La Magia de un Retornado Debe Ser Especial - Capítulo 116 - Novela en Español

Capítulo 116 - Temporada de Nieve (3)

—¿¡Por qué te tardaste tanto!?

Cuando Desir abrió la puerta de la oficina de la party, fue recibido por los molestos gritos de Romantica.

Al entrar a la oficina, Desir se sorprendió al ver cajas apiladas como pequeñas montañas en el centro de la oficina.

—... ¿Pero qué demonios son estas…?

Desir había esperado algunos regalos.

Desde hace mucho tiempo era costumbre para los padres enviar regalos a sus hijos en el Año Nuevo.

Sin embargo, considerando que había solo seis miembros en la party, el número de obsequios era demasiado grande.

—¡Estos regalos son de varios lugares! ¡Desir, tú seguro que eres famoso!

Las palabras de Pretzel eran ciertas.

Por supuesto, hubo regalos de las familias de los miembros de partys, pero también hubo regalos de gran variedad de empresas y personas notables.

—Entiendo a Prilecha, la Torre de Magia y al Grupo Eru... pero ¿La Compañía Comercial de Kire? ¿Dónde siquiera se encuentra eso?

Entre los lugares de donde provenían los regalos, había algunos con los que no tenían ninguna relación directa.

—Durante el ataque en Prilecha, había muchos turistas allí, así que tal vez sea uno de ellos.

Desir asintió con la cabeza ya que la sugerencia de Romántica era razonable.

Cuando Desir impidió que Dadeneuf destruyese Deltaheim, la capital de Prilecha, había turistas de todo el continente debido al Torneo del Océano Dorado.

Si alguien te hiciera un favor, era solamente una cortesía común que te enviase un regalo. Y en este caso, no fue solo un favor; Desir había salvado sus vidas.

Sin embargo, fue la Unión del Reino Occidental la que envió más regalos.

Después de neutralizar él solo el asalto a Prilecha, Desir ganó gran renombre no solo en Prilecha, sino también de los reyes de Adenia* y Arunbeth.

(*Adenia es el reino donde Desir estuvo hospitalizado).

Los lujosos regalos dejaban bien claro el favor que tenían para Desir.

—Estaba esperando que Desir se nos uniera antes de abrirlos.

—Sí. Así que siéntate rápido. Me hormiguean las manos y no puedo esperar más para abrirlas.

—Los hemos dispuesto en orden de distancia a la Academia Hebrion. Puedes abrirlos en este orden.

Todos se veían demasiado emocionados.

Tan pronto como Desir se sentó, Romántica comenzó a rasgar el papel de envolver.

—¡¿Oh?! ¡Te dije que los abrieras en orden, Romántica!

—¡Comenzaré con los de mi ciudad natal!

—¿Hmm? ¿Un regalo para Romántica? Entonces abriré esto.

—¡No, espera! ¡Pram, baja eso ahora mismo!

…

El bullicio continuó.

Los obsequios que se habían ordenado cuidadosamente comenzaron a mezclarse al azar.

Las montañas de regalos pronto colapsaron y, en consecuencia, la habitación comenzó a lucir increíblemente desordenada.

«Todavía son niños, después de todo».

Desir se encogió de hombros y se sentó al lado de Adjest, quien había estado sentada en silencio hasta ahora.

—Buenos días.

—… Buenos días.

Sí, esta era Adjest.

A Desir realmente le agradaba la calma que ella emanaba.

Mientras tanto, el primer regalo fue revelado.

Era un regalo del Rey de Prilecha.

—Qué bonita placa. Parece que la oficina luce vacía, pero esto será genial para avivarla.

Pretzel miró la placa. Sus ojos brillaron, indicando que sabía exactamente lo que esta representaba.

—¡El hecho de que el Rey le haya dado la insignia de su país a alguien quiere decir que confía absolutamente en ellos! ¡Es una promesa de que el Rey te ayudará cuando lo necesites!

—El regalo de Arunbeth... ¡Es una entrada para el teatro Lujean! ¿¡Incluso son asientos de la realeza!? Te permiten sentarse en la posición perfecta para ver el escenario. ¡Increíble! ¡Estos asientos cuestan 200 monedas de oro en el mercado de reventa ahora mismo!

—Esto lo envía Su Majestad el Rey de Adenia... Es la hierba rara de Hoja Santa. Tiene un sabor y un aroma únicos cuando se prepara en forma de té. La gente dice que es imposible conseguirlas en invierno, pero él nos lo ha enviado.

Como obsequios de los reyes de varios países, todo lo que habían recibido era difícil de obtener como individuo y, por consiguiente, todo era precioso.

Finalmente llegó el momento de abrir el regalo enviado desde la Torre de Magia.

Había dos regalos de Zod. Por las notas en la caja, los regalos eran para Takiran y Pretzel.

Zod era uno de los mayores promotores de la Party de Desir, y el apoyo que había proporcionado había sido de gran ayuda para la party de Desir hasta ahora.

Como resultado, los demás no estaban decepcionados o insatisfechos, a pesar de que esta vez no recibieron regalo propio.

—¡Oh! ¡¡Ohhh!! Mira esto, es una gran espada.

Cuando la primera caja se abrió, se reveló una gran espada que resplandecía brillantemente en la oscuridad.

Era una espada forjada con Iron Black (hierro negro).

El Iron Black era algo más pesado que el acero, pero mucho más duro que cualquier aleación de acero normal.

Era el material preferido de muchos espadachines debido a su combinación de fuerza y peso.

Además, la espada estaba encantada con un escudo mágico, lo que le permitía tener simultáneamente un alto poder ofensivo y defensivo, brindando a quien la portase más opciones durante la batalla.

Cuando Takiran demostró el escudo mágico, los miembros de la party respondieron asombrados con aplausos.

