La Magia de un Retornado Debe Ser Especial - Capítulo 107 - Novela en Español

Capítulo 107 - Comandante (1)

La party que había llegado después de la party Blue Moon y la party de Desir fue la party Red Dragon, dirigida por Radoria.

Radoria se veía tensa.

Parecía haberse dado cuenta de la gravedad de la situación.

El número de miembros de la party Red Dragon era cinco.

Las condiciones de las otras partys estaban destinadas a estar peores.

Empezando por la party Red Dragon, otras partys pronto entraron a la sala.

En pocos minutos, la sala vacía se llenó de gente y el nivel de ruido en el ambiente había aumentado como resultado de que todos hablaban.

Desir encendió su Pad de comunicación y comprobó la tabla de clasificación.

Inmediatamente notó que una de las partys de la Clase Alfa había sido eliminada.

«Todos sus miembros están eliminados. No es que solo estuviesen ausentes de esta reunión».

En total, los seis miembros de la party fueron masacrados.

Incluyendo a los fallecidos de la party Blue Moon, el número total fue de nueve.

La expresión de Desir se volvió helada.

«No puedo permitir que ocurran más muertes aquí».

Adjest tocó a Desir en el hombro.

—Todas las partys de la competencia parecen haberse reunido, Desir.

—Sí. Creo que sí.

Desir se puso de pie.

Mirando a su alrededor, pudo ver a docenas de personas.

Afortunadamente, ninguna de las partys parecía haber hecho más sacrificios para llegar tan lejos.

Fue porque él compartió un mapa de paso seguro con tanta prisa.

Todos tenían curiosidad por saber cuál era la situación actual y, al mismo tiempo, parecían algo insatisfechos.

La razón de esta insatisfacción era simple.

Fue así porque la party de Desir y la party Blue Moon habían llegado antes y estaban bloqueando la entrada a la tercera fase.

Las partys que no habían descubierto lo que estaba pasando no pudieron evitar quejarse ante tal circunstancia.

Si Desir no hubiera compartido su mapa, incluso podrían haberse enfrentado a él.

—¿Cuánto tiempo nos vas a retener aquí?

—No entiendo lo que estás pensando.

Sus paciencias habían alcanzado el límite. Sus quejas combinadas crearon un ambiente bullicioso.

Era muy ruidoso, por decirlo suavemente.

—¿Podrían escucharme por un momento?

La voz de Desir resonó, pero pronto fue enterrada bajo otra voz.

Alguien protestó contra Desir haciendo que todos comenzaran a gritar más fuerte.

Desir suspiró y preparó un hechizo frente a él. Era magia de amplificación de sonido.

Su fuerte voz pronto resonó a través del salón.

—Todos los dispositivos de seguridad que nos protegen aquí han sido suprimidos. No hay más alivio del dolor, no hay declaraciones de rendición y, sobre todo, el límite de muerte se ha deshecho.

En otras palabras, este lugar no es diferente a un verdadero Mundo de las Sombras. Si mueren aquí, morirán de verdad.

—¿Qué…?

Un estudiante que había estado gritando ferozmente acerca de la estupidez de ese bloqueo, pudo darse cuenta instantáneamente que esta revelación era probablemente cierta, basándose en la seria mirada que Argelia y Radoria compartían.

La aparentemente implacable polémica del ruido se detuvo repentinamente, y el lugar se volvió lo suficientemente silencioso como para poder escuchar el sonido de una hormiga arrastrándose.

Todos no pudieron evitar detenerse para concentrarse en el hecho de que Desir les estaba informando de la grave amenaza de muerte.

—Parece que esta no es una situación en la que Academia Hebrion pueda ayudar, ya que nada parece haber cambiado a pesar de que ha pasado bastante tiempo desde que esto comenzó. Creo que nuestra única esperanza es proceder y despejar esta mazmorra.

Pero si todas las partys van a seguir compitiendo entre sí mismas, como en el pasado, entonces el número de víctimas solo aumentará.

—¡¿Entonces qué propones?!

Alguien habló y, como esperando esa pregunta, Desir respondió al instante.

—Sugiero que unamos a nuestras partys y formemos una gran redada para evitar más sacrificios.

