzgar por la condición del cuerpo del hombre y su estado mental, claramente había sufrido extensos abusos físicos.

—Sí, fui a la mansión a ver al Lord, pero en un momento dado me desmayé de repente. Cuando abrí los ojos, me encontré aquí. He vivido un infierno en vida desde ese día.

El hombre se estremecía, recordando lo que había sucedido.

—El alquimista nos inyectaba drogas y nos observaba. Es el diablo encarnado.

—¿Nos?

La cara de Romántica palideció.

—¿Estás diciendo que hay más gente aquí?

—No sé cuánta persona hay, pero con todos los gritos que oí, bastantes personas deben haber sido capturadas como yo.

—...

Desir pensó por un momento antes de voltearse hacia Romántica.

—Romántica, lleva a este hombre y al resto de los sobrevivientes a la superficie. Mientras tanto, yo lidiaré con el Alquimista.

—¡Desir!

Romántica trató de detener a Desir, pero Desir había decidido el mejor curso de acción y no sería fácilmente disuadido.

—Necesitamos dividir nuestros roles. Hay una Quimera ahí fuera con la que aún no hemos lidiado, y necesitamos que alguien proteja a los sobrevivientes de ella. Además, si la Quimera entra aquí, estaré en problemas.

—Hagámoslo juntos.

—Todavía no estamos seguros de lo que Pureus hará mientras tanto. Lo detendré, así que mata a la Quimera lo antes posible y ven a ayudarme. ¿Te parece bien?

Alguien tenía que hacerlo.

—…De acuerdo.

Ella no tenía elección. Romántica recostó al hombre y se fue a buscar a los restantes sobrevivientes.

Después de que Romántica se fue, Desir caminó por el pasillo y vio un texto que alguien había escrito a mano en la pared de vidrio con alguna especie de bolígrafo.