Capítulo 138 - Rastreando el Ataque (2)
A la aeronave le tomó solamente dos días para llegar, desde Grinpell, a Althea, la ciudad capital del Reino Mágico.
Cuando Althea finalmente se mostró por la ventana, Kei reunió a todos los miembros de la party de Desir.
—En breve llegaremos a la capital. Permítanme finalizar su contrato en este momento. Gracias por tu duro trabajo.
Kei firmó sus contratos, designando los mismos como una misión completa.
El contrato mercenario se terminaría completamente una vez que presentaran su contrato firmados al Gremio de Mercenario en el Reino Mágico.
También recibirían el saldo restante de la recompensa.
La primera misión principal en cadena sería despejada con esto.
Después de que se despidieran de Kei, Pram habló, mientras se dirigían a sus habitaciones.
—Esta misión fue bastante simple para un Mundo de las Sombras de Clase 3.
—No ha terminado, así que aún no puedes relajarte, Pram.
Pram asintió ante el sabio consejo de Desir.
Si las cosas hubiesen ido sin problemas, el Mundo de las Sombras habría sido despejado.
Sin embargo, se vieron obligados a entrar en una misión oculta de la segunda misión principal.
La cara de Desir estaba llena de preocupación ya que ni siquiera él sabía nada sobre esta serie de eventos. Ni siquiera estaba registrado en los libros de historia que habían estudiado.
Desir echó un vistazo a la habitación donde Kei y él habían mantenido una conversación.
«Bajo circunstancias normales, la primera misión principal y la segunda tienden a estar relacionadas de manera importante. Quisiera recopilar tanta información como sea posible...».
El Gran Maestro Espadachín, Kei Hazumaryun, no era alguien de quien se pudiera hacer amigo fácilmente.
Aunque su simpatía con Kei había aumentado lo suficiente, aun así, este no dijo nada más de lo necesario.
Nunca fue alguien que hablara de más, incluso cuando se reía afectuosamente.
Si alguien intentaba profundizar un poco en algún tema delicado, los bloqueaba cambiando el tema.
Como resultado, Desir tuvo que renunciar a obtener información de él.
Dejando atrás su decepción, merodeó durante un rato. La aeronave aterrizó en el campo muy pronto.
Althea tenía un ambiente sin vida en comparación con la bulliciosa Grinpell.
El horizonte estaba bloqueado por rascacielos. La gente vestía ropas oscuras y era muy callada.
Cuando la party de Desir descendió al campo de aterrizaje, alguien se dirigió hacia su aeronave. Se trataba de un hombre de mediana edad con una gran cicatriz en la mejilla.
Desir comprobó en secreto su círculo de maná. Era aproximadamente un 5° Círculo.
Incluso para el Reino Mágico, que tenía una fuerza mágica incomparablemente más fuerte que otros reinos, ser un mago de 5° Círculo no era una hazaña simple.
Este hombre era poderoso.
*Thump*
*Thump*
Los soldados lo saludaron al unísono cuando lo vieron.
Pero él frunció el ceño como si viera algo completamente desagradable.
Saludó a Kei que estaba parado en la cubierta a medias.
—Buen trabajo, Mayor Kei Hazumaryun.
—Comandante Darren Aleph, obtuvimos los ingredientes exitosamente, por lo que usted no tiene necesidad de venir a recibirnos en persona.
—Buen trabajo por completar esta misión con un cuerpo tan desprovisto de magia.
—...Definitivamente no fue fácil. Sería lo mismo para los magos.
Kei Hazumaryun se rio entre dientes.
—No cometa el error al equiparar espadas con magia, Gran Maestro. Mientras que nosotros, los magos, dividimos el océano y arrasamos con montañas, usted con su espada únicamente cortaría a través de unos simples obstáculos a lo sumo. Aunque lo llamen Gran Maestro, no es la excepción.
Punzó con el dedo el pecho de Kei. Su actitud fue ciertamente muy grosera.
Sin embargo, Kei se rio y apartó la mano.
—Entonces, ¿para qué nos recibió? No creo que haya venido hasta aquí solo para decirme eso.
—Estoy aquí para verificar que todos los ingredientes llegaran de manera segura. Sería muy problemático tener algún inconveniente antes de comenzar el experimento. Por cierto, ¿quiénes son esas personas?
Hizo un gesto a Desir que estaba de pie a un lado.
—Son los mercenarios que contraté para proteger la aeronave.
"Protectores de la aeronave..."
Desir no se lo pasó por alto, aunque solo se hizo como un comentario pasajero.
«Pero fuimos contratados para proteger a Aldin».
Desir se dio cuenta de que Kei estaba ocultando la existencia de Aldin Sepius. No sabía el porqué, pero era seguro que Aldin no podría estar expuesto aquí.
—Eso es inusual. No pensé que contrataría mercenarios.
—Es porque perdimos demasiados subordinados para llevar a cabo la orden de su majestad.
—En cierto modo, es una consecuencia natural. Pero dígame, ¿Por qué opera soldados con armas en estos tiempos? Son la única unidad que usa armas ahora.
Miró alrededor a los soldados, y luego habló con una amplia sonrisa.