Una vez más, la multitud se puso ansiosa y comenzaron a murmurar entre ellos.

La sugerencia era realmente razonable.

Formar una incursión, al combinar múltiples partys en una sola entidad, aumentaría sus posibilidades de supervivencia.

Sin embargo...

—¡Tonterías!

Welca, una Rango Único de tercer año y líder de una party, estaba molesto por tal propuesta.

—¡Chicos, no acepten la basura de este lunático! —Ella gritó mientras sacudía su dedo a Desir.

—¿Crees que tiene sentido cooperar con los plebeyos? ¡Estamos desperdiciando nuestro tiempo con basuras como tú! ¿Cómo te atreves a pensar en una idea tan desagradable?

Welca de repente entrecerró los ojos.

—¿Es este tu plan? ¿Pensaste que los plebeyos podrían estar a la par de los nobles solo porque tú les proporcionaste un mapa? Tomaremos tu idea de formar una redada, pero no cooperaremos contigo.

—Ja.

Desir esbozó una sonrisa.

—Eres graciosa. ¿Crees que podrías haber llegado tan lejos sin el mapa que te entregué?

—Eso es…!

—Welca, por favor. Vas a abandonar a todos tan pronto como te sea conveniente. ¿En qué sentido de la palabra eres una noble?

—¡...!

Otro estudiante de la Clase Alfa que había estado escuchando hasta ahora decidió hablar.

—Pudimos llegar tan lejos de manera segura solo gracias a la información de ese mapa.

Welca respondió rápidamente indignado.

—Aun así, ¿tú sugerirías que trabajemos con una party de plebeyos?

Romántica, que hasta ahora había estado escuchando en silencio, estaba a punto de perder los estribos.

—¿Acaso ella entiende lo que está sucediendo en este momento?

Pretzel, quien en el pasado estaría aterrorizada ante tal situación, ahora habló con confianza.

—Toda la nobleza que he conocido es así. Los nobles siempre actúan igual. Su orgullo y honor son más importantes que cualquier otra cosa para ellos.

Pram miró a un lado del grupo.

—Lo admito, generalmente es así. Sin embargo, no todos son iguales.

Pram miró a una mujer que estaba sentada en un rincón.

Radoria Von Dorich. Líder de la party Red Dragon.

Era una dama de la familia real, pero nunca habían sido vista expresando pensamientos de odio dirigidos a los plebeyos.

Más bien, ella podía ser vista actualmente siguiendo las indicaciones de un plebeyo, Desir.

La multitud miró a Radoria esperando su respuesta, pero ella solo miraba a Welca sin decir una palabra.

No importaba cuán amistosa fuera con los plebeyos, su estatus normalmente le impedía defender abiertamente a los plebeyos.

Sin embargo, la mirada que Radoria dirigía a Welca era intensa, y todos podían sentir un inusual estado de ánimo que emanaba de ella.

*Gulp*

Welca tragó saliva.

Radoria era la líder de la party Red Dragon, que representaba el peldaño más alto de la Academia Hebrion, aunque solo estuviera en segundo año.

No solo su habilidad personal era comparable a la de un Rango Único de tercer año, sino que el poder de la familia Dorich era significativo.

Bajo la sostenida presión silenciosa, Welca había perdido su impulso durante mucho tiempo.

La atmósfera a través de la sala había cambiado sutilmente a favor de aceptar la propuesta de Desir, debido al hecho de que había compartido su mapa y porque tenía un nivel de habilidad que exigía reconocimiento.

En ese momento, Welca no tuvo otra opción más que inclinarse ante la mayoría.

Con el disidente resuelto, Radoria volteó hacia Desir y habló.

—… Bueno. Estoy de acuerdo con tu sugerencia.

Y así se formó la redada, compuesta por varios grupos de alto nivel.

Ahora era el momento de determinar al comandante que dirigiría esta incursión.

—...

No hubo nadie que levantara la mano apresuradamente.

La situación implicaba tomar la vida de docenas de miembros de estas partys en sus manos y llevarlos con éxito a despejar un Mundo de las Sombras.

