Capítulo 150 - Rey de las Marionetas (1)
Kei empuñó con firmeza su espada mientras se echó hacia atrás para asimilar el cambio de condiciones.
Sus ojos se posaron en el homúnculo.
El homúnculo miró fijamente a Kei, reconociendo instintivamente que Kei era la persona más peligrosa aquí.
Sintiendo que el homúnculo era un ser inusual, Kei se tomó su tiempo para evaluar a su oponente, en lugar de correr hacia adelante a ciegas.
—Ese monstruo parece ser algo bastante peligroso.
Desir respondió.
—Ese es un monstruo hecho a través de la Alquimia. Lidié con un homúnculo cuando luché contra un malvado alquimista en Desert Flower City. Pero, esa cosa frente a nosotros... parece ser mucho más poderosa que la que yo combatí.
Parado al lado del Profeta, el Homúnculo parecía sumamente humano, a diferencia del Homúnculo incompleto fabricado por Pureus. Tenía rasgos faciales distintivos y tanto su piel como su esqueleto no parecían ser muy diferentes de los de cualquier otro humano.
«Lo más importante es que el maná que puedo sentir en él está en el nivel del 2° Círculo».
El homúnculo de Pureus esgrimía una habilidad monstruosa con sólo el maná del 1° Círculo. Dado eso, podía esperar, razonablemente, que el homúnculo frente a él fuese mucho más fuerte que ese.
—Tengo una idea de cómo deshacerme de él.
—¿Seguro?
—Mientras yo lucho con él, quiero que te ocupes del Profeta.
La habilidad que el Profeta había mostrado en la breve escaramuza anterior demostró que no era un ser ordinario.
Desir especuló que todavía tenía una o dos cartas de triunfo ocultas y decidió delegar en Kei su manejo.
Kei seguramente tenía el poder para prevalecer en un duelo directo.
Kei asintió.
—Bien, entonces yo me encargaré del Profeta.
Kei se inclinó ligeramente, y luego se acercó al Profeta.
* Ruptura *
Un estruendo resonó desde el Brionac, que rodeó al Profeta.
—Hmm, ya veo. ¿Así que eres tú el que decidió morir en mis manos?
—Dentro de poco estará claro quién morirá.
Kei una vez más apuntó con su espada al Profeta.
*Clash*
Por segunda vez, la espada de Kei fue bloqueada por la barrera invisible, pero el broche que portaba el Profeta, que probablemente era un artefacto, no pudo superar el poder de Kei y se rompió y luego se desintegró.
Kei y el Profeta se movieron antes de que los restos del broche pudieran siquiera tocar el suelo. Kei se impulsó dando una fuerte patada contra el suelo, mientras que los fragmentos de luz que flotaban alrededor del Profeta formaban una lanza y disparaban hacia Kei.
*Baaam*
Se produjeron una multitud de enfrentamientos. El Homúnculo lanzó un ataque a Kei, en defensa de su amo, y el edificio tembló en respuesta.
No importaba cuán fuerte era Kei, era demasiado para que cualquier persona se enfrentara al Profeta y al Homúnculo al mismo tiempo.
Desir y su grupo se apresuraron a actuar.
—Les daré instrucciones.
Desir comandó apresuradamente a los hombres de Kei.
—El comandante cree en ti, así que también confiaremos en ti y seguiremos tus órdenes.
—Romantica.
Romantica usó su rifle para lanzar varios ataques de francotirador contra el Homúnculo, como si hubiera estado esperando la señal de Desir.
*Bang* *Bang*
*Cling*
*Cling*
Sonaban como hierro chocando con hierro.
La magia de la Romántica no podía penetrar la dura piel del homúnculo en absoluto. Aunque no había puesto todo su empeño en ese ataque, las cosas no se veían bien.
Romantica estaba impactada por lo que acababa de presenciar.
Con la cabeza inclinada en un ángulo extraño, el homúnculo miró hacia otro lado y se concentró en la partida de Desir. Aunque no sufrió ningún daño, el ataque fue suficiente para atraer su animosidad.