—Bueno, es muy fácil conseguir soldados con armas. Vale la pena considerar su capacidad de gestión, en el sentido de que con lo que traba siempre está disponible en gran cantidad.
—Comandante, le agradecería que evitara hablar como si mis subordinados fueran prescindibles.
—¿Por qué? ¿Lo he ofendido?
Hubo una larga pausa.
Kei miró a Darren en silencio.
—Bueno, de todos modos, quiero ver los ingredientes.
—…Por aquí.
Kei habló, pero se veía increíblemente apagado. Echó un vistazo a la party de Desir e hizo un gesto a uno de los oficiales.
—Oficial Penen, por favor lleve a los soldados hasta el gremio con cuidado. No sabrán cómo moverse por aquí.
—Sí señor.
* * * * *
El oficial Penen era un hombre bastante interesante. Él había presentado a la party de Desir a Kei desde el principio.
Tomó un carruaje y se unió a la party de Desir. Desir volteó a mirar la aeronave.
—Ese hombre... por muy alto que sea su rango, es demasiado grosero.
Penen sacudió la cabeza de lado a lado.
—Bueno, así son las cosas. La habilidad mágica es el estándar para todo en el Reino Mágico.
Tal como lo había dicho, en el Reino Mágico todo se decidía por la habilidad mágica. El mago más sobresaliente era quien se convertía en el rey.
—Como lo has visto en persona, en habilidad con la espada, nadie es capaz de alcanzar al Mayor Kei, pero las personas en el Reino Mágico están demasiado orgullosas de su excelente habilidad mágica.
Detestan y se avergüenzan de los soldados que empuñan armas. En realidad, considero como un milagro que el Mayor Kei haya sido ascendido al rango de Mayor.
Su título de Gran Maestro Espadachín le sentaba perfecto, al ver su energía penetrante que empleó al cortar a ese Trascendente Wyvern.
Pero su rango era solo de Mayor.
El espadachín más poderoso de su época. Era impensable que un hombre con sus habilidades fuera tratado así.
—Debes respetar mucho a Kei.
—Por supuesto. No solo yo, todos en la unidad deben sentir lo mismo que yo.
El Mayor cuidó y entrenó a personas como yo que no tenían talento para la magia. Él hizo de nuestras vidas dignas de ser vividas. Haría cualquier cosa por él.
La voz de Penen era muy digna, evidentemente llena de orgullo.
—Difícilmente habría alguien con una actitud tan grosera frente a él hasta ahora, debido al apoyo de Su Majestad. Pero desde que Su Majestad comenzó a inclinarse a favor de algún mago de un país extranjero, cosas así se han vuelto cada vez más comunes.
Penen terminó con un suspiro.
Mientras conversaban, llegaron al Gremio de Mercenarios.
Penen inclinó levemente la cabeza cuando toda la party de Desir bajó del carruaje.
—Gracias por tu duro trabajo.
El oficial cerró la puerta y se fue.
Desir sintió que había obtenido algunos pequeños detalles que podrían ser útiles más tarde.
—Tengo una gran información.
La Party de Desir le entregó a la recepcionista del Gremio de Mercenarios sus contratos de escoltas del Gran Maestro Espadachín.
Como se esperaba, recibieron un mensaje del sistema.
[La misión “Último ¡Hurra!” ha sido completada]
[La misión principal en progreso continúa]
[Por favor, completa la misión restante para recibir un despeje completo]
[Las recompensas se sumarán después de despejar la misión restante]
Desir estiró sus brazos.
—Así que tenemos una última misión.
La misión restante era eliminar el poder que respaldaba a Pureus.
Su pista era un fragmento de un circuito de maná que había obtenido después de matar al Alquimista.
Desir sacó el circuito de maná. Había un número de serie en su parte trasera.
“3-BYET_”
La última letra del número de serie era ilegible.
Desir reflexionó en voz alta.
—Los circuitos de maná solo se fabricaban en el Reino Mágico. Se los manejaba de manera muy segura para evitar que la técnica se filtre.
Con el fin de crear artefactos mágicos, se requería de un catalizador para reunir el maná.
En los tiempos modernos, las cristales de maná se creaban mediante un método de encantamiento diseñado por Zod, mientras que la única manera de producir en masa una herramienta similar en estos tiempos era creando algo como el circuito de maná del que sostenía un fragmento.
Era obvio lo valiosos que habían sido los circuitos de maná.
A las personas solo se les permitía comprarlos después de una estricta investigación de antecedentes.
Romantica tomó la palabra.
—Ya que los circuitos de maná son administrados tan minuciosamente, debe haber registros de las personas que los compraron. Tenemos que verificarlos y averiguar quién compró el circuito de maná que coincide con este número de serie.
—Pero no hay forma de que muestren esos registros a forasteros como nosotros, ¿verdad?
El comentario de Pram fue absolutamente correcto. No había forma de que unos extraños como ellos pudieran ver unos registros internos tan confidenciales.
—Sí. Supongo que así es. Pero, solamente por el hecho de que no estén dispuestos a mostrárnoslos, no significa que no podamos verlos.
—¿¡Qué!? —Pram exclamó.
Desir se volteó hacia él.
—No siempre tienes que usar métodos tan honorables.
justo si no dejan entrar cortésmente, rompen la ventana sigilosamente
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