No era una responsabilidad que pudiera tomarse a la ligera.

«Si fuese a conducir esta redada, sería muy simple...»

Desir ya había comandado numerosas fuerzas mágicas varias veces en su vida pasada.

Esta situación le resultaba hasta demasiado graciosa.

Honestamente, sería un pan comido atravesar la tercera y última etapa de esta mazmorra, liderando una party de este calibre.

«Podemos despejar esto rápidamente sin sacrificar a nadie».

Su experiencia como veterano de las mazmorras era la base de esta confianza absoluta.

Pero, sin embargo, Desir no pudo forzar esta situación.

Los nobles finalmente estaban dispuestos a dejar pasar la insatisfacción de unirse a una redada que incluyera a la party de Desir.

Pero, ¿aceptar a un plebeyo, de primer año, como su líder?

Nunca sucedería bajo la supervisión de ellos.

Sin conocer la causa de la anomalía, era imposible saber qué pasaría en el futuro.

En una situación tan precaria, más disputas solo podrían resultar en más muertes.

Desir decidió simplemente observar cómo se desarrollaba la situación frente a él.

Y después de interrumpir un momento de silencio, alguien abrió la boca.

—... ¿No sería Argelia el mejor líder?

Cuando se mencionó su nombre, los ojos de todos se dirigieron hacia Argelia.

Argelia fue clasificado como el número uno del tercer año y era elogiado como el espadachín más fuerte de la Academia Hebrion.

Poseía experiencia, puesto que había participado en varias incursiones a Mundos de las Sombras.

También tenía experiencia en liderar una gran número de tropas anteriormente.

Argelia, al comprender la situación, levantó la vista.

—Yo puedo tomar el mando...

Miró a Desir por un momento y luego volteó hacia los demás.

—Pero no seré yo quien tome las decisiones. Si tuviera que elegir a la mejor persona para este puesto, creo que sería Desir Arman.

—¡Espera, Argelia!, ¿de qué estás hablando?

Argelia, sin cambiar su expresión, respondió.

—Estoy hablando en serio. Creo que la mejor persona para ese trabajo es Desir. Si él toma el mando, deberíamos ser capaces de superar esta situación.

—¿Eso significa que él es mejor que tú?

Argelia asintió con la cabeza.

—Sí. Desir es más capaz que yo. Él nos arrebató el liderazgo en la competencia, mientras dirigía una fuerza de capacidad mucho más baja que nuestra party. Incluso terminé recibiendo ayuda de su parte. Como comandante, tengo que admitir que es más capaz que yo.

Argelia, si bien no manifestó abiertamente que la party de Desir, literalmente les había salvado la vida, claramente reconocía su mayor capacidad.

Welca, que finalmente se había calmado, estalló en otro ataque de ira.

—¡Estás siendo ridículo! ¿Crees que las otras partys estarán de acuerdo con eso?

—Si no estás satisfecha, puedes intentar formar otra redada. Más discusión sería inútil, pero déjame decirte una cosa.

Argelia respiró profundamente.

—Si mueres aquí o vives para ver el mañana dependerá de la decisión que tomes ahora.

Mientras la conversación se desarrollaba con seriedad, Welca se acercó a Kelt y sacudió sus hombros.

—¿¡Qué estás mirando, Kelt!? ¿Tienes idea de lo que tu líder está tratando de hacer? ¡Él realmente quiere que los plebeyos comanden a la nobleza! ¡Haz algo! ¡Es obvio cómo reaccionará el profesor Pugman!

Welca sabía muy bien lo que pensaría el Profesor Pugman y estaba segura de que Kelt se pondría de pie para estar en desacuerdo con Argelia.

También estaba confiada en que Kelt tendría una oportunidad de persuadir a Argelia, ya que era hijo de un duque.

La respuesta de Kelt, sin embargo, fue mucho más allá de sus expectativas.

—... Creo que es una sabia elección.

—… ¡Espera! ¿¡Qué!?

Argelia se dirigió hacia Desir.

—Argelia, líder de la party Blue Moon, entrega el comando de su party a Desir.

La party Blue Moon, a menudo referida como la más fuerte, reconoció a Desir como su comandante.