El homúnculo juzgó que la party de Desir era una amenaza inmediata, y se enfrentó a ellos.
Aún no había tenido la oportunidad de adaptarse a su cuerpo, por lo que su velocidad era aún muy lenta.
Lentamente comenzó a levantarse del suelo al que había caído después de atacar a Kei.
Mientras tanto, Desir compartió la información que tenía sobre los homúnculos con los hombres de Kei y su party.
—No debemos atacarlo precipitadamente. El homúnculo con el que luché antes tenía el poder de recuperar todas sus heridas. Su recuperación funciona de forma completamente diferente a la regeneración, así que no sirve de nada destruir su cuerpo... incluso si destruimos todo su cuerpo de un solo golpe.
Cuando Desir terminó su explicación, uno de los hombres de Kei habló, su cara mostraba una expresión de curiosidad.
—¡Entonces eso significa que esta cosa no puede ser asesinada!
—Yo había pensado lo mismo.
Desir también pensó que el poder de recuperación era invencible cuando se enfrentó por primera vez a un homúnculo.
—Pero si siguen mis instrucciones, podemos ganar. Por favor, no hagas nada precipitado mientras tanto.
*Thump*
El homúnculo de repente pateó contra el suelo y saltó hacia la party, aparentemente algo más cómodo para moverse. La velocidad de su movimiento estaba ahora más allá del nivel de un Rango Alfil.
Tal vez porque todavía no había comprendido completamente sus capacidades, la carga del homúnculo parecía un poco imprudente, pero no por ello dejaba de ser extremadamente amenazante.
Desir dio su primera orden mientras miraba al Homúnculo que se acercaba.
—Bloquéalo, Pram.
Pram era un espadachín al nivel de un Rango Torre. Sus ojos eran capaces de captar el movimiento del Homúnculo sin dificultad.
La espada de Pram le atravesó el hombro. El fuerte aura de Pram impidió que el homúnculo siguiera usando ese brazo.
Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que este invocara el poder de la causalidad y volviera a su estado anterior.
—Persíguelo, Adjest.
Adjest se impulsó contra el suelo mientras extendía un hechizo a lo largo de su espada.
[Magic Sword: Ice Wave]
A medida que su espada helada penetraba profundamente en el cuerpo del homúnculo, éste comenzó a congelarse gradualmente.
—¡Ahora!
Desir les indicó a los hombres de Kei.
No perdieron la oportunidad. Usaron su aura e inmovilizaron al homúnculo cortándole una de sus piernas.
Pero se necesitaron tres hombres para romper una sola pierna.
Como era de esperar, el ser que estaba delante de ellos era mucho más poderoso que el homúnculo con el que él había tratado anteriormente.
El Homúnculo una vez más invocó a la fuerza de la causalidad.
Pero, esta fue la intención de Desir.
Desir se dio cuenta de que la fuerza de la causalidad se limitaba a devolver al homúnculo a su mejor condición, basado en la cantidad de maná que le quedaba.
No había tiempo para que el homúnculo huyera.
Tan pronto como su cuerpo fue restaurado, su mano fue cortada en la muñeca, antes de que se diera cuenta, por un Pram que se estaba acercando.
El ciclo de restauración y destrucción continuó varias veces.
Corte.
Restauración.
Corte.
Restauración.
Y así sucesivamente, a medida que un aluvión de ataques llegaba a él.
—¡No le den un respiro!
Otra cosa que asustaba acerca de los homúnculos era que aprendían rápidamente a utilizar plenamente sus habilidades, incluso cuando eran golpeados.
El homúnculo delante de ellos no era capaz de utilizar todas sus habilidades, por lo que ahora era la mejor y única oportunidad para Desir y su party.
—¡Ahhhhhhhhhhhhhhh!
Desir era claramente consciente de ello e intentó desesperadamente saldar las cosas lo más rápido posible.
«Incluso su capacidad para controlar la fuerza de la causalidad está limitada ahora mismo».
Esta era la piedra angular de su plan.
El Homúnculo usaba su maná acumulado siempre que se le permitía lidiar o defenderse de un ataque.
