La Magia de un Retornado Debe Ser Especial - Capítulo 113 - Novela en Español

Capítulo 113 - Hipócrita (3)

El pánico de la Competencia de Partys se había disipado en la academia.

Si fuese como cualquier otro año, habría discusiones alborotadas entre los miembros de las diferentes partys, quienes se jactarían de que tan buena eran sus partys; otros irían por ahí desafiando a los demás y celebrando revanchas.

Sin embargo, este año nada de eso estuvo presente. Parecía que esta atmósfera oscura continuaría por un tiempo más.

Por fin, las estaciones cambiaron y el cuerpo estudiantil tuvo que enfrentarse al invierno.

Las lecciones sobre runas pronto fueron tomadas por otro profesor que fue convocado desde otra academia. Al principio, los estudiantes no podían evitar llorar por Benquik durante las clases, pero las cicatrices ya se habían curado.

La party de Desir se comprometió a una vida escolar adecuada en medio de la calma. Al igual que siempre, el entrenamiento de Desir no se detuvo.

Como resultado, Pram se había vuelto un experto en el manejo del Aura Blade. Hace apenas dos meses, su Aura apenas podía llamarse esgrima, pero ahora había llegado al punto en que nadie podía criticar su Aura Blade.

Desir había concluido que el hecho de haber sido presionado hasta cerca de su límite, al estar rodeado por la Great Mother Worm y los numerosos Great Worms, había sido el detonante para esta mejora.

Lo único que le quedaba por hacer a Desir era simple.

Desde el principio, Pram había estado empuñando una espada que excedía su nivel de habilidad. Una espada Blankšum podría penetrar a través de la defensa de la mayoría de los enemigos, y Pram había comenzado a depender fuertemente de las habilidades de la espada.

Aún no había luchado contra alguien que usara Aura, pero ya era hora de que luchara seriamente contra un enemigo formidable que usara el Aura. Enemigos como esos eran difíciles de enfrentar sin también poseer Aura.

Para forzar a Pram a abandonar su hábito de depender de su espada, Desir la selló temporalmente y le hizo aprender a usar Aura con un sable normal.

Desir planeaba enseñarle cómo cambiar la forma de su Aura una vez que se acostumbrara a invocarla.

En cuanto a la esgrima, un profesor que había puesto un ojo en Pram le enseñaba cuidadosamente, así que no había nada más de qué preocuparse.

La precisión de los disparos de Romantica aumentaba día a día.

No había pasado mucho tiempo desde que había avanzado al 3° Círculo, pero ya tenía un control perfecto sobre el mismo. Para continuar su desarrollo, había logrado memorizar la mayoría de los hechizos de viento que podían ser invocados en el 3° Círculo.

Aunque Desir fue quien le había enseñado los diferentes tipos de hechizos (hasta el punto en que estuvo absolutamente harto de ellos), fue la propia Romantica quien perfeccionó esas habilidades y las hizo suyas.

Después de la destrucción de Prilecha, Romantica trabajó incansablemente para pulir sus habilidades. Como alguien con un don innato, su mayor dedicación aceleró enormemente su crecimiento.

Por el contrario, Adjest todavía se enfrentaba a una pared.

Todavía se esforzaba por conjurar basándose en una imagen.

Sintiendo que se había estancado mientras los demás a su alrededor hacían progresos sustanciales y alcanzaban metas, Adjest tuvo una oleada de ansiedad.

Desesperada por ver resultados, le pidió a Desir que comenzara a entrenar con ella más a menudo, porque consideraba que él era la única persona lo suficientemente hábil como para tener una oportunidad contra ella.

Desir estaba más que dispuesto a pasar tiempo con Adjest para ayudarla a alcanzar un nuevo nivel, por lo que aceptó su solicitud sin dudarlo.

Naturalmente, el tiempo que los dos pasaban juntos aumentó. Aparte de los horarios de las comidas y los descansos, los dos casi siempre se veían juntos.

Adjest se aseguraba de escuchar atentamente los consejos de Desir, ya que no quería perderse ni el más mínimo detalle.

«Una relación como esta debería estar bien».

Como resultado, fue capaz de encontrar una pista significativa sobre la imagen mágica que quería invocar.

Pretzel no era alguien particularmente talentosa, pero era una gran trabajadora que se tomaba todo en serio.

Si se concentraba en hacer lo básico correctamente, tenía el potencial de llegar al 2° Círculo en unos pocos meses.

Si tenía suerte, alcanzar el 3° Círculo en 10 años sería posible.

Los logros de Takiran también iban bastante bien. Nunca había tenido la oportunidad de mejorar porque nunca había habido un maestro que le enseñara las técnicas de esgrima adecuadamente.

El hecho de que no haber podido hacer nada en la Competencia de Partys parecía haber sido un gran shock para él.

Como resultado, la experiencia lo volvió ansioso por hacerse más fuerte, y después de sumergirse en el entrenamiento diario, pudo ingresar al Rango Peón.

El hermano menor de Takiran finalmente abandonó la party.

No todos tenían la fuerza de voluntad para soportar la exigente rutina de entrenamiento de Desir.

Inicialmente se había unido no porque tuviese una meta que quisiera alcanzar, sino porque quería seguir con su hermano. Como resultado, no tenía la voluntad de soportar el dolor para lograr algo.

Desir no se relegó al papel de tutor. Después de todo, también necesitaba fortalecerse para enfrentar la tormenta que se avecinaba. Cada vez que tenía un momento de respiro, analizaba su nuevo sistema mágico desde varias perspectivas.

Si quería invocar esa magia varias veces en una pelea, todavía tenía que hacer muchos ajustes.