Cuando la apertura de la siguiente caja se reveló un libro.

La party se apenó un poco al ver que el obsequio era un libro viejo.

Pretzel, por otro lado, lo trató como si fuera una especie de valioso tesoro.

En respuesta a la desconcertante reacción de los miembros de la party, Pretzel explicó apasionadamente en qué consistía exactamente este regalo.

Tan apasionada, de hecho, que su boca escupía saliva, rociando la habitación.

—¡Este es un antiguo y raro libro que se agotó hace mucho tiempo! La mayoría de ellos se han perdido, ¡así que pueden imaginarse lo caro que sería obtener lo hoy en día! Y no envió solo una copia, este es un original...

Los dos nuevos miembros de la party parecían amar los regalos que Zod había enviado.

«Debe sentir que los resultados de nuestra cooperación han sido fructíferos».

Con esos dos regalos como punto culminante, el desempaque continuó.

Los regalos develados fueron variados y cada vez que se abría una caja, se escuchaba aplausos, exclamaciones o risas que salían de la sala de la party.

Mientras esta atmósfera continuaba, Adjest también recogió una de las cajas de una pila frente a ella antes de abrirla.

Había una bufanda en la caja.

Estaba hecha de una lujosa lana y el bordado de hilo azul entrelazado con hilos rojos daba a entender que era una bufanda llena de sentimientos intensos por parte del remitente.

Adjest miró la punta de la bufanda.

“D.A.”

Eran las iniciales de Desir Arman.

Adjest levantó la bufanda y miró a Desir como si estuviera poseída.

Desir sonreía de espaldas, completamente inmerso en la contagiosa felicidad de los demás miembros de la party, antes de darse vuelta repentinamente para igualar la mirada que estaba abriendo con avidez un agujero en un costado de su cabeza.

Adjest estaba a una distancia menor a medio metro. Estaba lo suficientemente cerca como para permitirle sentir su calidez.

—...

Por un momento, la respiración de Desir se detuvo.

Antes de que Desir recobrara la cordura para preguntar “¿por qué…?”, Adjest se movió.

Por un momento, Desir se sintió mareado por el suave aroma que perduraba en el espacio que lo rodeaba.

La reacción de Desir se retrasó tanto que el dorso de la mano de Adjest acarició su mejilla sin oponer resistencia.

—¿Adjest?

Un despabilado Desir se echó hacia atrás, pero Adjest tiró de la bufanda y lo arrastró de vuelta hacia ella.

—Espera.

...Uno.

...Dos.

Desir no dijo nada hasta que la bufanda estuvo completamente envuelta alrededor de su cuello.

Cuando finalmente la bufanda se envolvió alrededor del cuello de Desir, sus ojos se encontraron.

Sus dorados ojos temblaban como una ola rompiendo contra la costa.

Adjest rápidamente levantó su mano de la bufanda, retrocediendo como cuando un niño toca un juguete que se le ha dicho que no debía ser tocado.

—...

En la oficina de la party, que había estado bulliciosa momentos antes, ahora solo había silencio.

Fue como si el ruido anterior hubiera sido una mentira.

Nadie se atrevió a abrir la boca para romper esta incómoda tensión.

La oficina que nunca había estado tan tranquila, se quedó finalmente en silencio por primera vez.

—Tu nombre estaba en ella.

Adjest trató de justificar su comportamiento después de que el incómodo silencio se había vuelto realmente insoportable.

Sin embargo, nadie más habló.

El incómodo silencio comenzó de nuevo.

Entonces, la puerta se abrió.

Desir agradeció a Dios por la distracción.

—… ¿Qué está pasando? Hoy está excepcionalmente tranquilo aquí.

Era la profesora Bridget.

Miró a su alrededor, con una sonrisa relajada como siempre.

Mientras miraba alrededor de la oficina, fue evidente para todos que estaba feliz de ver a Desir.

—Esa bufanda va muy bien contigo. Valió la pena todo el trabajo duro.

—¿Es esto... una bufanda tejida usted, profesora?

—Si. La tejí yo misma. ¿Te gusta?

—Si. Me encanta. Muchas gracias profesora.

Bridget se veía encantada con la gratitud expresada por su regalo.

—Iba a darles uno a cada uno de ustedes, pero debido a mi inexperiencia en el tejido, me terminó llevando demasiado tiempo hacer solo uno de ellos.

—¡No se preocupe, gracias, profesora! ¿Qué la trae por aquí? ¿Tiene algo que decirnos? ¿¡No es así!?

Romántica parloteó desesperadamente, intentando cambiar a la fuerza el tema de discusión.

—Creo que entré en un momento bastante apropiado. ¿Correcto?, señorita Romántica.

Estoy aquí para compartir buenas noticias con todos ustedes.

La profesora Bridget se puso ligeramente más tensa antes de hablar en un tono un poco menos informal.

—Como todos saben, el 4 de enero es el día en que el Emperador Ruspena Hebrion fundó el Imperio de Hebrion.

También resultaba ser el día en que el mayor festival normalmente tenía lugar en el Imperio Hebrion.

—Normalmente, realizamos un festival cada año en la Academia Hebrion, pero por varias razones, este año eso no sucederá.

—Ah, ¿sí? ¿Cómo pueden ser buenas noticias?

—Más bien, me estoy deprimiendo mucho, profesora.

Bridget se rio ante la respuesta de los estudiantes.

—En su lugar, en esta ocasión, decidimos relajar el reglamento de la academia y permitir que los estudiantes salgan y puedan disfrutar del festival en la ciudad.

Romántica inmediatamente concentró toda su atención en la profesora Bridget.

—¿En serio? ¿Habla en serio, profesora?

—Por supuesto, espero que pasen un momento maravilloso allí afuera.