«Así que la clave no es cuánto daño se requiere, sino cuánto logramos que se recomponga».
Desir y su party fueron capaces de determinar con precisión el mínimo daño que necesitaban infligir mientras la batalla continuaba. Con un mínimo esfuerzo, indujeron al homúnculo a recomponerse usando su limitado poder.
La estrategia de Desir funcionaba. Podía sentir el maná dentro del homúnculo disminuyendo gradualmente.
* * * * *
* * * * *
Brionac.
Un artefacto perteneciente a la era mitológica.
Era un arma que se separaba en varias capas, moviéndose libremente en todas las direcciones como si cada uno tuviera su propia voluntad.
Viéndola en acción, uno sentiría que estaba viendo un gran ejército de luces. Incluso el material del que estaba compuesto era el Blankšum, el metal considerado como lo mejor de lo mejor para las armas de este continente.
Cada hoja de la lanza emitía una energía inmensamente afilada antes de apuntar a una persona, cada una al unísono.
Gran Maestro Espadachín, Kei Hazumaryun.
El espadachín más poderoso de esta era.
La espada de Kei era una cosa de leyendas, suficiente incluso para ser referida como una “Gran Espada”. Sin embargo, no estaba hecha de un material tan bueno como el Blankšum.
Era fácil predecir que, si la “Gran Espada” de Kei y la Brionac hecha de Blankšum chocaran, la espada de Kei se rompería.
*Kaang*
Sin embargo, su espada estaba bien incluso después de enfrentarse a la Brionac de frente.
La hoja brillaba intensamente y deformaba el aire a su alrededor; debido al fuerte aura de Kei, la hoja de la espada se mantuvo intacta.
Su movimiento era airoso pero firme; una paradoja de algo que era bello y tosco.
Incontables chispas se esparcían por todas partes como un resplandor, mientras la punta de su espada se movía.
La lanza de luz se dividió en docenas de fragmentos, pero más de la mitad de ellos tuvieron que ser usados para defenderse de la espada que esgrimía Kei.
Las lanzas restantes eran libres de presionar a Kei poco a poco.
En lugar de ser lanzados como proyectiles, todos y cada uno de estos fragmentos disparaban continuamente rayos de luz alimentados por maná.
El problema fue que, a diferencia de la magia ordinaria, sus ataques se disparaban sin parar. Los fragmentos aparentemente acumulaban su propio maná.
Cuando un número insuperable de rayos cayeron sobre Kei, finalmente dio un paso firme y extendió su aura alrededor de sí mismo.
Siguiendo la trayectoria de su espada, el aura, ahora dispersa, flotaba en el aire antes de adquirir rápidamente una cierta forma.
Su forma comenzó a parecerse a la de las flores en plena floración.
La edificación completa vibró una vez más cuando la lanza de luz reformada chocó con el aura en forma de flor de Kei.
Su lucha fue una batalla trascendental más allá de la comprensión de la mayoría de los seres humanos.
—Tu esgrima ha alcanzado el nivel más alto.
El Profeta no dejó de moverse mientras expresaba su admiración por la destreza de la espada de Kei.
*Kaaaang*
*Kaaang*
—Pero, ¿por qué sigues empuñando tu espada? Tu rey está muerto, y tus soldados serán colgados como rebeldes. Incluso si tienes éxito en esta rebelión, nadie te perdonará.
No hubo descanso en la lucha mientras hablaba.
—Tal vez tengas un propósito del que no soy consciente.
*Kaaang*
La pelea entre los dos era muy pareja.
Ninguno de los dos tenía la ventaja, ya que ambos luchaban ocultando su carta de triunfo, sin atreverse a revelar sus verdaderas habilidades.
De repente…
—¡Kraaaaaaaaaaaa!
Fue el Homúnculo quien cambió las circunstancias de la batalla.
Gritó fuertemente y todos los presentes sintieron que algo cambió imperceptiblemente.
De alguna manera, se sintió como si el tiempo se hubiera ralentizado por un momento. Esto no era sólo la imaginación de una o dos personas. Todos los reunidos aquí lo sintieron.
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