A menudo se encerraba en la biblioteca, y se lo podía encontrar con pilas de libros hasta la nariz.

Cada vez que sentía acercarse a una pared, hacía un punto para conversar sobre sus ideas con Zod y obtener su opinión. Poco después, continuaba según lo planeado.

A través de su arduo trabajo combinado, la Party de Desir mejoró sin problemas y rápidamente.

* * * * *

—Buenos días Desir.

Kelt siempre saludaba a Desir cuando lo cruzaba. El Kelt que había dado la espalda para evitar el contacto visual durante la Competencia de Partys se había ido hace tiempo.

No fue el único que saludaba a Desir. Los estudiantes de la Clase Alfa que habían trabajado con él para despejar la tercera fase de la Mazmorra también los saludaban cada vez que se encontraban con la party de Desir.

La impresión hacía los plebeyos había cambiado drásticamente.

Los estudiantes de la Clase Alfa que habían participado en la competencia eran todos los mejores clasificados en sus respectivas partys.

Como estos estudiantes cambiaron la forma en que interactuaban con los plebeyos, el resto naturalmente siguió el ejemplo.

Por supuesto, todavía había muchos nobles que detestaban a los plebeyos, pero ya no los trataban abiertamente con tanto desprecio como antes por temor a llamar la atención.

El cambio más sorprendente vino del mismísimo Profesor Pugman.

Siempre había atormentado a Desir, tratando de derribarlo. Pero después de aquel día, no volvió a actuar de esa manera ni una sola vez.

Era de esperarse, puesto que Desir fue la persona que había salvado al apreciado hermano menor de Pugman. Él fue al menos alguien consciente de su deber y su posición.

Solo la actitud hacia los plebeyos había cambiado, pero, aun así, Romantica lo consideró como un gran avance.

Aunque de manera insignificante, el ambiente escolar para la Clase Beta había mejorado.

Aunque no era exactamente cómo Desir lo había planeado, se las había arreglado para demostrar a todos en el evento que los plebeyos también eran competentes.

Al refutar de frente a las afirmaciones hechas por los profesores nobles acerca de que los plebeyos eran incompetentes, el apoyo a los plebeyos había aumentado ligeramente.

Los profesores que continuaban oponiéndose a las mejoras para la Clase Beta finalmente abandonaron la academia y pronto nuevos profesores tomaron sus lugares.

* * * * *

Una vez que la lección de entrenamiento había terminado, Ersène-Blanc llamó a Desir a su oficina.

Su oficina estaba decorada con varias espadas. Si alguien entrara sin saberlo, probablemente lo confundirían con la oficina de un caballero.

Ersène-Blanc le ofreció a Desir un asiento, pero este tenía tanto polvo acumulado que era evidente que el lugar no había sido limpiado en los últimos días.

—Está un poco sucio, discúlpame por eso.

—No se preocupe.

Ersène-Blanc se aclaró la garganta antes de comenzar a hablar.

—Iré directo al grano. Me disculpo por haberte puesto a prueba hasta ahora, Desir.

Fue un comentario inesperado, pero Desir mantuvo su cara de póker.

—No pareces demasiado sorprendido.

—Tuve una corazonada.

Desir apenas había logrado hacer memoria del hombre que tenía enfrente cuando mencionó que una vez había servido como capitán de los Halcones Dorados del imperio.

Ersène-Blanc Tistachia.

Activo en el Laberinto de las Sombras bajo el alias conocido como el Caballero del Amanecer. Fue famoso por contribuir al entrenamiento de numerosos talentos, incluso en los agujeros del infierno conocidos como Mundos de las Sombras.

No había manera de que fuese un Forastero.

Desir no había podido identificarlo inmediatamente, a pesar de su fama, ya que era más conocido por su alias que por su nombre real.

Ersène-Blanc se rascaba la cicatriz de su mejilla mientras hablaba.

—Jaja, ¿te diste cuenta? En cualquier caso, lo siento. Nosotros necesitábamos determinar qué tipo de persona eras.

“Nosotros”.

Tal y como lo sugería la palabra, significaba que tenía un grupo que lo apoyaba.

—Entonces, ¿ha hecho algún progreso?

—Absolutamente. Al menos hemos descubierto que tienes relaciones hostiles con los Forasteros. Y eso es suficiente porque eso significa que una de nuestras mayores preocupaciones se ha ido.

Sin embargo, te aconsejo que continúes siendo cuidadoso con tus acciones. Ten en mente siempre que hay personas ahí afuera echándote un ojo.

—Estoy agradecido por su consejo, pero solo estoy haciendo lo que se necesita. Eso no cambiará sin importar lo que digan los demás. —Desir respondió con firmeza a sus palabras.

—…Bueno. Eso cambiará una vez que sepas quién te ha estado vigilando.

—No tengo intención de averiguarlo. No importa quién me esté vigilando, nada cambiará. Odio tener que ser demasiado cuidadoso al tratar con otros.

Desir no podía titubear sobre lo que tenía que hacer, sin importar la razón.

—De acuerdo, espero mucho de ti. Siéntete libre de irte ahora.

—Gracias por su tiempo, profesor.

*Creeeak*

La puerta hizo un largo crujido.

Ersène-Blanc observó la silla vacía donde había estado sentado Desir antes de estallar en carcajadas.

Pensando en que era un niño que realmente encarnaba el rasgo de la osadía, Ersène-Black tomó su pluma y escribió una carta.

La introducción de la carta comenzó así.

— “Su Majestad, el gran Sol de Hebrion, me reporto a Usted”.